Informe Lancet: la administración de Trump pudo evitar un 40% de los decesos por Covid-19 en EE.UU.
La comisión de Políticas Públicas y Salud señaló que el expresidente republicano tuvo una respuesta "inepta e insuficiente" para enfrentar la pandemia, pero también advirtió sobre las ineficiencias en la infraestructura sanitaria nacional, por lo que emitió una lista de sugerencias.
Con más de 485 mil fallecidos por Covid-19, Estados Unidos está ad portas de superar los 28 millones de casos positivos del virus. El 21 de enero de 2020, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dio cuenta del primer ciudadano infectado de coronavirus tras retornar a Washington desde Wuhan, China. Más de un mes después, el Presidente Donald Trump anunció en la Casa Blanca que “hemos mantenido el coronavirus a raya”, asegurando que la situación “está controlada”. El republicano contradijo así al panel de expertos sanitarios que advirtió que un brote sería “inevitable”.
A un año del inicio de la expansión de la enfermedad a nivel global y a menos de un mes de haber dejado el Despacho Oval, Trump fue duramente cuestionado en un reciente informe de la Comisión Lancet sobre Políticas Públicas y Salud, en el que se denuncia que el gobierno del republicano podría haber evitado alrededor de un 40% de los decesos por Covid-19, tras comparar los resultados estadounidenses con los obtenidos por los otros países del G7. Aseguran que Trump tuvo una respuesta “inepta e insuficiente” ante la pandemia.
De esta manera, los 33 científicos que integran la comisión expusieron que las cifras de mortalidad por el coronavirus de Estados Unidos dista de sus pares del Grupo de los Siete, integrado por Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Canadá y Japón.
Además, el estudio reveló que si la esperanza de vida en Estados Unidos fuera equivalente al promedio de los otros países del G7, 461 mil estadounidenses menos habrían fallecido en 2018.
Si las tasas de muerte en EE.UU. fueran equivalentes a las de otras naciones del G7, se habrían evitado dos de cada cinco muertes de personas menores de 65 años.
Informe Comisión Lancet
Según el diario británico The Guardian, Trump -que también sufrió Covid-19 junto a la primera dama, Melania Trump- fue criticado por no asumir la gravedad de la pandemia, reaccionar con lentitud en el desarrollo de una estrategia sanitaria, difundir teorías conspirativas, no promover el uso de mascarillas y discutir con los científicos.
A pesar de que el CDC aconsejó al gobierno decretar una obligatoriedad en el uso de mascarilla como principio inicial para frenar la propagación del virus, el expresidente se negó a utilizarla en público en varias ocasiones, “politizó” la medida y no emitió una orden nacional. Por el contrario, permitió que cada estado impusiera sus propias reglas.
(Las acciones de Trump) hicieron que muchos ciudadanos no se tomaran la pandemia en serio e interfirieron con el tipo de respuesta coordinada que utilizaron muchos países que tienen más éxito que Estados Unidos en el control de la enfermedad.
Informe Comisión Lancet
Los expertos de Lancet acusaron a la agenda política de Trump de ser “destructiva” para los estadounidenses, pero también vincularon los malos resultados en el manejo de la pandemia a “condiciones históricas” de desigualdad en el país.
La llegada del Covid-19 encontró a Estados Unidos con una infraestructura sanitaria deficiente. En septiembre pasado, el Departamento de Salud acusó que no habían recibido fondos suficientes por décadas, lo que conllevó a una carencia de personal, financiamiento y herramientas para enfrentar desafíos, como una vacunación masiva.
Entre 2002 y 2019, el gasto de salud pública en Estados Unidos cayó de un 3,21% al 2,45%, lo que significa la mitad de los fondos entregados en Canadá y Reino Unido. Este aspecto sanitario sumado a las desigualdades para acceder a un seguro médico habrían generado el escenario perfecto para un “caos sanitario”.
El documento de Lancet señala que “aunque su esfuerzo por derogar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obamacare) fracasó, (Trump) debilitó su cobertura, incluso antes de la dislocación masiva de la pandemia Covid-19, y ha acelerado la privatización de los programas de salud del gobierno”.
La Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio sufrió bloqueos desde la llegada de Trump a la Casa Blanca y 2,3 millones de estadounidenses quedaron sin seguro médico, “sin incluir a los que perdieron cobertura proporcionada por el empleador durante la pandemia”.
De esta manera, entre 2017 y 2018, la tasa de cobertura de seguro médico cayó un 1,6% para la comunidad latina, lo que significa 1,5 millones de personas, y un 2,8% para nativos americanos, mientras que para la población blanca se mantuvo estable.
La brecha racial se ha hecho notoria durante la pandemia del Covid-19 en EE.UU. De acuerdo con datos del CDC, las muertes por el virus entre las personas de color son entre 1,2 y 3,6 veces más altas que en la comunidad blanca. En cuanto a ingresos a centros médicos, los latinos fueron hospitalizados 4,2 veces más que los blancos, mientras que los afroamericanos, 4,1 veces más, lo que estaría relacionado a que, en parte, estas comunidades “tienen menos seguridad laboral y no tienen acceso a un seguro médico privado”.
Pese al inicio de la vacunación masiva, los datos no han mejorado. Según el diario El País, un mes y medio después del arranque de la campaña de inoculación, apenas un 8,3% había recibido al menos una dosis y solo un 2% completado el tratamiento. De acuerdo con este reporte, el 60,4% de quienes habían recibido el fármaco eran blancos. En cambio, entre las minorías la cobertura aparecía como claramente inferior: latinos (11,5%), asiáticos (6%) y afroamericanos (5,4%).
Por esto, Lancet emitió una lista de sugerencias para mejorar las condiciones sanitarias, entre ellas: adoptar un sistema de salud de pagador único como el Medicare. Pero también va más allá, al proponer una reforma de justicia penal, la derogación de los recortes de impuestos y el aumento del gasto en programas sociales a lo largo del país.
La comisión aplaude al Presidente Joe Biden y a la vicepresidenta Kamala Harris por unirse a la OMS y al Acuerdo Climático de París, y por otras medidas que han tomado para rescindir algunas de las acciones ejecutivas del expresidente Trump que perjudican la salud. Pero la nueva administración y el Congreso deben ir más allá que simplemente reparar el daño de Trump.
Informe Comisión Lancet
Sin embargo, el mandatario Joe Biden ha rechazado promover el Medicare. En cambio, busca reforzar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio mediante subsidios a personas de ingresos bajos y medios.
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