Las críticas que ha hecho el gobierno a las AFP, y viceversa, han ido escalando en el último tiempo. “La campaña de las AFP no le hace bien al país”, dijo hace casi dos meses el subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, en referencia a la publicidad que las AFP han despleagado. “Más que una guía para una conversación abierta me parece que reflejan posturas ya definidas y con un claro sesgo”, comentó hace una semana la presidenta de la Asociación de AFP, Alejandra Cox, sobre el diálogo social para la reforma previsional que impulsa el Ejecutivo.
Y entre este domingo y lunes ambos protagonizaron un duro cruce de palabras, con calificativos de ida y vuelta. El domingo Cox escribió una carta en El Mercurio donde planteó que el subsecretario “adelantó algunos detalles de la reforma de pensiones. Afirmó, con claridad meridiana, que la reforma que prepara el gobierno contempla terminar, en el futuro, con la propiedad individual de los ahorros pensionales. Dijo que solo se respetarán los ahorros ya acumulados (el stock), y que una vez aprobada la reforma, ´toda la gestión financiera de las nuevas cotizaciones que corresponden al 10% actual más el 6% del aporte patronal´, será manejado por un ´ente público´”.
Cox agregó que “estas declaraciones resumen el proyecto del gobierno. Pero hay un problema: innumerables encuestas han mostrado que chilenas y chilenos quieren tener la opción de elegir quién maneja sus ahorros: entidades privadas, entes públicos, instituciones sin fines de lucro. El subsecretario quiere pasar por encima de la voluntad de las personas, imponer un monopolio estatal y desconocer lo que los trabajadores consideran vital: la propiedad de sus fondos -que por cierto incluye la heredabilidad de estos-”.
Y la presidenta de las AFP terminó diciendo que “el subsecretario se equivoca cuando dice que un sistema mixto con un componente de capitalización individual no corresponde a una ´lógica de seguridad social´. Al respecto es bueno recordar que la Conferencia General de la OIT en su 89 reunión de 2001, adoptó 21 conclusiones relativas a la seguridad social, estableciendo amplia flexibilidad; los sistemas de seguridad social pueden tener características muy diferentes, incluyendo sistemas de ahorros obligatorios administrados por entidades privadas”.
Ante ello, este lunes el subsecretario de Previsión Social respondió por la misma vía. Allí recordó que, según Cox, él habría sostenido que “la reforma que prepara el gobierno contempla terminar en el futuro, con la propiedad individual de los ahorros pensionales”. Sin embargo, Larraín dijo que “se trata de una tergiversación abierta y manifiesta atribuirme que la reforma previsional terminará en el futuro con la propiedad individual de los fondos”.
Argumentó que nunca sostuvo eso en la entrevista a la que hace referencia Cox, “por el contrario, destaco en dos oportunidades la importancia de un sistema que complemente la capitalización individual de propiedad de los cotizantes, con modalidades de financiamiento colectivo”.
A continuación, el subsecretario planteó que “es evidente que en una reforma que toca intereses tan profundos existirán diferencias relevantes. Pero lo mínimo para tener una conversación con altura de miras, es que cuando hagamos referencia a la posición de nuestra contraparte, esta se vea reconocida en dicho planteamiento”.
Así, concluyó que “lamentablemente, una vez más la presidenta de la Asociación de AFP opta por levantar un muñeco de paja para poder reafirmar sus posiciones y sembrar incertidumbre respecto de los objetivos de la reforma de pensiones. Al menos por nuestra parte, seguiremos aspirando a un diálogo amplio, y siempre teniendo a la vista los intereses de los pensionados y lo mejor para el país”.
Consultada por tales dichos de la autoridad, Alejandrá Cox no se quedó callada y manifestó que “el tono es innecesariamente agresivo y levemente misógino, desviando la atención de lo realmente importante que es el contenido de la reforma que prepara el gobierno”.