El esfuerzo de avanzar hacia la prosperidad común de China
Por Niu Qingbao, embajador de la República Popular China en Chile
“La prosperidad de todo el pueblo es el requisito esencial de la gobernanza nacional”. Las aspiraciones originales del Partido Comunista de China y su misión consisten precisamente en perseguir la prosperidad común. El Presidente de la República Popular China, Xi Jinping, durante su intervención en la reciente Sesión del Foro Económico Mundial de Davos, afirmó al mundo lo siguiente: China promoverá invariablemente el desarrollo de alta calidad, esforzándose por lograr avances sustanciales más notorios en el desarrollo integral de las personas y la prosperidad común de todo el pueblo.
En el progreso sustancial de promocionar la prosperidad común para todos, China se guía siempre por los siguientes ejes rectores:
La prosperidad común implica la responsabilidad del gobierno. El objetivo firme que debería tener el gobierno consiste en gobernar para cumplir con los ciudadanos, resolviendo de manera consciente y con proactividad la brecha entre las regiones, entre las zonas urbanas y las rurales, y la diferencia de ingresos entre ciudadanos, con miras a mejorar constantemente los niveles de adquisición, satisfacción y seguridad del pueblo. La relación entre Estado y mercado debe plantearse de manera adecuada, haciendo jugar plenamente el rol del capital mientras previene la expansión irracional de capitales a expensas del interés público, con el fin de hacer que el capital sirva al pueblo en lugar de que el pueblo dependa del capital.
La prosperidad común se espera lograr con el apoyo del pueblo. El gobierno debe implementar políticas de manera justa y razonable, conforme a los modelos científicos, asignando más eficazmente todos los recursos y creando todas las condiciones con el fin de permitir que el pueblo pueda mejorar el nivel de educación, reforzar su productividad, incrementar talentos profesionales, facilitar el desempeño laboral y desarrollo emprendedor y aumentar la capacidad de generar prosperidad. Como el enfoque de la prosperidad común se materializa en beneficiar especialmente a los grupos de bajos ingresos en el aumento del nivel de vida, se aborda la necesidad de promover la circulación progresiva que surge de abajo hacia arriba y prevenir la inmovilidad de clase.
La prosperidad común debe realizarse a la medida de nuestra capacidad. Las estrategias de la prosperidad común deben diseñarse en función del desarrollo, mediante el cual se busca garantizar la mejora del bienestar global de la población, persistiendo en dar prioridad al desarrollo de alta calidad. China es un país en vías de desarrollo, que cuenta con las limitaciones de nivel de desarrollo y recursos financieros estatales. Por ello, al promover la prosperidad común, debe coordinar las necesidades y posibilidades, avanzando de forma gradual y progresiva, y con respeto al desarrollo económico y social. El gobierno debe centrarse en la construcción básica, universal y asegurada del bienestar de los ciudadanos. Es importante no comprometerse a hacer todo, ni hacer promesas que no se pueden cumplir, tampoco caer en la trampa “asistencialista” de la excesiva asistencia social.
La prosperidad común no es un igualitarismo uniforme. La prosperidad común que busca China permite que unas personas y regiones se enriquezcan primero y luego inspiren y ayuden a los que llegan después, habida cuenta de que no sería posible que todas lo lograran al mismo tiempo. La prosperidad común no equivale a igualitarismo, tampoco busca el gobierno obligar al sector empresarial a “pagar por cuenta” de la prosperidad común, sino consiste en primero agrandar la “torta” y luego dividirla a través de arreglos institucionales razonables, para que los frutos del desarrollo puedan beneficiar más a todos de una manera más justa.
La práctica de la prosperidad común de China ofrece al mundo nuevas oportunidades. Para la prosperidad común de China, la reforma y apertura siempre es un trabajo en proceso. China también está dispuesta a compartir con el mundo las oportunidades ofrecidas por la prosperidad común. China y Chile son socios estratégicos integrales, con la misión compartida de desarrollo, todo lo cual sienta las bases para fuertes lazos bilaterales. La parte china está dispuesta a trabajar junto con la parte chilena para continuar fortaleciendo los intercambios de experiencias sobre la gobernanza del país, ampliando las cooperaciones sustanciales caracterizadas por alta calidad, desarrollo sostenible y bienestar social, con el objetivo de trabajar juntos para construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad.
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