A juicio del senador comunista Daniel Núñez, tras la presentación del texto de la Convención, la carrera al plebiscito parte de cero.
Si bien dice que las encuestas son un dato relevante, lo importante se juega en estos meses. En esa línea cree que la campaña debe abrirse a los indecisos y no solo concentrarse en el votante duro.
El senador Juan Ignacio Latorre, a propósito de esta carta de dirigentes de centroizquierda por el Rechazo, dijo que eran como ovejas descarriadas. Entre ellas estaba Javiera Parada, quien tiene una historia personal y familiar muy ligada al PC. Debe ser un voto que para ustedes debe ser difícil de entender.
Hay figuras y gente vinculada cultural, políticamente a la centroizquierda que en los últimos días han manifestado su opción de Rechazo. Eso es una realidad con quienes incluso fueron parte del gobierno de Michelle Bachelet, como Óscar Landerretche, expresidente del directorio de Codelco; figuras políticas como Matías Walker. Tal vez ellos no están conscientes de las consecuencias del paso que están dando. Están iniciando un viaje sin retorno desde el punto de vista de estas coyunturas históricas. Si bien no es el mismo escenario, es muy parecido a la división del país que hubo con el Sí y el No el 88. Hace que ellos se alejen y se autoexcluyan del proyecto de la centroizquierda y una vez que se van al mundo del Rechazo, quedan en la esfera de influencia y en la órbita de la derecha. Ya no están disponibles para los proyectos históricos de la centroizquierda, que son proyectos democratizadores que buscan la igualdad.
Con la carta del Presidente Lagos hubo más bien críticas de la izquierda. En la derecha, por el contrario, hubo aplausos. Uno puede suponer que la derecha está invitando a personas que piensan como Lagos para que participen de su proyecto, pero ustedes, los están correteando, ¿o no?
Todos tienen derecho a tener su opinión. A mí me parece importante no sacar cuentas alegres de parte de la derecha. Lagos no está llamando a rechazar la nueva Constitución. Obviamente, él tiene una mirada distinta a la que tengo yo, pero yo tengo la impresión, la intuición, de que por su trayectoria política y su liderazgo dentro de la centroizquierda, al final del día, con o sin apellido, Ricardo Lagos va a terminar llamando a votar por el Apruebo. Yo esperaría que decante más el escenario, porque no me imagino al Ricardo Lagos, figura del No, presidente de fuerzas democráticas que se opusieron a la derecha, sentándose a la mesa con el Rechazo, que en la práctica es hacerles el juego a la UDI, al Partido Republicano, a José Antonio Kast. Creo que él tarde o temprano tiene que marcar el Apruebo a la nueva Constitución.
Por eso, ¿no sería más hábil convocar a esos grupos para que vayan a votar Apruebo más que criticarlos?
Nosotros hemos convocado al Apruebo con toda la diversidad que hay dentro de él. Tenemos partidos que han señalado Apruebo con reformas, para mejorar y son parte de la mirada global que tenemos en el Apruebo. Nosotros vamos a un Apruebo sin apellido, con la convicción de que la nueva Constitución nos permite avanzar y como toda obra humana y política es perfectible, pero lo hacemos sobre la base de aprobar lo que emanó de la Convención. No estamos excluyendo a nadie que esté por el Apruebo. Al contrario, están todos invitados a sumarse, como quieran hacerlo, con las características y formas que ellos decidan.
Este debate, en todo caso, se dio para el 88: cómo debía enfocarse la campaña, en el indeciso o en el voto más crítico de la dictadura.
En la campaña del No, como PC, nos sumamos a un No con apellido, No hasta vencer, para graficar que queríamos derogar totalmente la estructura institucional y la Constitución que nos dejó la dictadura. Han pasado más de 30 años y recién ahora estamos con la opción de poder derrotar esa Constitución. Queremos aprovechar esa oportunidad histórica y hay que llegar a todo el mundo. Obviamente, ahora que tenemos dos meses de campaña parte una nueva carrera, no va a pesar tanto lo que hayan dicho las encuestas hasta ahora, aunque es un dato relevante. Pero esto parte de cero.
¿Usted cree en las encuestas?
Yo no sé si creerles o no creerles a las encuestas. En los últimos años, las posiciones políticas en Chile son muy líquidas, a diferencia de lo que ocurría 10 o 20 años atrás. Una encuesta puede decirte que en un minuto gana un candidato y un mes más decirte que pasa todo lo contrario. Recuerdo una frase del Presidente Boric que dijo, cuando partió la primaria contra nuestro candidato, Daniel Jadue. Todos decían que era un candidato testimonial y las encuestas lo ponían en el último lugar. Y terminó siendo Presidente de la República.
¿Usted es partidario de ir separando caminos entre el éxito del gobierno y el resultado del plebiscito?
Voy a decir las cosas como son. La nueva Constitución, que nos da derechos sociales garantizados, que le permite actuar al Estado en forma robusta frente a los abusos que se cometen desde las grandes empresas, le permite al gobierno cumplir de mejor manera con su programa. No obstante aquello, si gana el Rechazo, el gobierno tiene la misma responsabilidad que si gana el Apruebo de cumplir su programa y de gobernar hasta el último día. Por lo tanto, que nadie se pase películas con que el posible triunfo del Rechazo llevaría a una relativización del programa del Presidente Boric o un reacorte del período, como alguna vez insinuó ese personaje de la derecha, Iván Moreira. Eso tenía su olor a sedición y a golpismo.
¿No cree prudente que ustedes también tengan un Plan B, en caso de que gane el Rechazo?
Hoy día nosotros tenemos que concentrarnos no en el Plan B ni en el Plan Z, ni en nada por el estilo. Tenemos que concentrarnos en los dos meses, que es muy poco tiempo, de la campaña por el Apruebo. Después veremos lo que ocurre el 5 de septiembre.
La derecha hoy ofrece un Plan B. Pero si gana el Rechazo, ¿usted cree que va a estar dispuesta?
Yo estoy absolutamente convencido de que todo el ánimo y la voluntad reformista que ha manifestado la derecha sobre la nueva Constitución no es sincera y que si llegara a ganar el Rechazo, cosa que yo no creo que ocurra, yo estoy seguro que la derecha no va a modificar en nada sustantivo la nueva Constitución.
Tal vez este es el momento de aprovechar esta oferta de la derecha, si hay generosidad de parte de ellos, jugársela ahora, no esperar después.
Yo creo que los que creen en la oferta hoy día o mañana de la derecha, están actuando con una ingenuidad máxima. Yo por lo menos no juego en ese plan.
“No es el minuto de hacer cambios de gabinete”
¿Le llamó la atención el portazo que le dio el Presidente al IFE de invierno? Que particularmente solicitaban los diputados comunistas, usted también.
Nosotros estuvimos el lunes en La Moneda haciéndole propuestas al Presidente a través de su ministra del Interior, el ministro secretario general de la Presidencia, y hubo acogida de las ideas de parte del gobierno. Hay consenso hoy día de que todas estas alzas, todos los problemas que experimentamos en la economía, impactan en los sectores más vulnerables.
¿Es un factor de decepción del PC que no haya un mecanismo de transferencia directa, que se viene planteando desde el inicio del gobierno?
Yo creo que el mejor mecanismo de transferencia directa que tenemos en Chile para combatir la desigualdad es la reforma tributaria. Por supuesto que también necesitamos cosas inmediatas, como las que estamos proponiendo. Estamos trabajando en eso.
¿Cree que los gabinetes son perfectibles, como dijo la diputada Cariola?
Todo en la vida es perfectible. Pero si este es el minuto para que hagamos el debate de cuán perfectible, yo creo que no, que este no es el minuto de hacer cambios de gabinete.
¿Para el PC sería cómodo que se ampliara la coalición y volver a convivir con la DC en un gobierno? Esta directiva DC aparentemente está más a la izquierda.
Ha habido malas experiencias, pero también hay que agregar las positivas. En el gobierno de la Nueva Mayoría logramos un trabajo muy articulado y muy en terreno, por ejemplo, con Alberto Undurraga. Eso no quiere decir que no tuviéramos diferencias. Con la entonces diputada Yasna Provoste, también diputado Víctor Torres, hicimos proyectos de ley. Nosotros hemos trabajado muy de la mano con un sector de la DC, con lo que llaman la corriente progresista. El problema lo tenemos con otra gente, que nunca estuvo de acuerdo con este proyecto reformista de la Nueva Mayoría y que hoy día menos interpretado se siente con el Presidente Boric.