Fuad Chahin (DC) ante votación por mayoría simple del quórum de 2/3: “Esta era la única salida política, audaz e impensada”
El convencional decé y miembro del Colectivo del Apruebo aborda el acuerdo que, a su juicio, permitirá que el pleno de la Convención Constitucional ratifique esa regla para la aprobación de las normas constitucionales. “Este consenso era fundamental para evitar tener que resolver esto en un órgano jurisdiccional como la Corte Suprema, lo que nos podría generar incerteza jurídica y una situación de crisis política mayor”, sostiene.
Fue uno de los principales promotores de la fórmula -impulsada por la centroizquierda- que este martes se impuso en el pleno de la Convención Constitucional. La estrategia permitirá que en la votación particular de la próxima semana todos los artículos de los reglamentos que regirán el funcionamiento del órgano sean aprobados por mayoría simple, incluyendo el que fija el quórum de 2/3 para la aprobación de las normas constitucionales. Ese, dice Fuad Chahin, era el único camino para evitar que sectores como el PC, Pueblo Constituyente y Movimientos Sociales terminaran derribando esa regla.
El expresidente de la DC y miembro del Colectivo del Apruebo defiende el mecanismo y descarta que se trate de una infracción a la Carta Fundamental, como han advertido distintos constitucionalistas. El convencional argumenta que el Artículo 133 alude a un “reglamento de votación” y, por tanto, abre la puerta para interpretar que no se trata de un instrumento general como el que aprobaron este martes.
A su vez, sostiene que ve poco viable que la derecha configure una mayoría para impugnar ante la Suprema esta votación y, asimismo, que los detractores de los 2/3 tengan margen para esa jugada política. “Esto nos permite terminar con ese dilema permanente y ponernos a trabajar en los temas de fondo”, advierte.
Fue uno de los impulsores de la idea de que el Artículo 94 se votara por mayoría y no por el quórum que definió la Constitución. ¿Por qué?
No soy el único impulsor. Esta fue una conversación que se fue dando a partir de que nos parecía difusa la expresión que quedó consagrada en la Constitución respecto de dónde se aplicaba en la votación reglamentaria el quórum de 2/3. El Artículo 133 dice que hay dos cosas que se debían aprobar por 2/3: el reglamento de votaciones y las normas constitucionales. Sobre ese último punto es evidente que debe aplicarse, sin embargo, respecto del primero, como no tenemos un reglamento de votaciones, no era tan claro. Sobre todo luego de que la mesa tomara la decisión de traspasarle esta calificación al pleno. No tengo duda de que la próxima semana, cuando votemos en particular, habrá una mayoría para aprobar el Artículo 94 en los términos en que está redactado y se terminará ratificando el quórum de los 2/3. Una votación en contrario lo único que habría generado era una situación política muy compleja que nos iba a llevar a zanjar esto en la Corte Suprema, lo que creo era el peor de los mundos para la Convención Constitucional.
¿Cómo, cuándo y entre quiénes se fraguó este acuerdo?
Esto no se fraguó en una cocina o en una sola conversación, fue algo que se fue construyendo. Se fue conversando al interior de los distintos comités y todos nos fuimos convenciendo de que este era el mejor camino, de que en realidad no valía la pena tener que llegar a la Corte Suprema si es que había una mayoría para poder ratificar esto. Y al final terminó primando aquello.
¿Qué rol jugaron Jaime Bassa y Fernando Atria?
Todos jugamos un rol, indudablemente que Jaime y Fernando son figuras muy importantes en el Frente Amplio... No sé exactamente cómo se dieron las conversaciones al interior de ese colectivo, pero, de acuerdo a lo que conversamos, ellos eran partidarios de esta misma fórmula.
El constitucionalista de su propio partido Jorge Correa Sutil aseguró que se ha incurrido en una infracción constitucional. Desde Chile Vamos también han cuestionado que de esta forma se está vulnerando la Constitución, específicamente el Artículo 133. ¿Qué responde ante esas interpretaciones?
Este es un debate de naturaleza jurídica, pero también política. Hay quienes creen que el debate constitucional se debe terminar zanjando en muchos aspectos en la Corte Suprema, yo soy contrario a aquello. Y para evitar llegar a esa instancia tenemos que tener la capacidad de tomar decisiones desde el punto de vista jurídico-político. Algunos sectores plantearon que una o dos normas solamente del reglamento general debían votarse por 2/3, Vamos por Chile llegó al extremo de proponer 40 normas, y eso demuestra lo impreciso y vago del concepto. Por lo tanto, no me parece que acá haya una infracción a la Constitución, sino que hay una vaguedad conceptual en la norma constitucional.
Desde el punto de vista político, ¿este era un acuerdo necesario para resguardar el quórum de los 2/3?
Esto era fundamental para evitar tener que resolver esto en un órgano jurisdiccional como la Corte Suprema, lo que nos podría generar incerteza jurídica y una situación de crisis política mayor en la Convención, además de la pérdida de un tiempo valioso. Nuestra responsabilidad era resolver esto políticamente y entrar pronto a la discusión de fondo.
¿Pero por qué asume que esto no llegará a la Suprema? La derecha ya ha amenazado con llevar esto al máximo tribunal en caso de que se ratifique el Artículo 94 por mayoría simple.
La derecha no tiene por sí sola los votos para llegar a la Corte Suprema. Además, hay una parte importante de la derecha que se da cuenta de que esa estrategia es un grave error, mientras que hoy día tenemos la posibilidad de ratificar el quórum de 2/3 ejerciendo la facultades que tiene el pleno, por mayoría. Por el contrario, si no se logra ese camino, y se termina rechazando ese quórum, ahí sí que habría que ir a la Corte Suprema, porque esa regla está en la Constitución y, por lo tanto, pase lo que pase en la Convención el quórum para aprobar las normas constitucionales tenemos que respetarlo.
¿Vio al PC dispuesto a sumarse a la propuesta de la derecha de aprobar por 2/3 el artículo y evitar así que se ratificara ese quórum para la aprobación de normas constitucionales?
Los vi tentados..., porque ellos no esperaban que ocurriera lo que ocurrió. Yo de pronto observo que lo que tenemos en la Convención es a una parte de la derecha y una parte de la izquierda, donde están el PC y algunos movimientos vinculados a lo que fue la Lista del Pueblo, ansiosos por llegar a la Corte Suprema, sin tener conciencia de los efectos que eso podría tener y lo que eso podría significar para la legitimidad y el trabajo de la Convención. Yo, por lo menos, creo que tenemos que ser capaces de resolver estos problemas políticos, ratificar los quórum que están en la Constitución, evitar conflictos innecesarios y dedicarnos a la discusión de fondo lo antes posible. Ahora bien, este acuerdo es la mejor muestra de que el quórum de 2/3 no beneficia ni perjudica a un solo sector, sino que nos obliga a todos a construir consensos amplios. En la discusión reglamentaria, si se hubiese establecido que había que votar por 2/3 el Artículo 94 esa norma beneficiaba paradójicamente a quienes estaban en contra de ellos. Este tiene que ser un aprendizaje de que a veces nos compramos ciertos dogmas. Esta era la única salida política, una salida política audaz e impensada, y demostró que tenemos capacidad de ponernos de acuerdo y evitar una crisis.
¿No teme que en el futuro esta fórmula termine poniendo en entredicho las normas de regulación de la Convención? Que siente un precedente para modificar el quórum de otros procedimientos...
No, porque para eso tendremos un conjunto de reglas que hoy día no tenemos en los distintos reglamentos que vamos a aprobar la próxima semana. Y nosotros estamos por cumplir las normas, al menos como Colectivo del Apruebo y otros comités con los que hemos estado dialogando, creemos que no hay espacio para que la Convención se siga dando gustitos y claramente derribar los 2/3 para las normas constitucionales sería uno demasiado caro.
En una columna Carlos Peña aseguraba que habría un efecto político detrás de esta estrategia, que “permitiría sostener que es la voluntad de la CC, la que de manera autónoma decidió establecer un quórum supramayoritario y no el Acuerdo del 15N”. ¿Lo comparte?
Son las dos cosas, son las reglas que tenemos como margen y que debemos cumplir, por una parte, y por otra, la posibilidad de que el pleno de la Convención por mayoría ratifique de alguna manera aquello. Sabemos que no hay ninguna posibilidad de sortear el quórum de 2/3, entonces, en lugar de hacer de eso una situación de conflicto permanente en la Convención, lo más inteligente es tomar esta salida.
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