A eso de las 11.40 terminó el ensayo de la Orquesta Sinfónica de Chile bajo la dirección del maestro Leonid Grin, y el pianista ruso Boris Petrushansky (Moscú, 1949) se preparaba para seguir ensayando durante la tarde antes del concierto de hoy a las 20.15 en el Teatro del Lago.
Es su primera vez en Sudamérica y en Chile, y apenas termine la presentación de hoy, parte directo al aeropuerto de Puerto Montt de regreso a Santiago para dejar el país. Su venida fue expedita y así también el acuerdo de su participación. Después de que el miércoles pasado el pianista estadounidense Tzimon Barto cancelara su participación en las Semanas Musicales de Frutillar, la organización lo contactó para que viajara desde Italia, país en el que vive gran parte del año, intercalado con su natal Moscú.
Así, de inmediato, la programación del concierto que dará hoy cambió y pasó de incluir el Concierto para Piano N°2 de Rachmaninov a tener un repertorio exclusivo de Tchaikovsky. Primero se interpretará el Concierto N°1 para Piano y orquesta en Si bemol menor y luego, después del intermedio y de que Petrushansky deje el escenario, será el turno de la Sinfonía N°4 del mismo compositor.
-¿Qué le parece este concierto para piano y cuál es su vínculo con la obra?
Es un concierto con el que tengo una relación bastante profunda porque la primera vez que lo toqué tenía 15 años. Para mí, habla de mi propio destino como artista e intento no tocarlo muy tradicionalmente. Cada vez que lo repito encuentro detalles diferentes que intento atrapar. Tiene muchas conexiones con la historia, con la literatura y con todas las óperas de la Tchaikovsky. Hay muchos vínculos entre estas obras.
-¿Qué transmite la obra?
Para mí esta música es una batalla victoriosa contra el destino que uno tiene y sobre como siempre hay que empeñarse por llegar a algo y ser el vencedor. -
-¿Por qué decidió venir?
Fue una aventura. Por un lado fue una situación complicada por la cancelación del otro solista, pero también sucede que con Leonid Grin somos grandes amigos hace muchos años y el poder venir a Chile ha sido muy atractivo.
-¿Qué le parecen las Semanas Musicales de Frutillar?
Estoy muy impresionado de que esto exista. Sobre todo me sorprende que esta sala y teatro estén en un pueblo, porque Frutillar es un pueblo, no una gran ciudad. Estoy seguro que para el público es también muy atractivo: el lugar, el ambiente, la sala y la música. De todas maneras, me parece que con un teatro de este nivel el festival es demasiado corto, debería ser más amplio.