China y Cuba están negociando para establecer una nueva instalación de entrenamiento militar conjunto en la isla, lo que generó alarma en Washington de que podría llevar al estacionamiento de tropas chinas y otras operaciones de seguridad e inteligencia a solo 160 kilómetros de la costa de Florida, según funcionarios estadounidenses actuales y anteriores.

Las discusiones sobre la instalación en la costa norte de Cuba se encuentran en una etapa avanzada, pero no han concluido, según sugieren los informes de inteligencia de Estados Unidos. El gobierno de Joe Biden se ha puesto en contacto con funcionarios cubanos para tratar de impedir el acuerdo, buscando aprovechar lo que cree que podrían ser preocupaciones cubanas sobre la cesión de soberanía. El esfuerzo de Beijing para establecer un centro de entrenamiento militar en Cuba no se ha informado anteriormente.

La Casa Blanca se negó a comentar.

La mayor ansiedad en Washington por las ambiciones de China en el Caribe y América Latina se produce cuando la administración busca reducir las tensiones más amplias con Beijing que se han avivado por una serie de otros problemas, incluido el apoyo de Estados Unidos a Taiwán. El secretario de Estado, Antony Blinken, realizó una visita de alto perfil a China en los últimos días y se reunió con el líder chino, Xi Jinping.

El viaje pareció detener una espiral descendente en las relaciones. Pero Blinken no logró asegurar el acuerdo de China con una propuesta de EE.UU. de que los dos países reanuden las comunicaciones entre militares para evitar malentendidos. También planteó las preocupaciones de Estados Unidos sobre las actividades de inteligencia chinas en Cuba, según un comunicado del Departamento de Estado.

Los funcionarios estadounidenses dijeron que la referencia a la nueva instalación de entrenamiento propuesta en Cuba está contenida en la nueva inteligencia estadounidense altamente clasificada, que describieron como convincente, pero fragmentaria. Se está interpretando con diferentes niveles de alarma entre los responsables políticos y los analistas de inteligencia.

El Wall Street Journal informó el 8 de junio que China y Cuba habían llegado a un principio de acuerdo para un nuevo sitio de espionaje en Cuba; la Casa Blanca caracterizó ese informe como inexacto, pero no dio más detalles. Dos días después, la Casa Blanca desclasificó la inteligencia para confirmar públicamente que las instalaciones de recopilación de inteligencia china existen en Cuba desde al menos 2019.

Funcionarios estadounidenses actuales y anteriores señalaron que una nueva instalación militar podría proporcionar a China una plataforma para albergar tropas de forma permanente en la isla y ampliar su recopilación de inteligencia, incluida la escucha electrónica, contra Estados Unidos.

Lo más preocupante para Estados Unidos: la instalación planificada es parte del “Proyecto 141″ de China, una iniciativa del Ejército Popular de Liberación para expandir su base militar mundial y su red de apoyo logístico, dijo un funcionario estadounidense actual y otro anterior.

China y Cuba ya administran conjuntamente cuatro estaciones de espionaje en la isla, según funcionarios estadounidenses. Esa red experimentó una mejora significativa alrededor de 2019, cuando una sola estación se expandió a una red de cuatro sitios que se operan de forma conjunta, y la participación china se profundizó, según los funcionarios.

También hay señales de cambios en el arreglo de esas instalaciones que, según los funcionarios, podrían indicar una mayor participación china, aunque los detalles son escasos. Un informe de inteligencia de EE.UU. a principios de este año se refirió a la “centralización” de la gestión de los cuatro sitios conjuntos, pero no se pudo determinar exactamente qué implica eso.

Otros sitios del Proyecto 141 incluyen un acuerdo para un puesto naval chino en Camboya y una instalación militar cuyo propósito no se conoce públicamente en un puerto de Emiratos Árabes Unidos, dijo un exfuncionario estadounidense. Ninguno de los sitios del Proyecto 141 conocidos anteriormente se encuentra en el hemisferio occidental.

Algunas de esas instalaciones también incluyen capacidades de recopilación de inteligencia, incluida una base china en Yibuti, en el Cuerno de África, la única base militar de Beijing fuera de la región del Pacífico, donde China ha estado trabajando para construir una instalación para recopilar señales de inteligencia.

Un funcionario de la embajada china en Washington se refirió a los comentarios de un alto vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores en Beijing el 9 de junio, diciendo que no estaba al tanto de ningún acuerdo entre China y Cuba y que Estados Unidos es un “experto en perseguir sombras” en otros países e inmiscuirse en sus asuntos.

“Esperamos que las partes relevantes puedan concentrarse más en las cosas que conducen a mejorar la confianza mutua y el desarrollo de la paz y la estabilidad regionales”, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, cuando se le preguntó sobre las negociaciones con Cuba en una sesión informativa periódica en Beijing el martes.

La embajada de Cuba en Washington calificó el informe anterior del Journal como “totalmente mentiroso e infundado”. La embajada no respondió a una solicitud de comentarios el lunes.

En una entrevista con CBS News el lunes, Blinken señaló que las actividades chinas en Cuba eran una seria preocupación para la administración y que lo había planteado en sus reuniones de fin de semana en Beijing.

“Hemos estado tomando medidas en los últimos dos años, diplomáticamente, dondequiera que hayamos visto a China tratando de crear ese tipo de presencia”, señaló. “Es algo que realmente preocupa. Fui muy claro acerca de nuestras preocupaciones con China”.

El martes en NBC, Blinken dijo: “Siempre tenemos preocupaciones cuando toman físicamente una posición que podría convertirse en una base militar de algún tipo”.

Las tensiones entre Estados Unidos y China se han agudizado en los últimos meses por cuestiones que incluyen un globo espía chino que voló sobre EE.UU. antes de que el Ejército norteamericano lo derribara y encuentros cercanos entre las Fuerzas Armadas de las naciones en el cielo y en el mar.

Algunos funcionarios de inteligencia dicen que Beijing ve sus acciones en Cuba como una respuesta geográfica a la relación de Estados Unidos con Taiwán: Estados Unidos invierte mucho en armar y entrenar a la isla autónoma que se encuentra frente a China continental y que Beijing ve como propia. The Journal informó que Estados Unidos ha desplegado más de 100 soldados en Taiwán para entrenar a sus fuerzas de defensa.

Taiwán está aproximadamente a 160 kilómetros de China continental, aproximadamente a la misma distancia que Cuba de Florida.

China no tiene fuerzas de combate en América Latina, según funcionarios estadounidenses. Mientras tanto, EE.UU. tiene decenas de bases militares en todo el Pacífico, donde estaciona a más de 350.000 soldados. Los funcionarios chinos han señalado esto cuando rechazan los esfuerzos estadounidenses para contrarrestar su expansión militar fuera del Indo-Pacífico.

Algunos funcionarios estadounidenses advirtieron que los parámetros de los planes de China en Cuba no se conocen por completo y dijeron que los dos países se moverían con cautela para expandir los lazos de seguridad.

“La comunidad de inteligencia ha evaluado durante varios años que la República Popular China tiene la intención de expandir su alcance a nivel mundial y, en este caso, es prematuro sacar conclusiones firmes sobre los informes recientes”, indicó un funcionario de inteligencia de EE.UU. “En esta etapa, no parece haber nada que proporcione una gran mejora al conjunto actual de capacidades”.

Cualquier aumento en la coordinación de seguridad entre China y Cuba “irá despacio”, dijo el funcionario de inteligencia estadounidense.

Cuba, señalaron varios funcionarios, tiene motivos para actuar con cautela, para evitar provocar a Estados Unidos en un momento en que su economía está en una situación desastrosa y busca aliviar las sanciones económicas y las restricciones de viaje impuestas por Washington.

Estados Unidos había estado rastreando una visita planificada a Beijing por parte de un alto funcionario de defensa cubano que los funcionarios estadounidenses dijeron que interpretaron como el próximo paso en las negociaciones sobre las instalaciones de entrenamiento. No se pudo determinar de inmediato a partir de la última información de inteligencia si la visita se había realizado, pero las autoridades dijeron que reflejaba cuán cerca estaban los planes de formalizarse.

La administración de Biden se puso en contacto con funcionarios cubanos en Washington para expresar su preocupación por la instalación planificada, indicaron los funcionarios.

“Hemos dado a conocer nuestras preocupaciones” al gobierno cubano, dijo a principios de este mes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

Un funcionario de la Casa Blanca afirmó el lunes que el gobierno chino “seguirá tratando de mejorar su presencia en Cuba y seguiremos trabajando para interrumpirla”.

El senador Mark Warner (demócrata por Virginia) y el senador Marco Rubio (republicano por Florida), presidente y vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, dijeron en una declaración conjunta a principios de este mes que estaban “profundamente perturbados por informar que La Habana y Beijing están trabajando juntos para atacar a Estados Unidos y a nuestro pueblo”.