La historia del joven que ya estaba marcado

<P>El 6 de marzo pasado, Francisco Javier Figueroa Muñoz (27) fue atacado por desconocidos con un machete. El ataque le dejó una cicatriz en su brazo derecho, la que mostraba como una "herida de guerra". </P>




Son cerca de las 21.30 horas del martes 6 de marzo y el barrista Francisco Javier Figueroa Muñoz camina solo por los estrechos pasajes de la población La Faena, en Peñalolén, buscando un local de comida rápida. De forma sorpresiva, un automóvil frena a su lado y, desde su interior, descienden siete desconocidos con un solo objetivo: herirlo de gravedad.

Con un afilado machete, uno de los agresores ataca al entonces líder y fundador de la barra de Colo Colo "Los Spectros", quien alcanza a cubrir su rostro con el brazo derecho. Producto del ataque, Figueroa Muñoz, conocido como "Mero Mero", es trasladado de urgencia al Hospital del Salvador, donde permanece internado durante 18 días por una "fractura en su extremidad superior". Una "herida de guerra" que mostraba orgulloso, recuerdan sus amigos.

Su peculiar apodo nace del filme Sangre por sangre, donde el personaje "Mero Mero" es parte de la pandilla "Vatos Locos".

A casi cuatro meses de ese episodio, un nuevo hecho de violencia volvió a afectar al barrista de 27 años, quien, a eso de las 16.50 del pasado domingo, murió al ser apuñalado en el entretiempo del partido entre O'Higgins y Colo Colo, disputado en el estadio El Teniente de Rancagua.

Puñaladas en la espalda, abdomen, piernas, pecho y glúteo fueron las heridas que terminaron con la vida del fanático albo y padre de una niña de seis años.

Tenía cinco causas abiertas por amenazas, daños simples, consumo de drogas y estado de ebriedad y lesiones graves.

Su historia con el club se remonta a comienzos de 1997, cuando el joven y un grupo de amigos de la población La Faena formaron el grupo "Los Spectros", con el cual dibujaba murales, pintaba postes blanco con negro y concurría cada fin de semana al estadio. Por esta razón, y con sólo 12 años, el joven hincha comenzaba a formarse un nombre entre los líderes de la barra del cuadro popular. Según recuerdan sus familiares y amigos, uno de los responsables del fanatismo de "Mero Mero" por la camiseta alba fue su abuelo, también amante del club.

A tal punto llegaba su pasión que, incluso, "decía que era más importante ir a ver a Colo Colo que estar con su familia", recuerda uno de sus amigos. Sus trabajos esporádicos como gásfiter eran su único ingreso, el cual también utilizaba para seguir al cuadro albo. En 2002 cursó tercero medio en el Centro Educacional para Adultos de Peñalolén.

Poco a poco, su influencia dentro del grupo que lideraba fue seduciendo a más adherentes, que sumarían cerca de 100 integrantes, lo que, según Angel, uno de sus más cercanos amigos, "causó un quiebre dentro de la barra porque empezó a hacerle el peso a 'Pancho Malo' (Francisco Muñoz)", ex líder de la Garra Blanca.

Ambos, asegura el hermano del fallecido, Jorge Figueroa (29), "hicieron varias cosas juntos, como la coordinación dentro de la barra. Eran conocidos y se juntaban cuando le pasaba algo a alguno de los chiquillos de la barra. Juntaban plata para sus familias, cuando había que hacer velorios".

Una de las exequias que organizó fue la de su amigo René Umaña Gutiérrez (33), quien el 25 de abril de 2010 murió atropellado por un carro lanzaguas de Carabineros, durante un clásico entre Universidad de Chile y Colo Colo.

Esta relación, sin embargo, cambió de forma radical a comienzos de 2010. Por esa fecha, según sus cercanos, Figueroa habría encarado a "Pancho Malo" porque "estaba lucrando mucho con la venta de entradas. Y a nadie le gustaba eso. En vez de regalar las entradas a la gente para que fuera a ver a Colo Colo, las vendía", recuerda su hermano.

Desde entonces -dice otro integrante de la barra, quien pidió reserva de su nombre-, las amenazas entre los líderes de ambas facciones del equipo se hicieron constantes. De hecho, reconoce Angel, uno de los últimos encuentros en los que Figueroa sufrió una amenaza fue durante el partido que enfrentó a Colo Colo con Iquique, en el estadio Monumental, por los playoffs del Apertura.

Según recuerda uno de los testigos, ambos líderes se habrían enfrascado en una dura discusión, que no terminó en golpes debido a que los separaba la reja que divide el sector Arica (donde se instala la Garra Blanca) de la zona Lautaro, utilizada por "Los Spectros". Durante la pelea, recuerda el barrista, los grupos mostraban sus cuchillos, gritaban amenazas y golpeaban el metal para amedrentar a sus rivales. El enfrentamiento terminó sin lesionados, pero causó una profunda fractura en ambas facciones.

Pese a las amenazas y sospechas de ser atacado por desconocidos, aseguran sus amigos, "Mero Mero" se resistía a alejarse de Colo Colo. Según Angel, quien compartió con el fallecido horas antes de su asesinato, la víctima le habría dicho que "uno de estos días me van a matar, pero seguiré yendo al estadio".

Ayer, cerca de un centenar de amigos, familiares y barristas asistieron al velatorio de Figueroa. Un féretro blanco con negro contenía el cuerpo del joven, quien llegó a su casa de Peñalolén en medio de disparos al aire y lienzos de Colo Colo.

Más tarde, eran detenidos en Santiago los dos sospechosos de su asesinato, quienes fueron trasladados a Rancagua, donde deberán declarar ante el Juzgado de Garantía de esa ciudad.

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