Un gato con botas porfiado y que habla en vez de maullar; un soldadito de juguete y uniforme rojo que cobra vida una noche de Navidad, y también Papelucho, el joven personaje cuyas aventuras seguro has leído en el colegio y que aquí oyes cantar, son parte de la magia que puede suceder sobre un escenario. Si eres un fanático de Netflix o te la pasas mirando televisión o videos en YouTube, quizás no hayas visto nada similar a lo que desde el año 2005 ofrece el Pequeño Municipal, el programa del Teatro Municipal de Santiago que intenta acercar la ópera, el ballet y la música clásica a los espectadores más pequeños de la familia, como tú.
La Bella Durmiente, La flauta mágica, La Cenicienta, Cascanueces y Pedrito y el Lobo son solo algunos de los más de 50 títulos que el ciclo ha puesto sobre el principal escenario del país, y que solo el año pasado atrajo a más de 35 mil espectadores menores de 12 años. A casi dos décadas de su creación, la gran pregunta sigue siendo: ¿Pueden los niños apreciar y divertirse con una ópera como La bohème o ante un concierto de música clásica como lo harían sus padres y los demás adultos?
Para la directora argentina Andrea Mijailovsky, quien decidió quedarse a vivir en Chile hace ya tres años y quien el próximo el 27 de abril estrenará sobre el mismo escenario el concierto dramático Cuadros de una exposición, la respuesta es clara: "En los niños no hay prejuicios, y adoro su espontaneidad", comenta. "Como público, son un desafío, porque muchas veces se subestima su capacidad de absorción. A mí me estimula muchísimo saber que podemos darles una opción diferente a la que tienen hoy en día con la tecnología, y esta iniciativa, que no existe en todos los teatros del mundo, les muestra a los niños otras manifestaciones más antiguas y que necesitan estar vivas también. Y no importa si los niños van a ser artistas, lo que importa es abrirles esa sensibilidad al arte", agrega.
Ahora echa a andar tu imaginación: un famoso compositor ruso llamado Módest Mussorgsky (1839 y 1881) da un paseo por el museo y visita la exhibición de dibujos y acuarelas de su gran amigo, el artista Viktor Hartmann. De pronto, las imágenes que el músico ve sobre esos cuadros cobran vida, y decide convertirlas en música que un grupo de hombres y mujeres comienza a interpretar en vivo, a pocos metros de ti. Todo esto y más es lo que sucede en Cuadros de una exposición, el viaje mágico y musical que se presentará hasta el 5 de mayo.
Próximos estrenos
Cuadros de una exposición
concierto dramatizado
27 de abril al 5 de mayo.
Entre $ 8.000 y $ 26.000
Las maderas de robin hood
Concierto dramatizado
8 y 15 de junio.
El oro del Rhin
Ópera de Richard Wagner
Dirección: pedro-pablo prudencio.
22 al 29 de junio.
El rey que quería ser músico
Concierto dramatizado
13 de julio al 3 de agosto.