Documento sobre parejas gay desata tormenta en la Iglesia Católica: ¿Se aleja el Papa de la CDF?
Obispos de distintas partes del mundo han salido a cuestionar el texto de la Congregación para la Doctrina de la Fe e incluso el Papa habría intentado distanciarse en el Angelus del domingo pasado. “No me sorprendería que estuviera preparando un mensaje personal para la comunidad gay”, dice Austen Ivereigh, biógrafo de Francisco.
El documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe -o Responsum, como se conoce técnicamente- en el que se rechaza que se pueda impartir una bendición a las parejas del mismo sexo desató un verdadero temporal en la Iglesia Católica. El presidente de los obispos alemanes, Georg Bätzing, aseguró “no estar feliz” con la nota conocida el lunes de la semana pasada, porque “da la impresión” que con ella se busca que “el debate teológico que se viene dando en la Iglesia Universal… debe terminar lo antes posible”. Mientras que el obispo de Amberes, en Bélgica, Johan Bonny -uno de los primeros en Europa en impulsar la discusión en 2014, dijo sentirse “avergonzado de la Iglesia”. A ellos se sumaron el obispo australiano Mark Coleridge y cientos de teólogos y sacerdotes que firmaron sendas cartas en rechazo a la medida en Alemania y Austria.
Pero la mayor sorpresa la dio el Papa Francisco el domingo pasado, durante el tradicional Angelus, cuando llamó a “sembrar semillas de amor… con ejemplos concretos… incluso cuando el terreno es árido por incomprensiones… o pretensiones de legalismos o moralismos clericales”. Palabras interpretadas por varios vaticanistas como una referencia crítica al texto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Incluso, el veterano corresponsal de la revista jesuita estadounidense America, Gerard O’Connell, sostuvo que al menos tres fuentes vaticanas aseguraron que con sus dichos “el Papa parece distanciarse en alguna medida de la declaración de la CDF”. Incluso, según el sitio español Religión Digital, el Papa habría quedado “preocupado” por el efecto del documento.
Hoy martes se conoció, además, otro texto del Pontífice. Se trata de una carta por el 150 aniversario de la proclamación de San Alfonso María de Ligorio como doctor de la Iglesia, en la que señala que “la teología moral no puede reflexionar sólo sobre la formulación de principios, de normas, sino que necesita hacerse cargo propositivamente de la realidad que supera cualquier idea”. Una afirmación que también fue leída como una respuesta al Responsum de la CDF.
El tema de la homosexualidad ha ocupado un espacio importante en los mensajes del Papa desde que asegurara en su primer viaje al exterior “quién soy yo para juzgar (a los gay)”, al abordar el tema del supuesto “lobby gay” al interior del Vaticano. Además, en octubre pasado el tema volvió a resurgir cuando se conoció que el documental Francesco, estrenado en ese entonces en Roma, contenía un diálogo con el Papa en que éste defendía las uniones civiles entre homosexuales. El Vaticano aclaró luego que las palabras del Pontífice estaban referidas a su papel como arzobispo de Buenos Aires, cuando defendió ese camino como alternativa para evitar que se legislara sobre el matrimonio de parejas del mismo sexo, opción que la Iglesia Católica rechaza.
Según señala el documento emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe, la respuesta a la consulta sobre la validez de la bendición a parejas del mismo sexo -cuyo origen, sin embargo, la CDF no aclaró- contó con el asentimiento del Papa. Un hecho que es visto por algunos como una evidente contradicción, no tanto por el rechazo a la bendición de las parejas homosexuales, sino por el tono del texto, donde entre otros puntos señala que la Iglesia “no bendice ni puede bendecir el pecado”. Esto, según el vaticanista británico Christopher Lamb aparece como un intento por “cerrar la discusión sobre el tema”, y se contradice con dichos anteriores del Papa. Sin embargo, según comentó a La Tercera el biógrafo del Papa Austen Ivereigh, es posible, como señalan algunos, que el Pontífice “no vio (el Responsum) o no lo leyó con suficiente cautela, porque es obvio que el documento ha causado mucho daño y mucho malestar”.
Por eso, para el autor del Gran Reformador -y quien acaba de publicar Soñemos juntos, que recoge una larga conversación con Bergoglio sobre el futuro- es posible imaginar “que el Papa, esté preparando o no, me sorprendería si el Papa estuviera preparando un mensaje personal a la comunidad gay que ayudaría a reparar el daño causado”. Porque “hay un distanciamiento con el mensaje pastoral de Francisco”, en el texto de la CDF. “Algunos sostienen que en el Angelus del domingo el Papa estaba precisamente señalando su dificultad con el texto”, agrega Ivereigh.
La duda que aún sigue rondando es quién planteó la pregunta que motivó la respuesta de la CDF. Entre los candidatos se encuentran los obispos alemanes, que iniciaron un proceso sinodal en el que el tema de las bendiciones a las parejas homosexuales ha estado en el centro del debate y una mayoría se muestra a favor. Pero también se apunta al episcopado estadounidense, donde se encuentran algunas de las figuras más críticas del Pontífice a su posición frente a las parejas homosexuales, las que con la presentación de la llamada “dubia” a la Congregación de la Doctrina de la Fe podrían haber intentado zanjar la disputa.
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