Es el año 1826. Tras haber realizado servicio en las escuadras de Chile y Brasil durante sus respectivos procesos independentistas, Lord Cochrane llega a Francia escapando de la justicia británica. Ese mismo año, el profesor Jean-François Champollion crea la sección de antigüedades egipcias del Museo del Louvre. Ambos hitos de la ficción y la historia se cruzan en libro Lord Cochrane y la hermandad de las catacumbas, publicado recientemente por el escritor y periodista Gilberto Villarroel (1964), bajo el sello Suma de Letras de Penguin Random House.

El año pasado el autor publicó Cochrane vs. Cthulhu, el primero de tres libros que tienen como protagonista al héroe naval. En esa primera entrega, ambientada en 1815, el cruce fue con un personaje original del universo de H.P Lovecraft, Cthulhu. Una idea que surgió mientras preparaba un documental sobre Cochrane, estrenado en 2016. "Una noche de insomnio me acuerdo, estaba acá en el departamento en París, me puse a escribir y surgió el cruce. Fue como una asociación libre de ideas de dos temas que me interesaban mucho", explica.

Ahora, Cochrane se encuentra con el profesor Champollion, quien ha descubierto un manuscrito donde Julio César relata su experiencia con esta monstruosa criatura, ocurrida años atrás y que da luces sobre la primera aparición de la deidad extraterrestre. "Junté a los dos personajes, a pesar de que ellos nunca se juntaron realmente, no habían sido amigos, pero como en la primera novela ya los había reunido, quería encontrar un nuevo aspecto que fuera verosímil y sin alterar la línea de tiempo de sus biografías", explica el autor. Así, Villarroel juega con la ficción insertando historias propias, pero respetando los hitos reales de la vida de Cochrane.

A su vez, esta segunda entrega suma una línea argumental que relaciona a Cthulhu con una hermandad secreta que se crea en torno a la criatura. "Empecé a jugar con la idea de qué pasaría si Cthulhu tuviera seguidores, y si esos seguidores fueran gente con poder dentro de la Iglesia. Especulé con la idea de este grupo de poder, a quienes les interesa ocultar y destruir el relato del César, más que darlo a conocer que es lo que quiere Lord Cochrane", cuenta. Ahí el conflicto cruza la línea de tiempo histórica propia de Lord Cochrane y también la arista sobre Julio César, que bordea el género del terror.

Fue en 2010 cuando Villarroel comenzó una investigación sobre la figura de Cochrane, con motivo de la realización del documental Lord Cochrane, Capitán de mar y guerra (2016). En ese proceso se sumergió en la lectura de bibliografía chilena y extranjera, incluyendo novelas napoleónicas, de autores como Frederick Marryat y Patrick O'Bryan. Luego, en 2014 se fue a vivir a Francia, lo que le sirvió para conocer de cerca las locaciones donde transcurre su novela. "Acá el gran incentivo para hacer novela histórica es que las locaciones están en pie todavía, pero también es una trampa porque, por ejemplo, Notre Dame ha cambiado mucho a lo largo de la historia. Entonces tuve que ir precisando cómo se veía en la época de Cochrane", señala Villarroel.

Si bien el relato mezcla historia y ficción, lo que da mayor sustento son los hitos reales. "Lo más difícil es crear con un muy buen nivel de detalle toda la base histórica, para insertar de a poco los elementos sobrenaturales, y que la gente se vea atrapada".