Lo que comenzó como reclamos aislados de usuarios en redes sociales y en llamados a las radios por parte de auditores, con el correr del día se convirtió en una de las principales polémicas que dejó la jornada electoral. Se trató de la falta de locomoción colectiva en Santiago, que trajo consigo diversas postales: llamados para acudir en ayuda de quienes no encontraban micro, autoridades increpadas e incluso un reconocimiento por parte del gobierno de que el plan de movilización no había funcionado como lo esperado.
Se trató de una complicación que, además, ocurrió en una de las jornadas más calurosas en Santiago, pues los termómetros llegaron a marcar los 33ºC. Fue en este marco que algunos integrantes del comando de Gabriel Boric acusaron al gobierno de intentar una maniobra para evitar que las personas salieran a votar. Incluso, en Twitter se instaló la tendencia #QueSueltenLasMicros.
Una de las primeras autoridades en abordar esta situación fue la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, quien aseguró que “hay episodios de congestión en algunos ejes importantes y eso afecta la fluidez de recorrido del transporte público, cuando no hay vía exclusiva, con lo cual hay tiempos de espera que han aumentado”. En esa primera intervención, la secretaria de Estado recordó que se había previsto un plan de contingencia, el que aumentaría el normal flujo de un día domingo.
No pasaron muchos minutos para que distintas autoridades comunales se sumaran a los cuestionamientos. Desde Maipú, el alcalde Tomás Vodanovic afirmó que “nos están llegando muchos reclamos por falta de buses en Maipú y vemos a muchos esperando en paradas”, a la vez que “pidió por favor” a la cartera de Transportes y al Transantiago que “revisen la situación”.
Y cuando comenzaba la tarde, la situación salió de la arena netamente urbana y entró de lleno en la arena política. Uno de los primeros dardos provino de Izkia Siches, la jefa de campaña de Gabriel Boric, quien aseguró en itter Twque “ante operación de @GobiernodeChile de limitar transporte público en favor de su candidato, llamamos a organizar taxis, colectivos y autos compartidos para trasladar a votantes. Siempre con mascarillas y ventanas abajo”.
La respuesta no tardó en llegar, y estuvo a cargo del subsecretario de Interior, Juan Francisco Galli, quien por la misma red social indicó que “esta es la definición de #FakeNews. Alguien creíble esparciendo una mentira sin fundamento. Hágase cargo de sus palabras para lo que pueda ocurrir por incitar al odio y división. ¡Ah! Y el acarreo sigue prohibido #DefendamosLaDemocracia”.
Como una forma de abordar esta situación, distintos municipios de la Región Metropolitana ofrecieron buses de acercamiento para quienes estaban en los paraderos. Ante la duda de si se estaba en presencia de alguna irregularidad, el presidente del Servel, Andrés Tagle, descartó que el traslado de gente en buses municipales sea un “acarreo” de votantes.
“Movilizar personas a locales de votación no tienen connotación ilegal en la medida en que no induzcan a votar por algún candidato”, explicó a La Tercera. Agregó que “si hay una denuncia de que hay campaña política tras esto, bueno, que se haga en los tribunales que corresponda, pero trasladar personas nunca ha sido un acarreo. Lo ilegal, insisto, sería inducir el voto en este traslado”.
Desde Contraloría, en tanto, declinaron referirse, pues sostuvieron que primero hay que delimitar si es el Servel o son ellos los indicados para establecer si está en regla o no esa modalidad. En todo caso, sostuvieron que cada hecho se revisa “caso a caso” y de haber una denuncia formal, se seguirá el conducto regular.
Las disculpas de Hutt
Ya cuando se acercaba el final de la jornada electoral, pasadas las 17.00, la ministra Hutt reconoció las falencias tras el plan del Ejecutivo: en una entrevista concedida a Radio Bío Bío indicó que la demora y falta de transporte público se debió la “forma en que funcionó el sistema” y no a una “baja en la capacidad de buses operativos”.
“Más que los buses, es la forma en que funcionó el sistema. Por supuesto que no quedé conforme en cómo funcionó el sistema. Se pudo haber resuelto más rápido, con más información a las personas. La responsabilidad de comunicar es nuestra, por eso tenemos las plataformas”, planteó, agregando que “una cosa que podría haber sido mejor es la distribución de información, es evidente que no todos tienen acceso a bajar las aplicaciones”.
Ante ese escenario, aseguró: “Quiero pedirles disculpa a las personas que lo han pasado mal, yo creo que se merecen esa disculpa, estamos haciendo lo máximo para que lo que queda de esta tarde puedan resolver su problema de movilidad”.
Eso sí, la secretaria de Estado fue enfática en despejar todas las especulaciones sobre una “intencionalidad nuestra de retener los servicios para que la gente no pueda ir a votar. Lo desmiento de manera categórica”.