La crisis política paraguaya que tiene contra las cuerdas al Presidente Benítez

Un manifestante sostiene una bandera de Paraguay cerca de una barricada durante una protesta después del rechazo a la solicitud de destituir al Presidente Mario Abdo, frente al Congreso Nacional en Asunción, Paraguay.

Después de que el oficialista Partido Colorado bloqueó la iniciativa del impeachment, los manifestantes volvieron a salir a las calles para exigir la dimisión del Ejecutivo por su gestión en la pandemia.


Los paraguayos reanudaron las masivas movilizaciones después que el miércoles el Congreso rechazó el segundo juicio político contra el mandatario Mario Abdo Benítez. Después de dos semanas de convulsión social, la oposición política no logró los 53 votos necesarios en el pleno para que avanzara el proceso de destitución por el manejo de la pandemia del Covid-19, pese a la presión en las calles para la remoción del Ejecutivo.

La disputa política fue zanjada con 42 votos en contra del impeachment y 36 votos a favor. En las afueras del Parlamento, cientos de personas comenzaron a congregarse para evidenciar su molestia frente a la decisión, que reafirma el poderío conservador de la Asociación Nacional Republicana (ANR), conocido como Partido Colorado.

El 15 de agosto de 2018, el entonces empresario y exsenador paraguayo Mario Abdo Benítez llegó al palacio de gobierno respaldado con un 46% de los votos. De esta manera, daba por iniciado un mandato que finaliza en 2023 y que ha estado marcado por las críticas.

Carros lanzaguas, balines de goma, gases lacrimógenos y un incendio en la sede del ANR fue el escenario que se vivió en las últimas horas en Asunción. La capital paraguaya fue lugar de movilizaciones desde el 5 de marzo, fecha en que renunció el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, después de acusaciones de corrupción y escasez de medicamentos para enfrentar el coronavirus.

Un manifestante con una bandera en una protesta en Paraguay.

A la fecha, Paraguay registra 185.888 contagios y 3.588 fallecidos, con una curva ascendente de los nuevos casos positivos. Por esto, a pesar de la salida del titular de la cartera encargada de la gestión de la pandemia y de la adquisición de vacunas, el gobierno de Benítez quiso dar un “gesto” al renovar su gabinete “en aras de la pacificación”.

Según el diario El País, más de 10 mil manifestantes se reunieron en la Plaza de Armas de Asunción durante el primer fin de semana de marzo y los enfrentamientos se extendieron por horas, hasta que la policía antidisturbios levantó banderas blancas tras quedarse sin munición.

El 28 de enero de 2020, el gobierno paraguayo confirmaba el primer caso sospechoso de Covid-19 y el 20 de marzo, el país lamentaba el primer deceso por el virus. Ante esto, el Ejecutivo decretó una cuarentena hasta mediados de abril, que luego fue extendida, siendo una de las primeras naciones de la región en limitar la movilidad de los ciudadanos.

No obstante, la segunda ola del virus parece no dar tregua a Paraguay. La peor jornada de cifras epidemiológicas se había dado en septiembre pasado, cuando las autoridades reportaron más de 1.200 casos en 24 horas, pero este miércoles se dio un nuevo récord, con 2.540 nuevos infectados diarios.

El domingo, el gobierno paraguayo firmó un decreto presidencial tras acusar que los servicios de salud están “repletos” y las “Unidades de Terapia Intensiva (UTI) casi en un 100% de ocupación tanto de los servicios públicos como privados”, por lo que disminuyeron las actividades laborales a solo la presencia de trabajadores esenciales, así como la imposición de un toque de queda en la capital y en 23 ciudades, que estará vigente hasta el 4 de abril.

Este peak de casos se da cuando Paraguay es uno de los países que menos ha inmunizado a su población. De acuerdo al sitio Our World Data, solo 12.820 personas han recibido una dosis del fármaco contra el Covid-19.

Justamente, ante la ausencia de acuerdos para recibir vacunas, hace dos semanas Chile donó 20 mil dosis para inocular a paraguayos. A pesar de esto, esta semana el gobierno de Benítez se vio envuelto en una nueva polémica tras acusaciones de que no han recibido las dosis que le corresponde al país por el mecanismo Covax debido a “errores” en los pagos.

Un manifestante toma una foto de un carro lanzaguas de la policía durante una protesta frente al Congreso Nacional en Paraguay.

El nuevo ministro de Salud Pública, el Dr. Julio Borba, aseguró que todo se ha realizado con los respaldos correspondientes, lo que incluye un primer pago a la Organización Panamericana de la Salud el pasado 1 de octubre por US$ 6,8 millones, y el 26 de febrero se realizó una transferencia de US$ 2,9 millones a la fundación The Vaccine Alliance (GAVI), que luego fue “reintegrada en su totalidad” a la cuenta del ministerio en el Banco Nacional de Fomento.

Durante la jornada de hoy llegarían las primeras 36 mil dosis de vacunas de Covax, de un total de más de 4,2 millones que están programadas para arribar en las próximas semanas.

El Papa Francisco evidenció su “preocupación” por las “noticias que llegan desde Paraguay” y pidió “encontrar un camino de diálogo sincero para hallar soluciones adecuadas a las actuales dificultades, y así construir juntos la paz tan añorada. Recordemos que la violencia siempre es autodestructiva”.

Según CNN, el jefe de Estado paraguayo ha permanecido en silencio desde el inicio del juicio político, tal como lo hizo en agosto de 2019 durante el primer intento de impeachment, que resultó debido a un acuerdo de compra de energía a la hidroeléctrica binacional Itaipú, que finalmente fue anulado para desactivar el juicio político.

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