El viernes 26 de marzo por la noche, el Ministerio de Salud contactó a Travel Security y Turismo Cocha, dos de las principales agencias de turismo del país. El llamado fue para encomendarles con urgencia coordinar el traslado de los pasajeros chilenos y extranjeros que arribaran al país con los hoteles de tránsito en medio de un complejo escenario tras el recrudecimiento de la pandemia.

La designación fue sin licitación de por medio, pues no hay ni habrá pago por parte del Estado, y ocurrió un día después de que el gobierno decretara la obligatoriedad de que los viajeros -al llegar al país- se hospedaran por cinco días en hoteles “de tránsito” costeados de su bolsillo. El monto podría llegar hasta los $ 450 mil, incluyendo traslados y un examen PCR. Ambas compañías pertenecen a Sergio Purcell y Guillermo Correa, vicepresidente y presidente de la Asociación Chilena de Empresas de Turismo (Achet), gremio que reúne a agencias de viaje y touroperadores a nivel nacional. Producto de la crisis sanitaria, estas han sido muy golpeadas.

El sistema, que entró en marcha a mediados de esta semana, causó el caos en el aeropuerto de Santiago. Las nuevas medidas provocaron que se formaran largas colas de personas, a la espera de que se les enviara a algún hotel disponible. Sin embargo, con el correr de las horas los cupos se agotaron y los viajeros acusaron falta de información. El Minsal ahora apuesta a abrir más residencias sanitarias para paliar ese déficit.

¿Por qué la designación fue prácticamente a dedo y sólo dos agencias? Guillermo Correa, CEO de Travel Security, explicó a La Tercera que esto ocurrió debido a la urgencia y el interés de la autoridad por establecer la trazabilidad de los pasajeros que llegaran al aeropuerto Arturo Merino Benítez. Uno de los puntos que inclinó la balanza a favor de ambas compañías es que sus trabajadores cuentan con credenciales que les permiten desplazarse con facilidad al interior del terminal aéreo.

En la práctica, el proceso significó que ambas agencias tomaran contacto de inmediato con hoteles y residencias que cumplieran con una serie de condiciones. Al mismo tiempo, el acuerdo las obligó a negociar las tarifas en pocas horas, las que debían incluir cuatro comidas diarias, medidas sanitarias extremas y otras disposiciones fijadas por el Ministerio de Salud. Se trata de hoteles cuyos dueños -en algunos casos- jamás pensaron que volverían a estar a tope de su capacidad en un escenario cada vez más deprimente para el turismo.

“Aquí lo que se ha pretendido armar es que hay un paquete turístico tremendo y lo único que hay en realidad son desafíos importantes y problemas. La explicación no corresponde que la dé uno, pero el ministerio lo hizo pensando en el sentido de urgencia, pensando en empresas grandes con buena imagen y serias, y que sean capaces de montar todo este articulado con todos los hoteles”, explicó Correa.

El 99% de los pasajeros que tendrán que seguir las indicaciones de Travel Security y Cocha viajaron antes del 27 de marzo, y no sabían de las condiciones impuestas por la autoridad. “Son los pasajeros que viajaron en el último año y que no han regresado. Si tú me preguntas si hay capacidad para albergar a esa gente, creo que matemáticamente no me da. No existe, porque tienen que ser establecimientos que tienen que cumplir con una serie de condiciones y son muy exigentes”, añadió el ejecutivo.

Al mismo tiempo, el acuerdo implicó que ambas empresas montaran un sitio web en dos días y hacer todo el desarrollo para el pago en línea. “Para nosotros esto ha sido una pesadilla. Pero creo que esta es una medida que va a durar poco tiempo, porque la capacidad hotelera es muy limitada. Esto lo hicimos en extremo urgente y en el fondo era para evitar el cierre de las fronteras, pero creo que desgraciadamente se producirá igual”, dijo el ejecutivo durante la mañana de este jueves. Pocas horas después, el gobierno confirmó el cierre de las fronteras durante 30 días por el alza en los contagios de Covid-19.

“Imagínate para mí lo complicado que es, yo soy presidente de un gremio, y más de alguno puede pensar que este se arregló los bigotes. O sea, cualquier cosa, pero menos ese problema, porque este tema no significa nada en términos de venta, pero sí existe un riesgo potencial muy grande de imagen. En lo personal, creo que esto será muy agotador por la capacidad instalada”, remató Correa.

Autoridad sanitaria confirma “premura”

Desde la Seremi de Salud Metropolitana confirmaron que detrás del acuerdo con Cocha y Travel Security estuvo la “premura” con que se debía implementar la medida, se realizó un convenio de colaboración con aquellas agencias de viajes que contaban con operación en el aeropuerto y que estaban disponibles para trabajar como operadores logísticos de la Seremi de Salud RM para aislamiento de viajeros (se ofreció a las tres que operan en el recinto, declinando una de ellas).

Ambas agencias poseen oficinas en el aeropuerto, pese a que se encuentran cerradas por la pandemia, sus trabajadores poseen las autorizaciones necesarias para tener acceso a la zona internacional de llegada de pasajeros.

A la fecha, el Ministerio de Salud cuenta con una red operativa de 30 hoteles de tránsito que operan directamente con la Seremi de Salud RM, adicional a 89 hoteles disponibles a través de las agencias de viajes. Según cálculos de esta repartición, el 31 de marzo, ingresaron 1.245 pasajeros internacionales.

“En caso de ser necesario, se aumentará la capacidad hotelera con aquellos recintos que cumplan los siguientes requisitos: estar registrados en Sernatur, cumplir con protocolos Covid-19 actualizados y contar con disponibilidad de camas. Además, los hoteles deben tener el certificado de compromiso y ofrecer una tarifa preferencial de hotel de tránsito, mantener tarifas éticas y no elevar los precios”, explicaron desde la Seremi de Salud RM.

Además, los recintos deben registrar el ingreso de los viajeros en su plataforma y enviar información periódica a la Seremi de Salud acerca de los ingresos y salidas de los viajeros. Sumado a tener pisos exclusivos de hospedaje de tránsito obligatorio y ofrecer el servicio de vigilancia las 24 horas y los siete días de la semana para apoyar en el cumplimiento del aislamiento y, en caso de algún evento, informar a la autoridad sanitaria.