Los malos resultados del Diagnóstico Integral de Aprendizajes que desarrolló la Agencia de Calidad de la Educación terminaron por convencer a varios personeros de gobierno que, de cara al segundo semestre, la estrategia de apertura de los colegios debe ser otra. Una más agresiva. “Se empezaron a acabar las excusas para no abrir”, se ha repetido en estas conversaciones.
Dentro de ese análisis, los expertos consideran, además, ciertas condiciones que han ido cambiando en pos de la presencialidad: todo profesor que quiso ser vacunado ya completó (en abril) su proceso de dos dosis, el grueso de las comunas ha salido de cuarentena, la tasa de colegios con casos de Covid -y brotes- ha sido marginal (casi un 2%) y, según el análisis del Ministerio de Educación, la aplicación de protocolos en el retorno presencial ha sido exitosa.
Además, se tiene muy presente un nuevo hito: Pfizer ya presentó una solicitud al Instituto de Salud Pública para aprobar la vacuna en niños de 12 a 16 años, por lo que se estima vacunar a este grupo desde el próximo mes. Mientras, cobra fuerza el movimiento de apoderados Escuelas Abiertas, que busca apoyos para el retorno de la presencialidad en los colegios.
En ese contexto, en el horizonte del gobierno están las próximas vacaciones de invierno, que comienzan el 12 de julio. Pero los plazos se estrechan, comentan en el Mineduc, y no parece haber, de parte de todos los alcaldes, esfuerzos concretos por reabrir los establecimientos. De hecho, las cifras más actuales arrojan que solo un 34% de los colegios del país que pueden abrir (aquellos en Fase 2 hacia arriba) lo hacen, y que, más significativo aún, solo un 17% de las instituciones con dependencia municipal tienen abiertas sus puertas.
Justamente ese panorama es el que se mira con más preocupación en las oficinas ministeriales, donde se analiza que, además, la decisión de estos municipios les torpedea no solo el afán del retorno a clases presenciales en dichos establecimientos, sino que está desincentivando a otros que han hecho intentos o que se encuentran en una modalidad híbrida.
La mirada de la cartera de Educación está puesta en los ediles que se han negado a abrir colegios, algo que el ministro Raúl Figueroa refrendó este jueves en entrevista con Radio Duna: “Los alcaldes tienen que, de una vez por todas, asumir la responsabilidad que tienen en la administración del sistema educativo. Porque han ido poniendo una serie de exigencias y se han cumplido todas. Se nos pidió recursos y los recursos están. Del orden de 10 mil millones de pesos al mes están disponibles para que se puedan destinar a aspectos relacionados con el Covid y, lamentablemente, los establecimientos municipales, muchos de ellos, dejaron mucho dinero sobre la mesa teniendo la posibilidad de gastarlo y no se lo gastaron”.
¿Obligatoriedad?
Por ello, la meta que se han fijado en el gobierno es que la tónica del regreso a clases, al término de las vacaciones de invierno, sea la presencialidad. Pero ya no de forma voluntaria. Por ello, los miembros de los equipos de trabajo de los ministerios involucrados están debatiendo establecer o un mecanismo que disponga sanciones o algún tipo de incentivo por la vía de las subvenciones anexado al retorno presencial a las aulas.
Los conocedores de aquellas conversaciones sí tienen claro que el receso marcará el límite para frenar la discrecionalidad de la toma de decisiones y que la “regla” será abrir sí o sí, no descartándose que pueda ser, incluso, en Fase 1, para lo cual serán determinantes las conversaciones con el Ministerio de Salud.
Porque, hasta ahora, cada sostenedor ha ido resolviendo según sus propias consideraciones, especialmente los municipios. Ejemplos abundan.
“Aunque nuestros establecimientos tienen todas las medidas sanitarias, la mayoría de los estudiantes son de comunas que aún están en cuarentena. Debido a esto, y a que las clases online han funcionado correctamente, en Providencia continuaremos con esta modalidad. Una vez que la situación sanitaria mejore, y siempre y cuando las comunidades educativas así lo determinen, previa realización de una encuesta, se podrá volver a las clases presenciales”, señala José Antonio Tapia, director de Educación de dicha comuna.
José Manuel Palacios, recientemente reelecto alcalde de La Reina, aporta sus razones para no abrir, las que chocan con los plazos que se fija el gobierno: “Lo más importante es la salud de los vecinos y vecinas de La Reina; cuidar también a nuestra comunidad educativa. Por eso, tomando en cuenta el alza de contagios, es probable que en La Reina continuemos con la modalidad remota durante el segundo semestre de este 2021”.
En el Mineduc apuntan con ahínco a los municipios. Incluso, a aquellos de la misma coalición de gobierno. “Esto no es una cuestión política, estoy hablando de alcaldes de todos los partidos. Los alcaldes de Chile Vamos no han estado a la altura en materia de abrir los colegios, esa es la realidad. Y, por ejemplo, alcaldesas como Carolina Leitao (DC, de Peñalolén), que no es de Chile Vamos, ha hecho un esfuerzo enorme por poner sus establecimientos a disposición. Yo no estoy haciendo una crítica política, estoy haciendo una crítica a quienes son responsables de la educación municipal que, a mi juicio, no han estado a la altura del desafío”, añade Figueroa.
En ese sentido, alcaldes ya electos, pero que aún no arrancan sus periodos, también tendrán algo que decir. Como Tomás Vodanovic, quien el 28 de junio asumirá en la comuna de Maipú -donde las clases se mantienen en modo online- y quien antes de tomar una decisión cree necesaria una cita entre todos los involucrados para evaluar pros y contras. “Somos conscientes de que la situación sanitaria aún no está controlada y que los colegios municipales podrían no contar con todas las medidas de seguridad para enfrentar el regreso a clases de estudiantes y docentes, asistentes de la educación y equipos directivos. De modo que esperamos poder atender este contexto de la mejor manera posible de la mano de una mesa de trabajo donde todos los interlocutores comunales estén presentes y podamos priorizar la seguridad y la salud de la comunidad”.
Para Maximiliano Ríos, alcalde de Lo Prado y vicepresidente de la Comisión Técnica de Educación de la Asociación Chilena de Municipalidades, la situación es clara: “Estando de acuerdo que nuestros niños han perdido muchísimo y que va a haber atrasos importantes, tengo una crítica muy fuerte al ministro: se ha perdido mucho tiempo en no dotar con medios tecnológicos que sean equitativos, por tanto se profundizó la crisis”. Y añade: “Las cuarentenas han fracasado, ahora ponen un Pase de Movilidad y esto es una presión más para que los niños ingresen al colegio. En este escenario, si como gobierno no fueron capaces de entregar seguridad a la ciudadanía, es bien difícil que den seguridad sanitaria a nuestros niños”.
Ríos ejemplifica con la situación de su comuna, Lo Prado: “Esta semana tuvimos el peak de casos de toda la pandemia”. Por eso, cree, cada quien debe seguir tomando sus propias decisiones de apertura. Pero esta premisa, según el análisis del gobierno, tendría los días contados.