El Covid-19 ya es más letal que la gripe de 1918 en Estados Unidos

The Wider Image: 'I just ask God to help me': Texas funeral home crushed by death as U.S. COVID toll nears 500,000
Lila Blanks ante el ataúd de su esposo, Gregory Blanks, de 50, quien murió por complicaciones del coronavirus en Texas, el 26 de enero de 2021. Foto: Reuters

Más de 675.000 personas han muerto por el coronavirus en el país, una cifra mayor a la cantidad estimada de fallecimientos que causó la mal llamada “gripe española”.


A pesar de un siglo de avances médicos, ya han muerto más estadounidenses por Covid-19 que los que sucumbieron a la pandemia de gripe de 1918, según nuevos datos. El rastreador de la Universidad Johns Hopkins mostró 675.722 decesos por coronavirus en EE.UU. hasta el viernes, lo que supera los 675.000 fallecidos en el país durante el brote de gripe que comenzó en el último año de la Primera Guerra Mundial.

Así, pese a los avances científicos, la pandemia derivada del coronavirus ha superado ya a los fallecidos a causa de la gripe que arrasó el país y que se convirtió en la pandemia más mortífera del siglo XX, tal y como apuntan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y recoge CNN.

El auditorio municipal de Oakland, en EE.UU., convertido en improvisado hospital en 1918 por la pandemia de gripe.

La cadena obtuvo el testimonio del epidemiólogo Stephen Kissler, de la Escuela de Salud Pública TH Chan, de Harvard, quien reconoció que si se hubiese hecho esta pregunta en abril o mayo del pasado año no le hubiera sorprendido que efectivamente se superaran las muertes de la mal llamada “gripe española”.

Se le habría dado este apelativo, porque la pandemia ocupó una mayor atención de la prensa en España que en el resto de Europa, que, al estar en medio de la guerra, censuró la información sobre la enfermedad.

“Muchos de los errores en los que caímos en 1918, esperábamos no caer en el 2020. Lo hicimos”, lamentó Kissler en referencia a la relajación de las medidas de prevención de contagios o a la desobediencia de muchos ciudadanos respecto de las medidas.

De hecho, apunta la Deutsche Welle, el último y sombrío hito se produce en un momento en el que Estados Unidos está experimentando una cuarta oleada impulsada por la variante delta, altamente contagiosa, y en el que la principal causa de muerte ha sido la escasa aceptación de la vacunación en muchas regiones. El 24 % de los adultos estadounidenses, o casi 60 millones, aún no han recibido su primera dosis.

Así, las estadísticas muestran que la marca coincide con una nueva ola de enfermedades graves y hospitalizaciones entre personas en gran parte no vacunadas en los estados del sur y medio oeste de EE.UU. Esto ha llevado el promedio móvil de siete días de muertes diarias por Covid a alrededor de 1.900, niveles no vistos desde el aumento mortal del invierno pasado.

Sin embargo, el New York Daily News recalca que existen diferencias entre los dos escenarios. En 1918, la población de Estados Unidos era de poco más de 100 millones, mientras que hoy es de 330 millones, como señala The Washington Post. Eso hace que la tasa de mortalidad sea de uno de cada 500 estadounidenses en comparación con el número de muertos de uno de cada 150 en 1918.

A nivel mundial, el número es de 4,7 millones de muertos hasta ahora, que es mucho más bajo que los 50 millones en todo el mundo que fallecieron en 1918 y 1919 a causa de la gripe, como señaló Fortune. Pero a diferencia del período de dos años en que la llamada “gripe española” devastó a la humanidad, el Covid-19 ni siquiera está cerca de desaparecer.

En ese sentido, Kissler señaló que es probable que el virus perdure en el tiempo, incluso cuando la pandemia haya terminado, pues se darán “nuevas variantes”, pero que “no causarán el mismo tipo de enfermedad” al encontrarse con una población inmunizada por la vacuna o por el hecho de haber pasado ya la enfermedad.

“Esperamos que sea como un resfriado, pero no hay garantía”, dijo el biólogo de la Universidad de Emory, Rustom Antia, que sugiere un escenario optimista en el que esto podría ocurrir en unos pocos años. Por ahora, la pandemia sigue teniendo a Estados Unidos y otras partes del mundo en sus garras.

“El hecho de que las muertes aumentaron a fines de 2020, nueve meses después de que la pandemia llegara a Estados Unidos, con el mayor número de muertes diarias a principios de enero de 2021, es quizá la comparación más desalentadora con el récord histórico”, dijo el historiador E. Thomas Ewing, de Virginia Tech, a The Washington Post.

“Ignoramos las lecciones de 1918 y luego ignoramos las advertencias emitidas en los primeros meses de esta pandemia. Nunca sabremos cuántas vidas podrían haberse salvado si hubiéramos tomado esta amenaza más en serio”, se lamentó.

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