“Aquí se rompió todo”: el MAS sentencia su separación con el Presidente Arce por juicio a Evo Morales

Raúl Peñaranda, analista boliviano: “Toda la pugna entre Evo Morales y Luis Arce se basa en quién será el candidato en 2025″
Evo Morales junto al entonces candidato a la presidencia de Bolivia, Luis Arce, en una conferencia de prensa en Buenos Aires.

La dirección de la colectividad oficialista calificó de “traidor” al actual gobierno boliviano, luego de que el ministro de Justicia dijera que demandará al expresidente. Según el MAS, es “imposible que la base vaya a permitir que pueda ser reelecto”, en alusión a las aspiraciones de Luis Arce de cara a 2025.


La Dirección Nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS) rompió la relación con el Presidente de Bolivia, Luis Arce, y su gobierno, asegurando que “aquí acabó todo”, esto debido a la amenaza de un juicio que, según la colectividad, busca inhabilitar a Evo Morales como candidato presidencial en 2025.

En una conferencia de prensa, la dirección del MAS, que dirige Evo Morales, calificó de “traidor” al gobierno de Arce, luego de que el ministro de Justicia, Iván Lima, dijera que demandará al expresidente (2006-2019).

“Con esta alta traición, imposible que la base vaya a permitir que pueda ser reelecto (Luis Arce) en las primarias (...); él tendrá que buscar su propia estructura política, hacer su propio partido”, advirtió Gerardo García, vicepresidente del partido oficialista.

“Con estas amenazas de procesar, meter preso (e) inhabilitar a nuestro hermano Evo (Morales), aquí se rompió todo. Nosotros todavía estábamos con la esperanza de poder sentarnos, dialogar, debatir y ver cómo superamos nuestras diferencias, (pero) ahora estamos (separados), tan claro como el agua y aceite, no se van a mezclar nunca”, remarcó García, citado por el diario paceño La Razón.

La crisis interna en el frente gubernamental se profundizó aún más el fin de semana, cuando Morales denunció que el bufete del ministro Iván Lima defiende a una empresa que procesa al Estado por US$ 35 millones. Ante ello, Lima anunció un juicio en contra del expresidente y jefe del MAS por el delito de difamación. Además, consideró que las palabras de Morales ya llegaron “al límite” y que se excedió al señalar que exista un plan para anularlo. “Evo Morales tendrá que demostrar las mentiras que ha dicho ante los tribunales”, sostuvo.

Ante estas declaraciones, sectores afines a Evo salieron al paso para defender a su líder, incluso confrontándose con el gobierno de Arce. Lima rechazó que este tema de denuncia contra Morales tenga que ver con el Ministerio de Justicia o el gobierno.

“Los delitos de difamación, injuria y calumnia corresponden al ámbito privado. No es pertinente que me refiera a un tema privado, no es un asunto del gobierno nacional ni tampoco del Ministerio de Justicia. Es un tema que voy a asumir a título personal, como Iván Lima, porque se ha afectado mi honor y lo llevaré a ese ámbito”, complementó Lima.

Pero, en un hilo de publicaciones, Morales señaló que el anuncio de un juicio en su contra es un “acto de guerra sucia del divisionismo, la traición y el oportunismo que forma parte del plan de destrucción del MAS”.

Según EFE, la división en el MAS inició a finales de 2021 entre seguidores de Morales, de línea radical, y de Arce, considerados “renovadores”, con cuestionamientos y críticas mutuas por casos de corrupción, el actuar de algunos ministros y la situación económica del país que, además, han llevado a que ambos bandos por separado estén proclamando a uno y otro como candidatos para las elecciones de 2025.

Un claro ejemplo de la crisis interna en el MAS, señala La Razón, fue que, entre diciembre y enero, se expulsó al menos a 12 legisladores del ala de los “renovadores” por decisión de ampliados departamentales. El conflicto derivó en la creación de dos bloques en el Legislativo: los evistas y los arcistas.

Respecto de las elecciones, Morales sostuvo el sábado que en su partido quedaron en un acuerdo de no hablar de candidaturas hasta 2024, pero que el ala del Presidente Luis Arce rompió este acuerdo a través de un documento que señala que Arce junto al vicepresidente David Choquehuanca se presentarán a las elecciones para el período 2025-2030.

En medio de anuncios de quiebre definitivo entre la dirigencia del MAS y el gobierno, el exvicepresidente Álvaro García Linera consideró que la resolución de la crisis corresponde solo a Arce y Morales. “Siempre vamos a intentar apoyar a que dialoguen, pero esto ya no se resuelve a nivel de ministros, de diputados o de dirigentes sociales; se resuelve a nivel de Evo y Luis”, afirmó en entrevista con La Razón Radio.

García Linera advirtió que Bolivia puede seguir un camino político similar al de Argentina -en alusión a la sorpresiva votación del candidato de extrema derecha Javier Milei en las primarias presidenciales- si es que Arce y Morales no arreglan sus diferencias. “Espero que Luis y el presidente Evo estén leyendo de manera sólida y seria los resultados de Argentina. No jueguen con fuego, luego vienen los arrepentimientos que duran 20 años”, afirmó.

“La ruptura, ya no crisis, no afecta la reelección de Arce, más bien la viabiliza, pues Arce tiene el derecho constitucional que sostiene que el presidente puede optar por la reelección inmediata. Arce no tiene que pedir permiso a nadie, incluso podría ir con otra sigla diferente al MAS. Además, tiene el control y apoyo de toda la estructura estatal”, comentó a La Tercera el analista político boliviano Carlos Cordero, quien agregó: “García Linera se encuentra en el limbo político y su pasado lo condena (…) Evo lo llamó traidor por sospechas de una supuesta cercanía con el gobierno de Arce”.

“El que pierde horizonte producto de la ruptura y la purga contra García Linera es Evo. El entorno de Evo, que detestaba a García Linera, está feliz. Evo cada vez tiene menos control del partido, pues sus simpatizantes están cambiando de bando por cuestiones laborales o prebenda del Estado”, aseguró Cordero.

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