Este lunes en la mañana, el abogado y asesor de Presidencia, Andrés Sotomayor, se contactó con el jefe de la División Jurídica del Ministerio de Salud, Jorge Hubner. El motivo del contacto fue discutir si en el marco de la alerta sanitaria vigente del Minsal era posible, como medida extraordinaria, postergar las elecciones de constituyentes, alcaldes, concejales y gobernadores fijadas para los próximos 10 y 11 de abril.
Esto, en medio de la discusión pública que se ha instalado sobre si aplazar o mantener en su fecha original estos comicios, debido al significativo aumento de los casos positivos de Covid-19.
La conclusión de ambos abogados, de acuerdo a fuentes gubernamentales, fue unánime: los comicios no podrían ser trasladados de fecha amparándose en la alerta sanitaria, pues estos quedaron fijados en la Constitución, que tiene un rango mayor que el del decreto publicado en febrero de 2020 y renovado un año después, que otorga facultades extraordinarias al Minsal. Por ende, la conclusión -a juicio del gobierno- fue que el llamado a tomar una definición en esa línea es el Congreso; de lo contrario, se podría estar pasando a llevar su voluntad. Esto, pese a que el gobierno podría, en la práctica, enviar un mensaje con una reforma constitucional para hacer la modificación.
De esta manera, La Moneda y Salud quedaron alineados respecto al punto y a cómo enfrentar a algunas voces de la oposición que apuntaban a la autoridad sanitaria como la encargada de tomar una definición en esta materia.
No obstante, el Ejecutivo desde hace días transmite que no está dispuesto a impulsar una idea en esa línea, entre varios factores, por las dificultades que eso conlleva.
El tema se conversó en el comité de crisis Covid de la mañana de ayer, instancia a la que el Presidente Sebastián Piñera, según fuentes de gobierno, llegó con la idea de que los comicios no se tienen que postergar y que el Ejecutivo debe hacer todo lo posible por cumplir con la fecha estipulada. Por esta misma razón -con el objetivo de dar una señal y apostar a que disminuyan los contagios y que el escenario esté mejor para las elecciones-, fue que el gobierno decidió pasar a cuarentena a 21 comunas de la Región Metropolitana.
La fecha de la megaelección, de acuerdo a las mismas fuentes, también la discutió Piñera en la cita que tuvo, cerca de las 11.00, con los ministros del comité político.
En la instancia, el Jefe del gobierno junto a los secretarios de Estado analizaron el escenario, específicamente todas las dificultades que implica aplazar las elecciones, entre ellas, que alcaldes ya renunciaron a sus cargos, que ya se inició la propaganda electoral, el gasto de campaña y la negativa de los mismos partidos oficialistas a querer cambiar la fecha. Esto, ya que los ministros del comité político, sobre todo, el titular de Interior subrogante, Baldo Prokurica, durante el fin de semana estuvo llamando a los presidentes de Chile Vamos y la oposición para sondear sus opiniones.
Además, según fuentes de Palacio, hay otros dos factores que le preocupan a Piñera y que lo motiva a que no haya cambios en las fechas de los comicios. El primero, que no haya un declive en la participación y, el segundo, la certeza jurídica. Ello, pues calcula que una modificación en el calendario electoral podría agregar una nueva cuota de incertidumbre a un escenario ya abierto con la discusión constitucional, lo que podría repercutir en la economía. El Jefe de Estado, afirman en Palacio, quiere que las distintas etapas de este año electoral se vayan cerrando.
Así, en línea con lo conversado durante la mañana, se preparó la vocería que realizó más tarde el ministro de Salud, Enrique Paris, quien aseguró que “consultamos a diferentes abogados, y el Minsal no tiene esa potestad” para mover las elecciones, agregando que “si bien podemos declarar alerta sanitaria, como la misma cuarentena, no podemos tomar la medida nosotros de postergar la elección”.
En esa línea, indicó que “eso considera una ley, una reforma, y es el Congreso el que debe conversar con el Ejecutivo y con el Servel, para tomar esa medida. Nosotros claro que estamos preocupados de que se lleve a cabo el proceso democrático de la mejor manera posible. Por eso hemos aplicado protocolos en el plebiscito, que creemos que seguirán funcionando bien. Además la votación va ser en dos días”.
Paris enumeró las razones por las cuales es complejo un cambio de fecha, entre ellas, que “los alcaldes están retirados de sus cargos”, “se ha gastado dinero en la propaganda” y que “no es fácil postergar la elecciones pensando en que vienen otras”. Y agregó que el gobierno ha tomado todas las medidas para que se lleven a cabo los comicios. “A no ser que hubiese una real catástrofe, se mantiene tal como está en la ley la votación, en el 10 y 11 de abril”, dijo Paris.
Por la tarde, el ministro vocero, Jaime Bellolio, reforzó la postura de su par de Salud e indicó que “están haciendo absolutamente todo lo que está a nuestro alcance” para que los comicios se realicen en abril. Y que, por lo mismo, también se aumentaron las comunas que entraron a cuarentena. ”Como gobierno, estamos haciendo todo lo necesario para que disminuyan los contagios”, manifestó.
Bellolio se mostró disponible a llegar a un acuerdo en la materia si es que los partidos quieren impulsar algún cambio, si existe consenso y si las razones sanitarias lo justifican. “En caso de que las elecciones se tuviesen que cambiar, eso es con acuerdo del Congreso porque es una reforma que requiere 2/3”, aseguró, agregando que, de acuerdo a las conversaciones que tuvieron con los jefes de partidos del oficialismo y de la oposición, habría consenso en mantener la actual fecha.
Los factores y estrategia tras la cuarentena masiva en la RM
Junto con el factor político -el asegurar que se mantendrá la fecha original de la elección- en la decisión que dejó a 21 comunas de la Región Metropolitana en cuarentena también primó, como es de esperar, el delicado escenario sanitario.
La idea de decretar “un apretón firme, breve y eficaz” fue, según los presentes, una definición que se tomó en acuerdo unánime de quienes participaron de la reunión de la mesa Covid del lunes en la mañana. Eso, tras conocerse que el grueso de las comunas de la capital elevó en un 30% promedio sus casos de Covid-19 en los últimos siete días: Peñalolén, un 42%; Ñuñoa, un 28,5%; Pirque, un 40%, y El Monte, un 90%.
Además de este incremento, se analizó la positividad de la semana por comunas y los porcentajes de contagios que se detectan por búsqueda activa, así como los que llegan por consulta en un centro asistencial. Este último factor es clave: la ocupación ya alcanza un 95%, el umbral crítico que definieron los expertos para que se decrete un confinamiento.
Expuestos los datos, el comité de emergencia estimó que era momento del “apretón” -idealmente, final- para esta etapa de la pandemia, teniendo a la vista que el país se encumbra como el primero a nivel mundial en velocidad de vacunación.
“El Presidente venía con los números superclaros. Estaba al tanto de la situación epidemiológica porque conversa a diario con el ministro Paris y recibe un informe de la situación. Él estaba preocupado por la demanda de camas críticas y hubo coincidencia plena en que esto tiene que ser un apretón firme, eficaz y ojalá que breve”, detalla uno de los presentes.
El análisis realizado apunta a que las cifras de casos positivos de Covid-19 del domingo y lunes ya evocan una pequeña baja en la positividad, como resultado de la medida previa que dejó en cuarentena a casi 8 millones de chilenos. Con el nuevo decreto –que elevará a 13,7 millones las personas confinadas desde el jueves en el país- se proyectan resultados concretos en dos semanas. Por lo que, el escenario optimista es que el próximo lunes se evidencie un estancamiento de la velocidad de propagación de los casos y que en dos semanas pueda verse, derechamente, una tendencia a la baja.
Eso tiene como base un supuesto: en la cartera de Salud hay quienes estiman que el país ya alcanzó el peak de la segunda ola.
Así, en la estrategia del “último apretón” juega un rol clave el avance de la campaña de inmunización. Para este domingo se espera que el 30% de la población vulnerable ya tenga sus dos dosis de vacunas, lo que reflejaría en los siguientes 14 días un impacto en las UCI, con una menor demanda de camas. Se trata de un factor clave, porque tanto hospitales como clínicas están teniendo graves problemas para encontrar personal –agotado por la pandemia- para habilitar más cupos en las unidades críticas.
La jugada crucial, apuntan desde el gobierno, sería la supresión del permiso de desplazamiento los días sábados y domingos, que el último fin de semana fue solicitado por casi cuatro millones de personas. Esto, sumado al acortamiento del horario del comercio, la ampliación del toque de queda y el confinamiento casi general en la RM –salvo nueve comunas que ostentan los mejores indicadores epidemiológicos– permitirían torcer la curva de contagios y salvar los próximos comicios, cuya factibilidad, de todas maneras, será evaluada en profundidad el próximo lunes.