No hablan desde que dejó el gabinete, el 18 de diciembre pasado. El exministro de Defensa Mario Desbordes no ha mantenido contacto con el Presidente Sebastián Piñera y las relaciones entre ambos -las que han tenido altos y bajos-, según el entorno del exsecretario de Estado, se mantienen congeladas.
Desbordes, en esa oportunidad, tuvo que salir del gobierno presionado por Piñera. Sus planes eran permanecer en el gabinete algunas semanas, sin embargo, su despliegue como candidato presidencial provocó la incomodidad del Mandatario. “No se puede ser candidato y ministro a la vez”, fue uno de los mensajes que le transmitió el Presidente a su saliente secretario de Estado.
La ceremonia en la que dejó su cargo fue la última vez que se vieron en persona.
“No converso con el Presidente desde diciembre”, dijo Desbordes en una entrevista con La Tercera, el pasado 20 de febrero. Una situación que, según su entorno, se mantiene hasta ahora.
Quienes conocen de cerca la situación entre Desbordes y Piñera describen que el único espacio en el que coinciden es un grupo de WhatsApp de exministros del Mandatario. Ahí, Desbordes ha dejado algunos mensajes sobre el manejo del Ejecutivo en La Araucanía.
El exministro había llegado al gabinete como una jugada de Piñera para intentar neutralizar las disputas internas del partido. Esto, en un momento en que Desbordes gozaba de popularidad debido a que fue uno de los que lideraron cuando era diputado la idea de apoyar el primer retiro del 10% del fondo de pensiones. Y, ahora, nuevamente está levantando una ofensiva para que La Moneda lidere el tercer retiro del fondo de pensiones, generando molestia en Palacio debido a que consideran que es una mala medida.
El extimonel de RN ha manifestado su postura en varias oportunidades sobre el tercer retiro, de hecho, ha contribuido a mantener alineados a varios diputados y coordinado varias de las puestas en escena de RN. La última de ellas fue la declaración pública que emitió este miércoles en la noche la comisión política del partido emplazando al gobierno a que no acuda al Tribunal Constitucional (TC) por el proyecto. De hecho, lo instó a liderar la iniciativa.
Las razones del distanciamiento
Si bien en la misma entrevista que dio Desbordes en febrero pasado a este medio dijo que “no tengo problemas con el Presidente. Entiendo que él no tiene problemas conmigo y yo necesito libertad para trabajar como candidato”. Lo cierto, agregan en su círculo, es que Desbordes está “dolido” con el Mandatario y la forma en que el Ejecutivo ha actuado durante los últimos meses con él y RN.
Son varios los episodios que han contribuido a que se mantenga este distanciamiento entre el Mandatario y el presidenciable de RN. En el entorno de este último transmiten que ninguna de las propuestas que ha hecho Desbordes se ha tomado en cuenta y que ha existido preferencia por las ideas del abanderado presidencial de Evópoli, Ignacio Briones, de quien, por ejemplo, recogieron la del subsidio al empleo.
Las mismas fuentes comentan que Desbordes planteó en privado y en público que era necesario mover las elecciones de abril debido a la pandemia, sin embargo, no le dieron ninguna respuesta y se terminó haciendo una modificación de “última hora”.
A raíz de esto Desbordes hizo pública su molestia. “Recién se tomó la decisión cuando la encuesta (Cadem) ya decía que había que tomarla”, manifestó el 29 de marzo, en El Mostrador, agregando que “la decisión es política, lo planteé varias veces, me dijeron que estaba loco, que cómo íbamos a correr las elecciones. (Cristián Larroulet, Sebastián Piñera) son los que tienen a cargo la conducción política”, dijo en esa oportunidad.
En esa ocasión, además, insistió en que las medidas adoptadas, hasta ese momento por el gobierno para enfrentar la pandemia, “son insuficientes”. Además, contradijo lo que señaló el titular de la Segegob, Jaime Bellolio, respecto de por qué el gobierno no cerraba las fronteras.
De igual manera, en el desbordismo resienten que, incluso, para la salida de Briones del Ministerio de Hacienda hubo un “trato preferencial”. Esto, porque dicen que mientras Piñera presionó para que Desbordes saliera del gobierno en conjunto con Sebastián Sichel, al extitular de Hacienda lo hizo solo y el Mandatario esperó a concretarla después de volver de su cuarentena preventiva, que cumplía por esos días debido a que fue contacto estrecho de un Covid-19 positivo.
Cercanos al exministro y actual carta a La Moneda también enumeran que Piñera no le hizo ningún gesto cuando anunció en enero la extensión del Decreto 265, que permite a las Fuerzas Armadas colaborar en la frontera norte. Entonces ya había dejado el gabinete, pero se trataba de una idea que él impulsó.
En Palacio, en todo caso, desdramatizan el “distanciamiento” entre ambos y aseguran que Piñera no tiene ningún problema con Desbordes y recalcan que, además, el Jefe de Estado tampoco habla muy fluido con el resto de los abanderados presidenciales del sector.
Como sea, Desbordes ha ido subiendo el tono de sus intervenciones, de acuerdo a la percepción que tienen en La Moneda. “Anda muy agresivo y a la defensiva”, comentan en Palacio.
En más de una oportunidad, agregan en el gobierno, ministros del comité político le han pedido que no sea tan duro con La Moneda. Y, de acuerdo a las mismas fuentes, también se comunicaron con él tras la molestia que desató en RN el nombramiento de Patricio Melero (UDI) en el Ministerio del Trabajo (en la tienda de calle Antonio Varas resintieron la llegada de un séptimo gremialista al gabinete, cuando RN tiene solo cuatro).
De todas formas, en el entorno del exministro aseguran que mantiene buenas relaciones con algunos representantes del Ejecutivo, sobre todo los RN, entre ellos con Juan José Ossa (Segpres)y Baldo Prokurica (Defensa).
Estrategia presidencial y división en RN
En La Moneda reconocen que las posturas de Mario Desbordes muchas veces se transforman en un dolor de cabeza para el gobierno, pero aseguran que la disposición es evitar cualquier tipo de conflicto. Y añaden que sus críticas responden principalmente a que es candidato presidencial.
De todas formas, admiten que su ofensiva de querer empujar nuevamente el tercer retiro los complica, porque azuza a muchos de la bancada de RN a que voten a favor cuando el gobierno quiere todo lo contrario.
De hecho, el ministro Bellolio, en entrevista con radio Pauta, lamentó la declaración política de RN y reafirmó que irán al TC. “Hemos leído esa declaración. Entendemos que es parte de la agenda presidencial digamos”, afirmó.
Como sea, en el gobierno buscan que las relaciones entre RN y La Moneda vuelvan a estar tranquilas.
En el comando del exministro, en tanto, reconocen que esto forma parte de su estrategia de campaña, porque nuevamente puede posicionarse “sintonizando” con la ciudadanía, sobre todo en momentos en que creen que La Moneda no ofrece las ayudas suficientes.
De igual manera, muy en privado, algunos en el círculo del exministro dicen que a Desbordes ya no le “suma” estar alineado con el gobierno. En todo caso, recalcan que en las últimas intervenciones ha “cuidado el tono” y ha destacado que las propuestas del gobierno “son buenas” y “positivas”, aunque insuficientes.
En RN algunos indican que la ofensiva de Desbordes podría poner en jaque la relación del partido con el gobierno. Esto, porque en la misma declaración política de ayer no estuvieron todos de acuerdo. De hecho, no se hizo una reunión por Zoom y solo se coordinó vía WhatsApp. Incluso, el propio timonel del partido, Rafael Prohens, no participó de la discusión y es contrario al tercer retiro. Parlamentarios como Leopoldo Pérez y Diego Paulsen también transmitieron su malestar, argumentando una falta de consenso de la declaración emitida.
Pese a eso, Prohens afirmó a este medio que “si Presidencia confunde los roles del candidato con el partido, sí nos puede afectar. Pero si el gobierno tiene claro que las discusiones que tengan con el candidato versus el partido y cada uno se mantiene en su rol, no debiera afectar”.
Y agregó que si “las diferencias que puedan tener con el candidato del partido empiezan a bloquear al partido, obviamente sería una muy mala señal”, pero “no ha sido el caso”.