El late show, el influyente formato que se instaló en la TV

<P>Esta semana debutó <B><I>A/Z</I>, que se une a<I> A tu día le falta Aldo</I>, <I>Sin Dios ni late </I>y <I>Lado C</I></B> en la oferta en pantalla. </P>




Es el formato más influyente de EE.UU. Un infaltable de todas las cadenas que quieren tener su espacio en la cultura pop. Y desde hace algunos años, es el tipo de programa más codiciado y menos conquistado de la pantalla local. Se trata de los late show, un género tan específico como flexible, que por estos días desembarcó con fuerza en la televisión chilena. El martes debutó A/Z en TVN, la apuesta de Ignacio Franzani para el trasnoche, y con su estreno, se completó la nómina de programas que están intentando consolidar el formato. Antes, en el cable ya se habían instalado Sin Dios ni Late (Zona Latina), de Julio César Rodríguez y Lado C (13C), de Marcelo Comparini. Y días antes que la red pública, Canal 13 lanzó a Aldo Schiappacasse y su A tu día le falta Aldo.

Aunque aquí son una idea relativamente reciente, en EE.UU. los late show tienen larga tradición. El responsable de la encarnación que los caracteriza por estos días es Johnny Carson, que por tres décadas condujo The tonight show. Ahora, nombres como David Letterman, Jay Leno -quien heredó el espacio de Carson-, Conan O'Brien, Jimmy Kimmel, Craig Ferguson, Jon Stewart, Jimmy Fallon y Stephen Colbert han tomado ese legado y compiten por el rating (que no son demasiado altos) y, mucho más importante, por la influencia en la cultura pop (que es casi omnipresente).

Aunque el formato tiene cierta flexibilidad, las coordenadas que lo definen son claras: se trata de un programa fundamentalmente de humor, con un conductor que es figura central, con invitados, ya sea contingentes o curiosos, que aparecen para entrevistas cortas que están más enfocadas en causar gracia que en las grandes revelaciones. Casi siempre incluyen un monólogo inicial y música en vivo. "El conductor es un comediante que deriva en el periodismo", dice Schiappacasse, y recalca la diferencia con la experiencia local: "Aquí, en cambio, el género ha quedado en manos de periodistas y animadores, y nos ha costado dar con el tono". Franzani, por su parte, dice que A/Z solo está inspirado en los late, pero reconoce que es un "formato codiciado, porque es una instancia atractiva para conversar".

El más codiciado

Sergio Lagos, Rafael Araneda, el mismo Julio César Rodríguez, José Miguel Villouta, Raúl Alcaíno. El listado de rostros que estuvieron en la fila para animar uno de estos programas en la pantalla local es larga, más allá de si lo lograron o no. Y Marcelo Comparini, uno de sus exponentes más constantes, no sólo con Lado C, sino que también con Plaza Italia, da su explicación de por qué ha sido un género tan difícil de trasplantar. "No se ha establecido porque implica varias cosas complicadas: necesitas guiones muy buenos, y eso es caro y difícil de encontrar en Chile. Además, hay que tener buenos invitados permanentemente, y el mercado chileno no es tan extenso y tiende a repetirse", explica. Mientras que Araneda, que en su momento preparó una propuesta, pero quedó congelada tras la llegada de A/Z a la parrilla, opina que el error ha sido intentar ser demasiado fiel a las coordenadas estadounidenses: "Como estructura programática, el tiempo que duran las entrevistas, los horarios, es un excelente formato, pero no por eso hay que hacerlo igual a EE.UU.".

Rodrigo García, productor ejecutivo de A tu día le falta Aldo, propone una explicación de por qué su desembarco ocurre ahora. "Tiene que ver con varios factores. La TV está más abierta a la exploración de horarios distintos, gracias a las teleseries nocturnas". Y sigue: "La gente está más dispuesta a consumir contenidos de contingencia con humor. Es algo pendular, el contenido de farándula se ha ido agotando y el late aporta con una visión irónica de la realidad". Y Araneda analiza: "Es importante tener una tercera franja. No puede ser que a las 10 exista algo, a las 11 otras cosa y después vamos a las noticias y nada más. Comercialmente, programáticamente y editorialmente, un medio tiene que tener más horarios".

Eso no quita que el escenario todavía sea cuesta arriba. Existe consenso en que para subsistir, estos formatos no pueden tener exigencias altas de rating. "Pese a que no tienen descomunales niveles de audiencia, tienen alto nivel de recordación", aporta Schiappacasse, cuyo espacio promedia 6,5 puntos hasta ahora, según Time Ibope.

Además, los presupuestos son más bien modestos. Así, dicen, a la hora de fichar los entrevistados, lo que reina es el ingenio. A saber: un cercano cuenta que Américo apareció en el primer episodio de A/Z como un favor personal, gratuitamente. Otra clave es apelar a gente que necesite promocionar proyectos. Y a la hora de pagar, las tarifas son más bien modestas. Por ejemplo, Perla, la adolescente gitana que apareció en un episodio de La casa por la ventana, recibió $ 150 mil por su aparición.

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