Probablemente muchos recuerden ese lluvioso mayo de 1984, cuando Claudio Arrau (1903-1988), considerado por muchos el mejor pianista del siglo XX, hacía sus presentaciones y otras actividades en Santiago y Chillán. Era el reencuentro con su país de uno de los artistas chilenos más universales tras de una ausencia de décadas.
En noviembre de ese mismo año, el maestro Arrau, como se le sigue llamando en Chile, se reunió con el director Colin Davis y la Staatskapelle Dresden para grabar los conciertos 4 y 5 de Beethoven, aclamados registros que evidenciaban el sentir de los críticos y amantes de la música que decían que, a sus 81 años, el pianista estaba tocando mejor que nunca.
Estos discos con aquellas dos obras se mantuvieron siempre disponibles en el mercado, no así un buen porcentaje del vasto legado que grabó para el sello Philips, que en el último tiempo estuvo inexplicablemente difícil de conseguir. Eso hasta ahora, ya que el sello Decca acaba de publicar una completísima caja con todas las grabaciones de Arrau hechas en estos dos sellos (el inglés Decca absorbió al holandés Philips hace unos 15 años).
El contenido es impresionante. Son 80 CDs que abarcan dos ciclos de las 32 sonatas y los 5 conciertos de Beethoven, más todo el repertorio central de Liszt, Chopin, Schubert, Schumann, Brahms y Mozart, así como piezas de Grieg y Tchaikovsky.
Legendarias colaboraciones junto a directores como Bernard Haitink, y también con instrumentistas de la categoría de János Starker y Arthur Grimaux, incluye además grabaciones de entrevistas con Arrau, y sus últimos registros, publicados originalmente como The Final Sessions, donde destaca la Partita en Sol de Bach realizada solo meses antes de su muerte en 1991, a los 88 años.
Entre los registros está la grabación en vivo del Concierto N° 4 de Beethoven para Amnistía Internacional, en Alemania, en 1974 y dirigido por Leonard Bernstein.
La caja trae también un completo libro que incluye numerosas fotos y textos que contextualizan la importancia de este patrimonio discográfico.
Esta caja monumental se suma a otras dos de Arrau (por los sellos Warner y Sony Classical) disponibles en el mercado, y que contienen grabaciones anteriores. Sumadas las tres se cuenta con el total de registros del pianista chileno, Premio Nacional de Arte en 1983.
El maestro y su discípula
Durante su extensa carrera, Claudio Arrau tuvo un número muy acotado de discípulos. Una de ellas fue la pianista chilena Edith Fischer. "Me escuchó tocar a los 11 años, cuando él vino a visitar a su madre", rememora, "y me dio clases y valiosos consejos". "Luego, a los 17 me gané una beca para estudiar en Estados Unidos, y las posibilidades eran muchas, incluyendo a Rudolf Serkin, pero no dudé ni un segundo en querer estudiar con Arrau en Nueva York, un trabajo que duró dos años", agrega.
A partir de entonces, Fischer mantuvo una relación de amistad hasta el final con el pianista. "El contacto nunca se perdió, y tuve la oportunidad de hablar por teléfono tan solo tres semanas antes de que falleciera", cuenta con cierta emoción. "Hablamos muy largo, ahí me contaba que había estado unos meses sin tocar, pero que tenía muchísimos conciertos agendados. Estaba preocupado porque decía que no se podía estar inactivo, ya que de otro modo la música se moría. Se le notaba inquieto".
Las versiones de Arrau sobre las sonatas de Beethoven son consideradas hasta hoy un referente en el mundo de la música. Para Edith Fischer, "Arrau fue uno de los intérpretes más serios en cuanto al estudio de las obras, el estilo y los manuscritos de los compositores, no solo de Beethoven, entonces eso le daba una autoridad". A lo que se suma su técnica, "que le daba la posibilidad de hacer lo que quisiera en el teclado". Fischer valora además que la caja contenga dos versiones de las sonatas, porque "para él fue una búsqueda de toda la vida. La gente puede escuchar ambos ciclos y va a notar diferencias".
El box set se puede conseguir por $259.000 en Todoclásico (Pueblo del Inglés, local 114), o por US$ 182 en Amazon.