Una de las preocupaciones de los prestadores en medio de la compleja situación financiera por la que atraviesan las isapres, es que las garantías que tienen constituidas las aseguradoras sean las suficientes para poder cubrir las deudas que mantienen con las clínicas.

En concreto, las isapres deben tener una garantía equivalente al monto de las obligaciones que mantienen con los cotizantes, con los beneficiarios y con los prestadores de salud. Esa garantía puede constituirse de diversas maneras, según escoja la isapre dentro de lo que permite el regulador, ya sea mediante depósitos a plazo, cuotas de fondos mutuos, boletas de garantía bancarias, entre otras.

Y es justamente esta última herramienta la que las isapres usan de manera más frecuente, representando casi un 60% del total de las garantías. En ella, el banco entrega estas boletas y a cambio cobra una tasa de interés.

Al respecto, las clínicas levantaron una alerta hace unas semanas. “Un porcentaje importante de dichas garantías están garantizadas con boletas bancarias, por lo tanto, cuando hoy día estamos en un sector, incluso con algunas desafortunadas declaraciones de que el sector va a desaparecer en el corto plazo, yo les pregunto a ustedes si como institución financiera pudieran estar dispuestos a seguir renovando esas garantías, asumiendo la insostenibilidad, o la inviabilidad de un sector”, dijo el presidente de Clínicas de Chile, Gonzalo Grebe, a los senadores de la comisión de Salud del Senado.

Ahí mismo agregó: “Hoy día garantías que aparecen en el papel como íntegras, la verdad es que es una situación que se puede esfumar muy rápido, producto de la no renovación de las boletas por parte del sector financiero”. En caso de no renovación de la boleta por parte de un banco, las isapres tendrían que enterar ese dinero de su bolsillo.

Si bien no hay información pública sobre los montos que cada aseguradora tiene en boletas de garantía bancarias, según información recopilada por Pulso en total las seis isapres abiertas tenían $402.093 millones a agosto en este tipo de instrumentos. De ello, un 41,7% ($168.300) tiene vencimientos en 2022, y el monto restante ($233.793 millones) vence en 2023.

Banmédica posee el monto de vencimiento más alto para este año, ya que de un total de $127.700 millones que tiene en boletas de garantía bancarias, un 48% ($61.700 millones) vence en 2022. Le sigue Colmena, que de un total de $67.500 millones, tiene un 63,7% ($43.000 millones) que vence este año, y el resto en 2023. Luego se posiciona Cruz Blanca: tiene $127.093 millones en este tipo de instrumentos, donde 29% ($36.800 millones) de ese total vence en 2022.

En cuarto lugar está Vida Tres: mantiene $23.800 millones en boletas, de lo cual 89% ($21.300 millones) vence este año. En el quinto puesto está Consalud, que en total tiene $48.000 millones, donde 11,5% ($5.500 millones) vence en 2022. En el último lugar se ubica Nueva Masvida, que no tiene vencimientos este año, aunque sí para 2023: $8.000 millones.

En la misma comisión de Salud del Senado, el superintendente del sector Víctor Torres, detalló que un 58% del total de la garantía constituida por las isapres corresponde a boletas bancarias. “Efectivamente es la mayoría, pero es un 58%. Ahora, hemos estado evaluando la posibilidad de que puedan incluirse otro tipo de instrumentos, distintos a los que hoy día se están usando, de tal forma de poder cambiar en algún porcentaje estas boletas de garantía por este otro instrumento, pero tenemos también que garantizar que la Superintendencia tenga acceso rápido y oportuno a los recursos si eventualmente así se requiriera”, puntualizó el regulador en esa ocasión.

El exsuperintendente de Salud, Patricio Fernández, dice que “existe un riesgo asociado de que aquellos bancos que hoy día están emitiendo estas boletas ya no las quieren renovar, producto de la situación en la cual se encuentran las isapres. Me parece que un punto clave de inflexión va a ser el resultado de este proceso de adecuación de planes que está siendo dictado por la Superintendencia de Salud, además del reajuste del precio GES que debería ocurrir el próximo mes. Si estos dos fenómenos ocurren, probablemente la situación financiera de las isapres debiera mejorar un poco, no obstante que van a terminar el año con pérdidas, pero permitiría tener una evaluación más positiva de riesgo por parte de los bancos. Si eso no ocurre, me parece que el riesgo ya sería inminente de una decisión de la banca de no renovar estas boletas, lo cual implicaría una situación muy compleja para la industria”.

En la banca tienen claro que el sector pasa por uno de sus peores momentos, pero al menos desde una entidad financiera aseguran que seguirán renovando las boletas. Eso, siempre y cuando el resto de los bancos haga lo mismo.