Este miércoles, el proyecto que permite un cuarto retiro de los fondos previsionales dará su primer paso en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados. Ese día, se votará en general la norma, y los cálculos apuntan que será aprobada en la instancia para luego seguir con el trámite legislativo. El resultado aún es incierto.
“Creo que vamos a tener votos suficientes para seguir con la tramitación. Vamos a dar una semana para presentar indicaciones y la próxima la votaríamos en particular, de modo que a fin de mes lo podríamos estar votando en sala”, indica el presidente de la Comisión de Constitución, diputado Marcos Ilabaca (PS).
La tramitación suspendida por el descanso de Fiestas Patrias, le agrega mayor suspenso al desenlace y al esfuerzo del gobierno que esta vez espera tener éxito, logrando que el proyecto se rechace en el Congreso. A diferencia de las otras tres oportunidades en que se han debatido retiros previamente, varios referentes opositores se han sumado a la campaña contra este nuevo desembolso alertando de las graves consecuencias negativas para la economía nacional si se inyecta más dinero, lo que daría paso a un sobrecalentamiento y a una mayor inflación. Entre ellos se cuenta al presidente del Banco Central, Mario Marcel, el exministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, y el economista Joseph Ramos, entre otros.
El proyecto vuelve a inquietar a La Moneda porque en todos los retiros ha tenido amplias derrotas legislativas en el Congreso, además de un sonado “portazo” en el Tribunal Constitucional, que ni siquiera acogió a trámite el requerimiento para impugnar el tercer desembolso en abril de este año. En esta ocasión, sin embargo, apuestan a que la medida no sea aprobada en la Cámara de Diputados y, por ende, que no alcance a llegar al Senado.
El tema se conversó ayer en el comité político ampliado, en el cual participan los ministros y los principales dirigentes de la coalición oficialista. Ahí, según presentes, el Ejecutivo abordó el escenario y se comentó que, de acuerdo a sus cálculos, se necesitan 11 votos de Chile Podemos + para que la medida sortee la Cámara Baja y que están haciendo gestiones para evitar que estén disponibles. Esto, pues la norma requiere de 3/5 para su aprobación, es decir, 93 votos, y mientras la oposición tiene 84 diputados -de los cuales al menos ya hay dos descolgados-, el bloque oficialista tiene 71 diputados.
En este escenario, la Segpres, encabezada por el ministro Juan José Ossa, ha conversado con parlamentarios tanto del oficialismo como de la oposición para evitar que se apruebe la medida.
El cómo voten los parlamentarios oficialistas también inquieta al comando del abanderado Sebastián Sichel, quien hace semanas dijo abiertamente que está en contra de la medida y que, incluso, no apoyará a quienes vayan a la reelección y voten a favor de la moción. La inquietud radica en que si el sector se ordena y la rechaza, se evidenciará que Sichel logró “alinearlos”. De lo contrario, se le podría cuestionar su liderazgo.
En ese sentido, dicen que el exministro ha abordado la materia en las instancias de coordinación que los días lunes mantiene el comando y los partidos que integran esa estructura.
Como sea, hasta ahora, según los cálculos de Palacio, dicen que si bien “están al límite”, el proyecto de cuarto retiro se rechazaría.
Votos clave
De acuerdo a la votación del último retiro, las cuentas indican que la oposición tendría algunas bajas.
Se señala que en el comité de independientes habría dos votos menos (un ex DC y un ex PR) que esta vez estarían por rechazar el proyecto, además del DC Matías Walker y del independiente Pepe Auth que no ha respaldado ninguno de estos desembolsos. Por ello en Palacio indican que la iniciativa requeriría de 11 votos de su sector para aprobarse.
Pero la gran incertidumbre está instalada respecto de si el gobierno logrará voltear a la mayor parte de los 38 votos oficialistas que aprobaron el tercer retiro.
Hasta ahora hay muchos que se siguen declarando en reflexión, mientras pocos diputados dicen estar seguros de aprobar sí o sí el proyecto, lo que lleva al gobierno a calcular que no estarían los votos necesarios para aprobarlo. Sin embargo, tampoco está del todo claro que de aquí a fines de mes se mantengan esas preferencias en medio de la campaña electoral.
“En mi bancada hay una gran mayoría en contra del cuarto retiro y creo que no estarán esos 11 votos, ni tampoco están seguros todos los votos en la izquierda. Las circunstancias han cambiado mucho, y aprobar un cuarto retiro no tiene ninguna razón, más bien es una campaña para desmantelar el sistema”, acota el diputado Francisco Eguiguren (RN), quien aprobó el tercer desembolso en abril.
Entre los diputados oficialistas que votarían a favor se encuentran los RN Hugo Rey y Érika Olivera, junto con la ex UDI Sandra Amar. Además del ex UDI Álvaro Carter y el RN Frank Sauerbaum, dos que ya lo han dicho públicamente. “Voy a votar a favor. Nada me ha hecho cambiar de opinión. No le creo nada al gobierno. Las condiciones no son las mismas (del IFE), siempre hay letra chica, el gobierno se la ha jugado muy mal todo el tiempo”, indica Carter. “Hasta ahora, lo voy a votar a favor”, dice Sauerbaum. Ambos señalan no estar preocupados por hacer campaña acompañados por la foto de Sichel.
Incluso el diputado Pedro Velásquez mantendrá su voto a favor al cuarto retiro, pese a que algunos creían que acogería el llamado de Sichel ahora que va en la papeleta de la derecha como candidato a senador por Coquimbo.
De aquellos que votaron a favor el tercer retiro hay algunos que ya han admitido su voto en contra, como el UDI Sergio Bobadilla, el Evópoli Sebastián Álvarez, y los RN Leonidas Romero, Tomás Fuentes y Ximena Ossandón.
Mientras un grupo no menor está en reflexión, como los RN Eduardo Durán, Miguel Mellado, Jorge Durán y Camilo Morán, y los UDI Celso Morales y Nicolás Noman.
“Estoy evaluando seriamente aprobar el cuarto retiro”, dice Jorge Durán, quien a mediados de agosto se había declarado dispuesto a rechazarlo. “Yo estoy en reflexión, he votado todos los retiros anteriores a favor pues me pongo en el lugar de la gente que lo ha pasado mal, pero creo que es irresponsable este debate”, evalúa a su turno Morán.
Entre los argumentos en contra del proyecto que se están considerando en las filas oficialistas están el impacto del pago del IFE en sus distritos, y los efectos sobre la economía; pero también están las razones electorales que podrían inclinar la balanza al otro lado, es decir cómo votarán sus adversarios en la campaña para mantener un escaño en el Congreso. Mientras más tiempo se posterga la votación en sala, más complejo es el panorama para rechazar, indican, y por ello hoy por hoy el gobierno aún no puede respirar tranquilo con el resultado.
“Acá la presión ha sido mucha de parte del sistema financiero, de los economistas, de los empresarios, y por eso hay tantos diputados que aprobaron los retiros anteriores, hoy en reflexión, sobre todo de la derecha”, acota el diputado Ilabaca.