“Alto al fuego”. Así se llama el programa que la Subsecretaría de Prevención del Delito busca replicar de sus pares en México, el cual está enfocado en sacar a los jóvenes de la delincuencia y cortar la cadena de homicidios entre bandas rivales.

Fue el propio subsecretario Eduardo Vergara quien viajó la semana pasada para conocer cómo funcionaba este programa -el cual tiene su origen en la ciudad de Boston en Estados Unidos- tanto a nivel técnico como operativo.

Durante la visita de Vergara las autoridades mexicanas explicaron que lo que se busca es analizar cómo funcionan los grupos que predominan en determinadas zonas de la ciudad, identificarlas e intervenirlas para poder sacarlas de estos sectores y evitar que puedan ser potenciales víctimas de lesiones graves y homicidios.

“La realidad delictual chilena es bastante distinta y lejana a las cifras que tiene México y los países de Centro América. Sin embargo, como gobierno queremos actuar de manera preventiva, pero con un sentido de urgencia. Tenemos claro que la cantidad de homicidios es alta y que vienen en una curva al alza desde el año 2017, por lo mismo, es necesario buscar experiencias y aplicarlas lo antes posible”, comenta a Vergara a La Tercera.

El subsecretario comentó que lo que se busca hacer en nuestro país, con un sistema similar al “Alto fuego” de México, es identificar a las bandas criminales que están cometiendo la mayor parte de los delitos violentos y tratar de intervenirlas, no solo desde el punto de vista policial, sino que también social. La idea, advierten en el Ejecutivo, es trabajar sobre estos grupos de manera focalizada.

Para eso, además, es necesario impulsar otros dos planes que tiene contemplado el Ejecutivo: consolidar el Centro para la Prevención de Homicidios y Delitos Violentos y mantener un canal formal con los municipios para detectar eventuales zonas de riesgo.

Durante su viaje a México, el subsecretario además aprovechó de reunirse con las autoridades del Centro de Control, Comando, Comunicación y Calidad del Estado de México (C5), lugar que cuenta con tecnología que permite coordinar a las autoridades estatales, municipales y policiales, entregando un servicio expedito ante emergencias que requiera la ciudadanía, funcionando como una especie de 911.

Allí también participó de un encuentro con representantes del programa “Reconecta”, plan que está basado en la reinserción de jóvenes menores de 19 años que participan de dinámicas delictivas.

El Centro para la Prevención de Homicidios y Delitos Violentos -integrado también por el Ministerio de la Mujer, el Servicio Médico Legal, Gendarmería, Carabineros y la PDI- tiene como misión establecer lineamientos para el levantamiento, registro y sistematización de los homicidios y delitos violentos.

Es sobre este pilar que se buscar hacer algo similar a lo que se hace en México, en cuanto a la coordinación entre distintas autoridades para así actuar de manera preventiva sobre un grupo focalizado. Para eso, reconocen en el gobierno, es necesario contar con información unificada entre todas las instituciones.

Por ejemplo, hasta antes de su creación -lleva funcionando tres meses, pero será inaugurando oficialmente en las próximas semanas-, la información con la que contaba la Subsecretaría Prevención del Delito correspondía a “casos policiales” reportados por Carabineros y la PDI, sin distinguir el contexto así como tampoco se reportaba información sobre si existía más de una víctima o si estos casos terminaban correspondiendo a homicidios consumados, frustrados o tentados.

Ahora pretende contar con un mejor levantamiento de datos y sistematización de la información que producen las entidades especializadas. “Esto es clave a la hora de entender el aumento de este delito y para determinar si se relacionan a crimen organizado, bandas criminales, aumento de armamento ilegal u otros fenómenos. Tenemos que focalizar el trabajo sobre quienes están cometiendo estos ilícitos y ya contamos con información relevante”, dice el subsecretario.