El candidato de Chile Podemos Más, Sebastián Sichel, junto con admitir que retiro el primer 10% de los fondos de pensiones, lanzó este jueves una idea que no estaba dentro de su programa económico: en caso de aprobarse el proyecto de cuarto retiro que actualmente se discute en el Congreso, “el único camino que queda” es avanzar en la extracción del 100% de los fondos de las AFP, dijo. Y agregó que “la verdad, es que, si se aprueba el cuarto retiro, cosa que espero que no pase, quiero discutir en serio por qué no retiramos el 100% de nuestros ahorros para guardarlos lejos de los burócratas y la política y administrarlo en cuentas separadas para nuestra pensión futura”.
El candidato aseveró que “es una irresponsabilidad que aquellos que no pueden financiar su programa de gobierno, como Gabriel Boric, o aquellos que explícitamente quieren expropiar nuestros fondos, quieran quedarse con nuestros ahorros provisionales para garantizar programas de gobierno inviables”.
Por la tarde, el jefe del equipo económico de Sichel, Patricio Rojas, detalló, en parte, de qué se trata este cambio del abanderado de centroderecha, al participar en el seminario del CEP: El programa económico de Sebastián Sichel.
Primero aclaró que no se trata de un retiro del 100% propiamente tal, sino que de “movilizar los recursos” para proteger el ahorro de los trabajadores. “Estamos pensando en que las personas puedan mover sus fondos de una institución a otra. Tenemos que ver cómo será esa institución, cuáles son las condiciones, los incentivos que tendrán los trabajadores para hacer ese cambio”. El economista añadió que “la idea fundamental que hay detrás obedece a una situación de protección, por lo tanto, no es que se puedan retirar los fondos, sino que saldrán del fondo obligatorio a una institución que tendrá ciertas condiciones de seguridad de manera que pueda poner esos fondos para complementar una pensión básica”.
Si bien subrayó que “falta toda la ingeniería de detalles, la idea es poder evitar que estos fondos puedan ser confiscados y utilizados por políticos que hoy día han tomado un camino irresponsable en materia de los retiros”.
El debate con Andrea Repetto
Durante el seminario, Rojas presentó las líneas centrales del programa. En primer lugar sostuvo que “enfrentamos una crisis social y política que debe ser encauzada institucionalmente hacia ritmos, plazos y objetivos realistas y programáticos. Ello exige una disposición reformista y no una deriva demagógica que agrave los problemas”.
En ese sentido, mencionó que en “lo inmediato debemos enfocarnos en restablecer los equilibrios macros, principalmente en reducir y normalizar el estímulo fiscal moviéndonos paulatinamente a una mayor focalización de la ayuda social hacia los más necesitados y en programas orientados a la recuperación de empleo, sobre todo de mujeres y jóvenes”.
Anticipó que dada la necesidad de continuar apoyando a las familias y a las pequeñas y medianas empresas en el proceso de reactivación, “el retiro del estímulo fiscal no puede ser total en el año 2022, debe ser gradual y focalizado”. Por ello, sostuvo que “dentro del programa se establece que en los siguientes dos años, (2023-2024) la economía deberá acomodar las medidas de gasto público transitorias de reactivación económica, junto con las medidas de gasto público permanente asociadas al programa de gobierno”.
Con esto, Rojas dijo que el déficit fiscal como porcentaje del PIB en los primeros dos años se reducirá desde 8,5% del PIB en 2021, a alrededor de 2,5% del PIB en 2023, situación que llevará a que la deuda pública se siga elevando algo más durante esos años.
Rojas detalló también las fuentes de financiamiento. Mencionó que el programa cuesta tres puntos del PIB, el cual se financiará principalmente por la reducción de evasión y elusión, con una recaudación de US$3.000 millones, exenciones por US$2.400 millones y crecimiento económico por US$3.000 millones, entre otros cambios.
Este último punto fue principalmente criticado por la académica de la Universidad Adofo Ibáñez, Andrea Repetto. Entre los principales reparos está el hecho de que se insista en que el crecimiento económico pueda rendir lo que se espera. “Hay mucho énfasis en el programa y en la presentación del voluntarismo y (falta de) realismo (en el programa de Boric), pero la apuesta de ustedes también es arriesgada. Y lo es porque ponen mucho énfasis en el crecimiento. También me parece poco creíble que se pueda reasignar recursos cerrando programas. Piñera lo prometió dos veces, pero no lo ha hecho en ninguna”.
Además, dijo que en la forma en que está escrito, al mencionar que se debe “fortalecer, perfeccionar, mejorar, da la idea de que estamos bien y que hay que mejorar. Para ser un programa de derecha hay pocas sorpresas. Eso cada uno lo puede tomar como quiera”, mencionó la economista.