Es día jueves y Marcelo Mellado (63) llegó hace un par de horas a Santiago desde Valparaíso. Traslada una mochila y una maleta con ruedas. Acaba de ver en una fuente de soda un partido del Mundial de fútbol y está alborozado: Argentina fue derrotada por Croacia, 3-0.
"Yo disfruto con este asunto aunque no es correcto", dice en broma y en serio el escritor chileno nacido en Concepción, en 1955, que de inmediato señala con equipaje en mano: "Tengo que venir a buscar pega a Santiago o los alrededores de Valparaíso; Villa Alemana, Quilpué, Casablanca o San Antonio... Pero no la paso tan mal, soy un buen cesante, por lo menos un cesante productivo", comenta sentado en el café del GAM.
Días antes, en la librería del centro cultural ubicado en Alameda, presentó su último libro de relatos, Madariaga y otros, que publica Literatura Random House.
El personaje Madariaga, inspirado en un taxista colectivero del puerto de San Antonio, "es un crítico acérrimo de la labor municipal. (...) Siente que el perverso sistema ha roto el alma de su pueblo, porque lo controla y le quita autonomía", se lee en la primera historia del volumen, Madariaga y el PC. El entrañable chofer, que tendrá labores de detective y un par de casos por resolver, otorgados por su partido, deberá seguir los pasos de un concejal apodado "Cara de Viático".
Tras el golpe militar de 1973, Madariaga estuvo detenido en Tejas Verdes. Vive en Barrancas, maneja un auto Lada ochentero y su tarjeta de presentación dice: "Colectivos hay muchos, Madariaga hay uno solo".
"En el fondo, cuando él hizo esas tarjetas, se estaba adelantando al Uber", cree Mellado. "Con Madariaga fuimos haciendo una historia juntos, una vez escribí sobre él en el The Clinic, y él andaba con el diario en el auto, donde a veces yo lo acompañaba... Después lo perdí de vista. Pero ¡Madariaga llegó al lanzamiento del libro! Intervino en la presentación. Fue como si hubiese contratado a un actor. Él es un patrimonio vivo y uno desde ahí construye territorialidades posibles", agrega el autor de las novelas La provincia (2001), Informe Tapia (2004) y La hediondez (2011).
El año pasado Mellado publicó la novela Monroe. "La ficción es más interesante, el ensayo ya fracasó", dice entre risas. "Las ciencias sociales fracasaron. Igual me gusta el desarrollo de las ideas. Soy un Borges pasado por el municipio", añade.
Actualmente Mellado vive en el cerro Bellavista del puerto. "A mí me gusta mi cerro, pero Valparaíso es una ciudad fallida, divertida y patética", señala y muestra una fotografía de su celular, donde aparece un hombre comiéndose una pierna cruda de caballo, en el amanecer porteño. "Esa foto la tomó el Vicho", dice del dueño del restorán El Pimentón. "El error es considerar a Valparaíso como un modelo de desarrollo cultural", dice ahora refiriéndose al conflicto que ha tenido al Parque Cultural de Valparaíso, paralizado hace 28 días por sus trabajadores.
"Ese lugar tiene que convertirse en un parque botánico. Sería interesante, por ejemplo, que llevaran zarzamoras, árboles frutales y hacemos una ruta conectada con la quinta costa. Como zona de producción artística, mejor que lo destruyan", propone Mellado y cree que en el puerto "hay más organizaciones culturales que personas".
Sobre el municipio dirigido por Jorge Sharp, agrega: "Es una impostura política. Lo importante es que no salió de alcalde DJ Méndez ni Jorge Castro... ¡aunque Sharp está aliado con los que apoyaron a DJ Méndez! En este instante Sharp es un alcalde de la Concertación. Ni siquiera de la Nueva Mayoría, sino de la Concertación y eso es muy triste".