“Ahora solo somos una suma de convencionales independientes”. Así describe un convencional electo por la Lista del Pueblo el estado de la agrupación tras la serie de polémicas que marcaron el debate presidencial y parlamentario del bloque y que terminaron quebrando al referente.

El colectivo que logró irrumpir en las elecciones de mayo con 27 escaños en la Convención Constitucional se encuentra sumido en una crisis, luego de que parte de su “cúpula” se desmarcara de la decisión de su asamblea de elegir al dirigente sindical Cristián Cuevas como su abanderado presidencial y llamara a una “consulta” para definir su carta. A esas alturas ya había provocado roces internos la decisión de proyectar el conglomerado más allá del proceso constituyente y competir tanto en los comicios al Congreso como a La Moneda.

A todo eso se sumó luego la caída del abanderado que salió electo en ese proceso, Diego Ancalao, cuya candidatura fue rechazada por el Servicio Electoral tras la detección de más de 23 mil firmas fraudulentas que habían sido validadas con la firma de un notario fallecido en febrero de este año.

La crítica situación del referente ha tensionado el trabajo de los convencionales que fueron electos bajo su alero, de los cuales -hasta ahora- 14 han optado por desvincularse de la marca de la “Lista del Pueblo”. Se trata de Daniel Bravo, Francisca Arauna, Fernando Salinas, Lisette Vergara, Ingrid Villena, María Rivera, Loreto Vallejos, Camila Zárate, Natalia Henríquez, Giovanna Grandón, Francisco Caamaño, Loreto Vidal, Helmuth Martínez y Elisa Giustinianovich.

Los últimos en desmarcarse fueron Bravo, Salinas y Vergara. Tal como varios de los que salieron en días anteriores, en el caso del primero -que preside la comisión de Reglamento junto a la RD Amaya Alvez- adujo diferencias en torno a la decisión de involucrarse en la carrera presidencial y parlamentaria.

Así, como parte de la Lista del Pueblo propiamente tal, quedan dos de los convencionales cercanos a la “cúpula” -Rodrigo Rojas y Cristóbal Andrade-, además de Marco Arellano, Alejandra Pérez, Dayyana González, Constanza San Juan, Gloria Alvarado, Elsa Labraña, Manuel Woldarsky, Ivanna Olivares, César Uribe y Tania Madriaga. Adriana Ampuero, dicen en su entorno, está fuera del grupo desde un principio.

De todo eso hablaron este lunes, en una reunión que, a través de la plataforma de Zoom, juntó a parte importante de quienes fueron originalmente electos en esa lista.

En ese encuentro, aseguran algunos de los presentes, los dirigentes transmitieron la intención de reagruparse y mejorar la coordinación entre los que aún se mantienen en el referente y quienes ya lo abandonaron, evitando que el quiebre se propague a su trabajo al interior de la Convención.

“Siempre hemos dicho que debíamos seguir trabajando juntos, eso lo hemos manifestado siempre, estamos unidos y no estamos pensando mal del otro por el hecho de que hayan tomado distancia de la lista”, dice un convencional que permanece en la Lista del Pueblo.

Para eso, los constituyentes habrían puesto sobre la mesa la necesidad de “aglutinarse en otro lugar”. De hecho, según algunas versiones, incluso se habría planteado la necesidad de ponerle un nombre distinto al nuevo espacio de los constituyentes, aunque otros sostuvieron que eso no sería parte de la discusión.

Según las mismas fuentes, en la cita los dirigentes habrían manifestado que para coordinar nuevamente su trabajo sería “fundamental” alcanzar un acuerdo mayor en términos de la discusión programática. La idea sería que el eventual colectivo tenga un trabajo coordinado respecto de los contenidos de una nueva Constitución y del reglamento del órgano.

Además, en la cita habrían ratificado la decisión que tomaron hace poco más de un mes para evitar “entorpecer” su labor en la Convención: su autonomía de las decisiones de la “cúpula” del movimiento. Con todo, en el grupo esperan volver a reunirse durante esta semana.

Estas primeras definiciones tras la caótica definición presidencial no incluyeron, eso sí, a todos quienes fueron electos bajo esta lista. La convencional Loreto Vidal, por ejemplo, es una de las que decidió mantenerse fuera de este esfuerzo, pues busca trabajar de forma independiente a la nueva reagrupación.