Informe revela que por primera vez desde 1995 el mundo alberga más dictaduras que democracias plenas
Según el Instituto Variedades de la Democracia (V-Dem), el 72% de la población mundial vive actualmente en autocracias. En 2022, el nivel de democracia del ciudadano promedio mundial se situaba en los índices de 1986.
“Los avances en los niveles globales de democracia logrados en los últimos 35 años se han esfumado”. A esa conclusión llega el Instituto Variedades de la Democracia (V-Dem), vinculado a la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, en su último informe anual sobre democracia. Según el estudio, los niveles globales de democracia han caído en 2022 a niveles inferiores a los de 1986 y el número de Estados gobernados por dictaduras ha superado al de democracias plenas por primera vez desde 1995.
La investigación es considerada una referencia en la medición de los niveles de los regímenes políticos en el mundo y los divide en cuatro categorías: autocracia cerrada, autocracia electoral, democracia electoral y democracia liberal. Para clasificar a más de 180 países en estos criterios, el instituto evalúa ítems como libertad de prensa, independencia entre poderes, represión policial e integridad del sistema electoral, entre otros.
En términos generales, a finales de 2022, el mundo estaba dividido casi en partes iguales entre 90 democracias y 89 autocracias, una cifra muy similar a la del Informe sobre la Democracia del año pasado.
Sin embargo, por primera vez desde 1995 el mundo alberga ahora más autocracias cerradas que democracias liberales. El número de democracias liberales desciende de un máximo de 44, en 2009, a 32 países, en 2022. En el caso de América Latina, sólo Chile, Costa Rica y Uruguay son consideradas democracias liberales.
Por el contrario, el número de autocracias cerradas está subiendo desde un mínimo de 22 en 2012 hasta 33 países en 2022. “Esto pone de relieve las graves consecuencias de la actual ola de autocratización en el mundo”, destaca el informe del V-Dem.
El 72% de la población mundial -5.700 millones de personas- vive actualmente en autocracias, lo que supone un aumento respecto al 46% de hace 10 años. De hecho, el 28% de la población -2.200 millones de personas- habita en países con autocracias cerradas. En cambio, apenas el 13% de la población -1.000 millones de personas – reside bajo democracias liberales.
En tan sólo los dos últimos años, nueve nuevos países se han convertido en autocracias cerradas: Afganistán, Chad, Guinea, Haití, Irán, Malí, Myanmar, Turkmenistán y Uzbekistán. Esta es otra señal de la importancia sobre la actual ola mundial de autocratización.
Auge de modelos híbridos
El estudio también describe un crecimiento preocupante de otros tipos de régimen, las denominadas autocracias electorales y democracia electorales. Estos gobiernos son una especie de modelo híbrido, en el que hay al mismo tiempo -en mayor o menor medida- características de regímenes autocráticos y democráticos.
Tanto las democracias electorales como las autocracias electorales han aumentado en número durante los últimos 50 años. En la última década, se han ido turnando como el tipo de régimen más común. En su conjunto, las autocracias electorales están aumentando notablemente, pasando de 35 en 1978 a 56 en 2022, lo que las convierte en el segundo tipo de régimen más común. El descenso del número de autocracias cerradas hasta 2010 explica gran parte de esta tendencia al alza.
Muchas autocracias cerradas se liberalizaron y empezaron a celebrar elecciones multipartidistas en las décadas de 1980 y 1990. Algunas se convirtieron en democracias electorales, pero muchas se estancaron como autocracias electorales, por ejemplo, Argelia y Pakistán. El reciente auge de la autocratización está volviendo a convertir a algunos países en autocracias cerradas, como Malí y Tailandia, sostiene el informe.
Las democracias electorales aumentaron de apenas 16 en 1972 a 58 en 2022, lo que las convierte en el tipo de régimen más común este año. El aumento de los últimos años puede parecer positivo, pero en gran medida es consecuencia de la autocratización de las democracias liberales.
Según el reporte, la democracia se quebró en siete de los 10 principales países en vías de autocratización durante los últimos 10 años: El Salvador, Hungría, India, Serbia, Tailandia, Turquía y Túnez. Tres países siguieron siendo democracias en 2022: Brasil, Mauricio y Polonia.
Una pluralidad -el 44% de la población mundial, es decir, 3.500 millones de personas- reside en autocracias electorales, entre las que se encuentran países de gran número de habitantes como India, Nigeria, Pakistán, Rusia, Filipinas y Turquía.
Entre las autocracias cerradas con una gran cantidad de personas se encuentran China, Irán, Myanmar y Vietnam. Este tipo de régimen representa el 28% de la población mundial, es decir, 2.200 millones de personas.
En contraste, y a pesar de ser el tipo de régimen más común en el mundo, 58 democracias electorales acogen sólo al 16% de la población mundial.
Las 33 democracias liberales también tienen poblaciones comparativamente pequeñas y apenas albergan al 13% de la población mundial. “Tal vez resulte revelador que las tres mayores democracias en términos de población -Estados Unidos, Indonesia y Brasil- hayan dado pasos de autocratización durante los últimos 10 años”, advierte el estudio.
Ola de autocratización
En una década, el nivel de democracia del que disfruta el ciudadano promedio mundial se ha deteriorado hasta alcanzar índices de 1986. V-Dem recuerda que durante ese año se dieron eventos como el accidente nuclear de Chernobyl y la Cumbre de Reikiavik entre Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov. “En 2022, muchos observadores piensan que se está gestando una nueva era de Guerra Fría. La guerra de Ucrania refuerza esta opinión”, sostienen los autores del reporte.
La actual ola de autocratización se extiende por todas las regiones del mundo. Los declives democráticos en las medidas ponderadas por población son particularmente evidentes en la región Asia-Pacífico, Europa del Este y Asia Central. La tendencia también es notable en América Latina y el Caribe, aunque esta última sigue siendo una de las regiones más democráticas.
En la región de Asia-Pacífico, el grado de democracia liberal del que disfruta el ciudadano promedio ha descendido a niveles que no se veían desde 1978, hace 45 años. Este fue el año en que Deng Xiaoping inició la liberalización de la economía china, y un año después de que se levantara el estado de emergencia de Indira Gandhi en India, con lo que se restableció la democracia en el país. El nivel promedio de la región se ve afectado por los descensos en países con mucha población como India.
Los niveles promedios de democracia ponderados por la población en Europa del Este y Asia Central han retrocedido gradualmente hasta el nivel registrado antes de 1990. Países poscomunistas como Hungría y Serbia han vuelto a la autocracia electoral, mientras que la intensificación de la opresión bajo Vladimir Putin significa que Rusia tiene ahora puntuaciones de Índice de Democracia Liberal (IDL) similares a las de la época de la Unión Soviética. En tanto, el promedio regional de 2022 para América Latina y el Caribe es más bajo que en cualquier otro momento desde 1989, cuando en Brasil y Chile se celebraron las primeras elecciones democráticas directas al poder ejecutivo desde el inicio del control de sus respectivos regímenes militares.
“Lo que vemos ahora es que la oferta autocrática es más popular que la liberal. Las victorias electorales de fuerzas antidemocráticas en sistemas democráticos no pueden explicarse por la ignorancia de los votantes, ni por la falsa conciencia o que los votantes son ‘deplorables’”, explica al diario O Estado de Sao Paulo la profesora de la Universidad Centroeuropea de Viena, Austria, Andrea Peto. “El nivel de democracia es una prueba de fuego que indica un cambio en el electorado y también en el deseo de una política diferente”, agrega.
En una muestra del avance de las tendencias autocráticas, el informe destaca que el número de países en vías de democratización se reduce a 14, con sólo el 2% de la población mundial. No eran tan pocos desde 1973, hace 50 años. En cambio, se observa un récord de 42 regímenes autoritarios con el 43% de la población mundial, frente a los 33 países y el 36% de la población del año pasado.
Cambios en equilibrio global de poder
El estudio también revela que el equilibrio global de poder económico entre autocracias y democracias está cambiando, con los regímenes autocráticos representando el 46% del PIB mundial. Las autocracias cerradas generaron el 25% del PIB mundial en 2022 y un 21% adicional es atribuible a las autocracias electorales. Esto representa una duplicación desde el final de la Guerra Fría.
Mientras tanto, las democracias producían más del 75% del PIB mundial al final de la Guerra Fría. La Unión Soviética -entonces la autocracia políticamente más poderosa del mundo- generaba algo más del 10% y China alrededor del 4%. El resto de las autocracias apenas aparecían en las estadísticas. En términos de riqueza económica, las democracias eran mucho más poderosas que las autocracias. En 2022, la cuota de las democracias en el PIB mundial se ha reducido al 54%.
El creciente número de autocracias, junto con la superpotencia económica China, representan ahora casi la mitad del PIB mundial (ajustado a la paridad del poder adquisitivo), pasando del 24% en 1992 al 46% en 2022. Una autocracia cerrada es ahora la mayor economía del mundo: La cuota de China en el PIB mundial pasó del 4,4% en 1992 al 18,5% en 2022, superando a Estados Unidos. Otras autocracias también están al alza. Vietnam (una autocracia cerrada) casi cuadruplicó su cuota del PIB mundial en los últimos 30 años, mientras que la de Qatar se duplicó con creces.
Asimismo, la balanza comercial mundial se inclina a favor de las autocracias. El comercio entre democracias cayó del 74% del comercio mundial en 1998 al 47% en 2022, mientras que una parte cada vez mayor corresponde al comercio con y entre autocracias. Mientras tanto, la dependencia comercial de las democracias respecto a las autocracias está aumentando, tanto para las exportaciones como para las importaciones. Pasó de un mínimo del 21% del comercio mundial en 1999 al 35% en 2022.
“La guerra de Rusia contra Ucrania demuestra hasta qué punto puede suponer un riesgo para la seguridad la dependencia comercial de las autocracias. Europa se encontró rápidamente en una situación difícil, y las dependencias comerciales pueden utilizarse para ejercer presión política”, apunta el informe de V-Dem.
Y agrega: “El creciente peso económico de las autocracias podría plantear problemas de seguridad a las democracias. El debilitamiento del poder económico relativo de las democracias también puede socavar su posición para defender los derechos humanos y las libertades democráticas en todo el mundo”.
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