El gobernador electo por Tarapacá, José Miguel Carvajal (36), es el segundo conseguido -junto con el de Valparaíso, Rodrigo Mundaca- por el Frente Amplio. Es militante de Comunes (partido en que también milita Karina Oliva) y con su victoria logró derrotar al clan de los Soria, que ha gobernado por décadas en Iquique. Jorge Soria (PPD), hoy en el Senado, dirigió esa municipalidad entre 1992 y 2016, y su hijo Mauricio (ind.) lo sucedió en 2016, hasta hoy.
El candidato del caudillo de Iquique en el bloque de Unidad Constituyente, Marco Antonio Pérez (independiente cercano al PPD), no logró imponerse ante Carvajal. Perdió en la segunda vuelta por 42,9% a 57,02%, pese a que en mayo solo le faltaron tres puntos para vencer a Carvajal.
Hoy este último -que en 2018 renunció al PPD criticando su falta de “regionalismo”- aboga por mayores competencias, y por descentralizar una región que, a su juicio, está muy radicada en Iquique.
¿Cuál es su plan para la zona?
Lo primero es que vamos a salir a conversar con los ciudadanos. Comprometimos una participación de 500 cabildos para dialogar con actores regionales y que nos va a permitir definir lo que será la región en los próximos 30 años. Vamos a tratar de actualizar nuestra estrategia, pero también resolver ciertas urgencias, con tareas inmediatas como la falta de agua, atender la situación de la salud de profesionales a propósito del Covid, y algunos instrumentos de reactivación económica. Hoy conversamos con la presidenta del Senado y se pudo establecer algunas situaciones que esperamos que, acelerando la ley corta, sean resueltas en lo inmediato para entrar al gobierno regional y no tener ambigüedades.
¿Qué pidió en la reunión con Provoste?
Nosotros tenemos facultades. La ley no es muy clara respecto de la transferencia de las atribuciones y cómo se dividen desde la lógica que el nivel central no las autoriza. Establecer algunas atribuciones de bienes nacionales, por ejemplo, para el uso de nuestros terrenos para promover algunos trabajos de los comités de viviendas. Eso por una parte. Y lo otro es que la transferencia de ciertas competencias que ya se enviaron a regiones tampoco han tenido reglamentos que nos permitan implementar. Falta una mayor dotación de profesionales en las nuevas divisiones que se crearon, son sólo 11 cupos que se nos otorgaron. La construcción y defensa del presupuesto regional está hecha por el intendente actual y no nos da margen de poder discutirlo para el próximo año. Lo que le pedimos a la presidenta del Senado es que pueda intervenir con el gobierno para que lleguemos el 14 de julio en propiedad para trabajar.
¿Cómo convivirá con la figura del delegado presidencial?
Vamos a invitar al delegado a hacerse parte del proyecto de la región. Esperamos que el delegado, a pesar de que tiene la jefatura en Santiago y es de confianza del gobierno actual, no pierda el interés de que el bien superior es la región. Espero más un sentido de colaboración y no caer en la obstrucción en los últimos meses de gobierno que le quedan. Sería bastante penoso para la región.
¿Cómo lo hizo para derrotar al clan de los Soria, conocido en la región?
Hay varios elementos. Hubo un enfrentamiento entre el centralismo y la descentralización propia de la región. Yo vengo de un pueblo que se llama Huara y vengo levantando un esfuerzo de aquellos territorios abandonados en toda la región. Lo que representaba el otro sector era el centralismo puro en Iquique, como capital regional. Y lo segundo es la concentración del poder, que siento que a la ciudadanía le preocupaba. Eso fue transversal. A todos les preocupaba que el poder del alcalde y el del gobernador regional quedaran sujetos a un grupo familiar. Iban a ser los dos presupuestos más altos de la región, el municipio de Iquique y el gobierno regional, dispuestos en una sola familia. También nuestras propias ideas, nuestros proyectos. Lo programático la ciudadanía lo valoró, a la hora de hablar del medioambiente, del capital humano, de la innovación.
¿En su victoria influyó un rechazo a los partidos tradicionales?
Sí, por cierto que nuestro proyecto de transformación ciudadano, regional, convocó mucho más que los partidos tradicionales. La ciudadanía ya no quiere más de lo mismo y lo dijo en todas las votaciones.
¿No le complica la baja participación en la votación (13,5%) en términos de su legitimidad?
No, por el contrario. Presentamos nuestro proyecto en primarias, primera y segunda vuelta, y fue siempre la primera mayoría. Tuvimos distintos niveles de participación y ganamos en todos los procesos. Fuimos legítimamente elegidos. Y eso, sin padrinos políticos, sin autoridades o alcaldes que nos apoyaran, nos da un valor adicional de ser este outsider de la política.
¿A quién apoya en la presidencial?
Vamos a apoyar a quien apoye la región, aquel que se comprometa con el proceso de descentralización, que va a generar un compromiso por hacer transferencias de competencias de los gobiernos regionales, que pueda aportar a nuestro proyecto de regionalización de empresas públicas. El conglomerado nuestro tiene un candidato que es Gabriel Boric, pero se tiene que someter a los distintos espacios de primarias. Nuestra preocupación es Tarapacá. Creemos que Gabriel presenta muy buenas condiciones, pero también tendríamos que dialogar con los demás.
¿No descarta apoyar al PC Daniel Jadue?
Más que descartar o afirmar, nuestro candidato del conglomerado es Gabriel y por lo que vamos a velar es que él se pueda comprometer a tener un proceso de descentralización efectivo.