Una advertencia lanza la diputada y presidenta de Revolución Democrática, Catalina Pérez: si el sector quiere derrotar a la derecha y volver a ser gobierno, deben mirar más allá de sus propias coaliciones.
En ese sentido, la parlamentaria sostiene que el Frente Amplio ya es lo suficientemente maduro para liderar un proceso de “transformaciones”, aunque admite que para eso deben buscar articularse con otros. “Esa posibilidad, de un profundo compromiso del cambio, sumado a un camino viable, es el que debe y puede entregar el FA. No necesariamente así otras coaliciones”, dice.
Ustedes hablan de primarias amplias para unir al sector. ¿Se están creando falsas ilusiones?
Lo que puede unir a mundos tan distintos son los objetivos de este gobierno. Por eso es tan importante el ejercicio programático que se está haciendo, donde compartimos tres objetivos con las otras fuerzas: proteger el proceso constituyente, preocupación económica de las familias e iniciar un ciclo de gobierno de cambios, como la recuperación del agua, el seguro único de salud, el fin de las AFP. Necesitamos un gobierno comprometido con los cambios y con mayorías parlamentarias para implementar las reformas que habilitará el proceso constituyente. El FA puede ofrecer eso a Chile pero construyendo con otros.
Pero esa voluntad no está en todos los partidos…
Para ganarle a la derecha y viabilizar un gobierno de cambios necesitamos dos acuerdos, uno programático y uno electoral. Tengo la convicción de que el camino más seguro para ganarle a la derecha y viabilizar ese gobierno es una primaria amplia. El traspaso de votación de primera a segunda vuelta, por la que están apostando algunos, no es sencillo, entonces por falta de articulación podemos terminar con Pamela Jiles o Joaquín Lavín siendo presidentes.
Para la constituyente no lo lograron. ¿Por qué para un gobierno se podría?
Porque para gobernar una primaria de Apruebo Dignidad no nos alcanza, para ser gobierno una primaria solo con Daniel Jadue no nos alcanza. Y quienes pretenden armar una primaria solo del centro político se equivocan, porque no puede ser la imposibilidad de las dirigencias de resolver diferencias o el miedo a perder contra un candidato lo que determine el futuro de Chile. El eje de articulación de un nuevo gobierno es el PS, FA y el PC, junto a los movimientos sociales. Tenemos que pensar en un gobierno desde ahí, incluso una lista parlamentaria, para construir un gobierno que tenga por horizonte el socialismo democrático.
¿Qué cualidades tiene Boric, más que Jadue o Narváez, para representar todo eso?
Porque las personas quieren dos cosas: cambios y un horizonte de tranquilidad. La gente desea que las cosas cambien en Chile, hacia un lugar que venimos enunciando hace muchísimo tiempo. Necesitamos de un gobierno que nos permita volver a decir que vivimos tranquilos y esa posibilidad, de un profundo compromiso del cambio, sumado a un camino viable es el que debe y puede entregar el FA. No necesariamente así otras coaliciones.
¿Proyectaría más tranquilidad que Jadue?
La combinación de ambos factores es por lo que debe trabajar el FA. Tanto la viabilidad de la transformación tiene esos dos matices, la voluntad de generar la transformación, pero también que se dé en un proceso tranquilo.
¿Cuál es el cálculo del FA para que en 2021 no quieran ir directo a primera vuelta?
Hay que aprender de los errores de 2017. Ahí Guillier estuvo sometido a una negociación imposible, con la DC por un lado y el FA por otro, y no pudo convocar a sus electores, porque no puedes hacer en segunda vuelta los acuerdos comunes que no construiste antes. Si el objetivo es ganarle realmente a la derecha, el camino es una primaria y es una con acuerdo programático donde estemos todos. ¿Por qué le conviene o no al FA? Eso no prima en el cálculo.
Pero la misma Beatriz Sánchez decía que el 2017 era el momento de mostrar el proyecto. ¿Ahora ya no son “testimoniales”?
El principal cambio del 2017 al 2021 es que las banderas del FA del 2017 son hoy las de millones de personas en las calles y la necesidad de transformar esas banderas en políticas públicas es lo que motiva hoy día al FA a decir, no solamente podemos liderar un proceso de transformación, sino que tenemos que ser parte de un proceso de transformación articulando con otros y otras dicho proceso.
Hay sectores de la ex Concertación que quieren dejar fuera a la DC. ¿El FA no?
No. Nosotros venimos diciendo hace muchísimo tiempo que la primaria tiene que ser con todos y ha sido la DC la que, siguiendo la lógica, incluso, del camino propio, que ya le conocemos, ha impuesto vetos y se ha aislado.
¿Sería un error para el FA que la DC no esté?
Es un riesgo tremendo para Chile que no estén todas las fuerzas políticas en una primaria.
¿Y una primaria solo de las izquierdas?
Es que para hacer gobierno una primaria de Apruebo Dignidad no nos alcanza, necesitamos construir un camino de unidad desde ya.
Si no se configura ese escenario, ¿irían directo a primera vuelta?
Son escenarios que tenemos que evaluar, desde una primaria frenteamplista hasta una primaria con uno de los dos bloques, hasta la llegada a primera vuelta. Esos son escenarios que se abren, pero se abren detrás de un fracaso opositor.
¿Incluir o excluir a Pamela Jiles?
Pamela Jiles sintoniza con la indignación de mucha gente, pero no ofrece ninguna perspectiva de futuro. El debate hoy en la oposición es de ideas, y Pamela no está en esa sintonía. La gente necesita de liderazgos constructivos y no personales.