Chile está discutiendo temas medulares y diversos actores de la sociedad se han hecho parte, desde sus distintos ámbitos, del proceso que culminará con una nueva Constitución. La mayoría de las universidades del país, sin haberse puesto de acuerdo al inicio -pero sí en el camino-, son algunos estamentos que se han sumado activamente a este hito.

Las actividades han sido variadas, incluso con constituyentes electos, en un trabajo conjunto entre diferentes casas de estudio. Dentro de las más conocidas están las organizadas por las universidades de Chile y Católica, quienes ya trabajaron juntas en el ‘Tenemos que hablar de Chile’ y luego una cumbre con 107 de los 155 convencionales elegidos.

Ese encuentro, dice Ignacio Irarrázaval, director del Centro de Políticas Públicas de la PUC, “no era más que un esfuerzo en transferir esos hallazgos (los de ‘Tenemos que hablar de Chile’) y tener un breve espacio de intercambio y reflexión”. La UC, además, creó un Foro Constitucional, editó un libro de conceptos para el debate constitucional y ha organizado conversatorios.

“Todo el conocimiento que se genera no debe quedar sólo entre las comunidades académicas para el progreso de la ciencia. Las universidades se deben a la sociedad o al país, pueden y deben contribuir a su desarrollo”, añade Irarrázaval .

Desde la U. de Chile, Juan Gabriel Valdés, director de Desarrollo Estratégico y Relaciones Institucionales, agrega que, además de ‘Lxs 400: Chile delibera’ y las actividades con la PUC, esta semana darán a conocer la ‘Propuesta de Acuerdo Social’ (100 propuestas tras los debates entre 80 personas ligadas al mundo académico y social) y que están lanzando la plataforma ‘UChile Constituyente’, un sitio con material académico.

La U. de Chile tiene la necesidad y obligación de contribuir a este debate canalizando opiniones y conocimiento, para incidir en algunos temas que, por historia, nos ha correspondido asumir. Es una responsabilidad que tenemos con Chile entregar todo nuestro material y ponerlo a la discusión pública”, señala.

Pero no son los únicos. En la U. de Concepción se creó Foro Constituyente UdeC. “Lo que queremos es participar poniendo el conocimiento situado que se desarrolla en la UdeC a disposición de este proceso y de quienes van a intervenir desde distintos roles, sea la comunidad o quienes han sido electos”, expone Ximena Gauché, directora de ese programa. También hay otros, como cursos complementarios o los ciclos de ‘Conversaciones Constituyentes en el Campanil’.

En la U. Central y la Umce han realizado diversas actividades: ‘Pedagogía Ciudadana Ucen’, la publicación del libro ‘Ideas centrales para la nueva Constitución’ y el ‘Observatorio Nueva Constitución’ junto a las universidades Alberto Hurtado y la Austral, en el caso de los primeros, y un ciclo de charlas, coloquios y webinars de ‘Formación Ciudadana y Proceso Constituyente’ en los segundos.

¿Y los planteles privados? Mientras la Universidad Diego Portales desarrolla ‘Plataforma Contexto’ y ha organizado más de 130 talleres, desde la U. del Desarrollo reseñan que en la revista Actualidad Jurídica publicaron 19 artículos con propuestas para el debate, y que tienen a algunos académicos desarrollando investigaciones.

El rector de la U. Andes José Antonio Guzmán cuenta que han generado ‘Encuentros por Chile’, ‘Polis’, su observatorio constitucional. “Se trata de una oportunidad para encontrarnos con voces diversas, donde se privilegia la escucha y buscar puntos en común que nos unan y sean un aporte”, dice.

La mirada desde las regiones

Las universidades regionales, dicen los consultados, no quieren pasar por alto ser los aglutinadores de la mirada territorial que, estiman, debe plasmarse en la nueva Constitución.

Las universidades podemos abrir esos espacios, generar conversaciones, hacer consultas y llevar propuestas”, expone Natacha Pino, rectora de la U. de Aysén, donde han tenido conversatorios con las universidades de Los Lagos y de Magallanes, así como otros espacios de diálogo. “Queremos diseñar métodos que ayuden a que los ciudadanos podamos participar y transmitir a los constituyentes las prioridades de cada región”, agrega.

Asimismo, Claudio Elórtegui, rector de la PUC de Valparaíso, donde se dictará un electivo sobre el proceso, dice que la colaboración académica se ha visto como una obligación, vinculada a la vocación de servicio público: “Las universidades regionales, especialmente las más alejadas, tienen mucho que hacer”.

Algo similar ven en la U. de Talca: “Las universidades deben ponerse a disposición, aportando insumos y conocimientos, espacios de debate y fomentando la amplia participación en sus zonas de influencia”, señala Rodrigo Palomo, decano de Ciencias Jurídicas y Sociales. También en el sur, en la U. del Biobío han implementado foros, conversatorios y seminarios.

Hacia el norte, Luis Loyola, rector de la U. de Antofagasta, dice que hicieron 14 charlas (‘Dilemas Constitucionales’), además de crear el Centro de Estudios para la Descentralización y el Proceso Constituyente. A su vez, más de 300 funcionarios, estudiantes y académicos crearon ‘Propuesta Constituyente’, “que sintetiza una serie de propuestas al país y la región”. En la UC del Norte su rector, Rodrigo Alda, señala que también han desarrollado encuentros con los constituyentes de Antofagasta y Coquimbo.