Agustín Squella, convencional constituyente: “La centroizquierda local necesita un tratamiento urgente de oxígeno y renovación”
El abogado y académico dijo a La Tercera que solo así este sector se presentará “ante el país como lo que siempre fue: una opción válida”. Respecto a una eventual revisión del quórum de dos tercios para los acuerdos del órgano constituyente, es categórico: "Nos guste o no, se trata de una de las reglas del juego en que estamos".
Sus títulos son múltiples: doctor en Derecho, académico de la Universidad de Valparaíso, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales y ahora convencional constituyente. Agustín Squella Narducci, 77 años, salió electo el domingo por el distrito 7 (Valparaíso y Viña del Mar, entre otros). En conversación con La Tercera, el abogado y columnista analiza el histórico proceso electoral del fin de semana.
Teniendo en cuenta los resultados, ¿qué espera de la Convención Constitucional?
Que haga bien su trabajo, que no es otro que el de estudiar, debatir, acordar, redactar y proponer al país una nueva Constitución. ¡Y vea usted cuántos verbos hay allí!
¿Cuáles son sus expectativas?
Que ese trabajo se haga realmente bien, a conciencia de la tarea, con una buena y leal disposición y tono de parte de todos los integrantes de la convención, con conciencia de que lo que se espera en una Constitución para el país y no solo para parte de él. Espero también una ciudadanía que acompañe a la convención, no que la rodee; que le hable, no que le grite; que le tienda una mano, no que le muestre los puños; que se conecte con ella, y no que simplemente tuitee.
¿Le gustaría ser presidente de la convención?
Estoy seguro de que habrá otros integrantes de la convención, hombres y mujeres, con mayores habilidades y menos edad que yo para ejercer esa importante y delicada función.
¿Qué aspectos básicos debería incluir el reglamento?
Todas las normas procedimentales necesarias para trabajar con seriedad, eficiencia, rapidez, transparencia.
¿Es negociable la regla de los dos tercios?
Aprobar cada disposición por dos tercios es una exigencia de la reforma constitucional que abrió este proceso y no veo cómo la propia convención podría alterar ese quórum. A mí siempre me ha parecido muy alto, pero es el quórum que fue establecido y que todos los ciudadanos, y los propios constituyentes que hemos sido elegidos, conocimos y aceptamos tanto cuando votamos en el plebiscito que ganó el Apruebo como al momento de inscribirnos como candidatos. Nos guste o no, se trata de una de las reglas del juego en que estamos y no es del caso que los jugadores procedamos ahora a desconocerla o a cambiarla por otra.
¿Cómo evalúa los resultados de las elecciones de este fin de semana?
Algo desconcertante, sobre todo por la altísima y difícilmente explicable abstención. ¿Qué pasa con el 57% de los ciudadanos y ciudadanas que deciden no votar cuando se les pregunta acerca de quiénes deberían estudiar y proponer una nueva Constitución? Y en cuanto a cómo se distribuyó la votación que hubo, lo que ella evidencia es que en término electorales nada se solidifica en Chile. Todo se vuelve líquido y circula como fluyen los líquidos por las superficies sólidas: de pronto hacia aquí, de pronto hacia allá, de pronto haciendo una figura, de pronto haciendo otra. Vaya uno a saber qué cosa otra vez inesperada podría pasar en las elecciones de fin de año.
¿Cree que estos resultados electorales fortalecen una alianza en torno a una candidatura de Daniel Jadue?
Claro que la fortalecen al interior de su propio partido y también del Frente Amplio. Eso es un hecho. Y espero que ese hecho haga pensar mejor de lo que lo ha hecho hasta ahora a la centroizquierda local que llega justo hasta el Frente Amplio. Dispersa, fragmentada, nostálgica y con escaso sentido de la realidad, esa izquierda necesita un tratamiento urgente de oxígeno y renovación que le permita presentarse ante el país como lo que siempre fue: una opción válida.
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