“Serán electos/as como voceros/as las siete primeras mayorías relativas, con criterio de corrección plurinacional. Cualquier convencional constituyente podrá postularse como vocero/a, con hasta un día hábil de anticipación a la votación. Los/as voceros/as participarán en las reuniones de la Mesa y colaborarán con la gestión de la convención en las tareas asignadas por la Presidencia. Las funciones y atribuciones de las vicepresidencias adjuntas serán determinadas en deliberación posterior en el pleno de la convención”.
Ese es el detalle del mecanismo de votación para elegir a las siete nuevas vicepresidencias que fueron aprobadas la semana pasada y que hizo circular ayer la mesa de la Convención Constitucional presidida por Elisa Loncón y Jaime Bassa, a través de una propuesta preliminar de reglamento provisorio y que llegó a manos de todos los constituyentes.
El planteamiento da cuenta de una idea que ha cobrado fuerza en ciertos sectores del órgano constituyente -incluyendo a la representante mapuche y al frenteamplista- para que en la conducción tengan representación todos los sectores, incluso aquellos minoritarios como Vamos por Chile, Independientes No Neutrales, la Lista del Apruebo, entre otros.
El hecho de que se realice una sola votación y no se replique el diseño en que se eligió la actual testera -donde se hicieron votaciones sucesivas por mayoría absoluta para llenar los cargos- permitiría que dichas fuerzas puedan participar en la toma de decisiones.
Según quienes han conversado con Bassa -quien ha encabezado las conversaciones para lograr un acuerdo que viabilice ese esquema-, el constitucionalista cree que este permitirá dotar de mayores garantías al proceso y mejorar el diálogo con alianzas que hoy parecieran aisladas.
Pese a que el punto fue pospuesto -en la propuesta formal que se hizo al pleno ayer se optó por plantear solo el mecanismo de integración de las comisiones de ética, reglamento y presupuesto, además del comité externo de asignaciones-, el tema ya ha generado debate en los distintos sectores. Y, de hecho, ya ha evidenciado diferencias en la izquierda.
Más allá del sistema de votación, el tema que venía generando debate al interior del sector era la posibilidad de incluir a la derecha en la mesa directiva, situación que muchos de ellos calificaban como un “dilema”. Varios en la izquierda veían con buenos ojos el hecho de tener un representante de Vamos por Chile en esa instancia, sin embargo, les complicaba “aparecer” votando por alguno de sus candidatos.
Por eso mismo, entre quienes se mostraban favorables a esa idea cayó bien la propuesta de la mesa de Loncón. Siguiendo la línea de Bassa, desde el Frente Amplio transmitieron estar de acuerdo con ese sistema. “Me parece que hace sentido esta votación en la que las mayorías queden representadas, porque eso permite justamente que quienes formen parte de la mesa representen a distintos sectores”, sostuvo la RD Amaya Álvez.
En la misma línea se mostraron desde Independientes No Neutrales (INN). “No se trata de incorporar a la derecha, si uno hace una votación simultánea salen todos los grupos que están representados dentro de la convención”, manifestó Benito Baranda, mientras que su par de la Lista del Apruebo, Fuad Chahin, aseguró que “la Convención Constitucional tiene una gran legitimidad producto de la diversidad que está expresada en los 155 convencionales. Y creo que esa diversidad tiene que tener un reflejo en la mesa, en la conducción”.
Al interior del Colectivo Socialista, en tanto, se dieron distintas posturas. Según fuentes de ese bloque, pese a que los constituyentes se estarían inclinando por abrirse a la posibilidad de que entre la derecha a la mesa, aún no tendrían un acuerdo entre ellos. “Estamos discutiendo y vamos a seguir teniendo reuniones precisamente para definir un método de votación que sea lo más justo posible”, manifestó el convencional PS Pedro Muñoz, quien, aseguran en esa orgánica, sería la carta de los socialistas para la mesa.
Por su parte, en la Lista del Pueblo tampoco tendrían una postura unánime sobre el tema. Según explican desde ese bloque -quienes postularían a Rodrigo Rojas Vade a ese cargo-, el tema ha generado debate entre sus constituyentes, aunque se inclinarían por mantener el sistema de votación que se utilizó para la elección de Loncón y Bassa. “Hay gente que está a favor, hay gente en contra. Si entra la derecha le daríamos una legitimidad al proceso, pero es más importante la fuerza que tomen los independientes, de eso estoy más preocupado”, aseguró el convencional Cristóbal Andrade.
En el PC -colectividad que impulsaría a Bárbara Sepúlveda como vicepresidenta-, en su mayoría se manifestaron en contra de la propuesta de la mesa. Desde esa colectividad, el convencional Marcos Barraza señaló que “hasta ahora la derecha ha mostrado una actitud obstruccionista respecto de la convención (...) En ese sentido, privilegio la integración en la futura mesa de fuerzas transformadoras, democráticas, que quieren el cambio constitucional y que han sido coherentes desde antes de la convención”.
El riesgo de una vicepresidencia simbólica y el foco en la creación de comités
Pero en la derecha hay sectores, sobre todo en la UDI, que no ven como un tema demasiado relevante integrar la mesa. Varias fuentes consultadas por este medio señalan que, probablemente, de lograr un cupo, Vamos por Chile terminará teniendo una participación “testimonial” en la toma de decisiones.
“No nos aporta mucho ser el octavo vicepresidente”, dice un convencional de esa alianza, la que aún no acuerda qué nombres estarían disponibles.
Pese a ese riesgo, en el sector existe una mayoría que estaría por copar todos los espacios y que ve como algo positivo participar, aunque sigan siendo minoría, de instancias de toma de decisiones. Asimismo, sostienen las mismas fuentes, ese gesto podría terminar mejorando el clima y dando mayores garantías al debate.
“Creo que las cinco vicepresidencias (ahora llamadas vocerías) deben ser representativas e inclusivas de las distintas sensibilidades políticas al interior de la convención. Eso reflejaría el espíritu de construir una Constitución que sea la casa de todos, y no solo de algunos”, afirma el convencional de RN, Ruggero Cozzi.
Con todo, la mayor apuesta para incidir por parte de la derecha estará en la integración de comisiones -las que, según la propuesta de la mesa, también se elegirían con una votación de mayoría relativa- y les permitiría tener, por ejemplo, al menos tres integrantes en comisiones tan relevantes como la de reglamento o régimen interior.
De hecho, ese fue uno de los temas que priorizaron en la última jornada. A partir de la propuesta que hizo la mesa, entre los convencionales de Vamos por Chile surgieron dudas y críticas, por lo que decidieron redactar una serie de indicaciones, principalmente en cuanto al criterio de paridad, la plurinacionalidad y los integrantes del comité de asignaciones.
De acuerdo al texto que entregaron a la mesa, uno de los cambios sugeridos apunta que el criterio de paridad se mantenga, pero a través de la inscripción de candidaturas mixtas. Es decir, “cada candidatura deberá inscribir un hombre y una mujer, definiendo quién es el (la) titular y a quién le correspondería reemplazarlo (a) de ser necesario aplicar criterio de paridad. En caso de haber más de 15 inscripciones, se procederá a una votación, donde cada constituyente contará con 2 votos. Las 15 personas más votadas conformarán el órgano”. La razón, explican, es evitar que, por la necesidad de reemplazar a un hombre o una mujer con el fin de cumplir con la paridad, se incorpore alguien de otra tendencia política.
La otra gran modificación que plantean es respecto de la integración del comité externo. Sobre este punto, detallan que “creemos que no pueden ser funcionarios públicos, como es lo que está proponiendo la mesa, sino que tiene que haber gente independiente”. Así, plantean que esa instancia esté conformada por “gente de reconocido prestigio”, como son un exrector de universidad, un exministro de Hacienda o un exdirector de Presupuestos, y un exconsejero del Banco Central.
“Me opongo a que la convención aumente su presupuesto para asesores, porque es una mala señal para la ciudadanía. En cualquier caso, es clave que el comité externo esté integrado por personas de la mayor independencia y credibilidad, que garantice transparencia, probidad y buen uso de los dineros para asignaciones. A ello apunta una de nuestras propuestas”, sostuvo Cozzi.
Por el contrario, en la derecha vieron con buenos ojos la propuesta de la mesa -que también se detalló en ese documento preliminar- para que la constituyente se organice mediante comités de mínimo nueve convencionales. Eso le permitiría a los 37 escaños que tiene Vamos por Chile, conformar un máximo de cuatro comités, lo que les posibilitará incidir en las tablas y el orden de los debates.
Un punto que generó inquietud en la derecha, eso sí, fue la propuesta de la mesa para la asignación de la palabra en la sala. Dicha propuesta contempla criterios de plurinacionalidad, paridad, descentralización, entre otras, algo que -según la mirada de varios constituyentes del pacto- iría en contra de derechos fundamentales como la libertad de expresión y la igualdad ante la ley.