La irrupción electoral del movimiento indígena Pachakutik deja a su candidato al borde del balotaje en Ecuador
Yaku Pérez mantenía una disputa voto a voto con Guillermo Lasso para determinar al candidato que enfrentará al correísta Andrés Arauz en abril.
En 2019, el movimiento indígena ecuatoriano fue uno de los protagonistas de las masivas movilizaciones que lograron derogar la eliminación de subsidios de los combustibles ordenada por el Presidente Lenín Moreno. El 10 de octubre de ese año, miles de personas llegaron hasta Quito en una convocatoria de paro nacional realizada desde la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), la organización indígena más grande del país. Ahora, la entidad fundada en 1986 toma mayor relevancia, ya que a través del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik está ad portas de disputar en abril la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, de la mano del candidato Yaku Pérez.
De acuerdo con el último boletín emitido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 98,4% de las actas escrutadas, el candidato correísta de la coalición Unión por la Esperanza (Unes), Andrés Arauz, cumplió con las proyecciones y ganó con un 32% de los votos, cifra insuficiente para ganar en primera vuelta al no lograr el 50% del respaldo electoral o el 40% con una diferencia de 10 puntos porcentuales con respecto al segundo lugar.
Sin embargo, la sorpresa de la jornada fue la irrupción del líder indígena Yaku Pérez -antes conocido como Carlos Ranulfo-, que en los sondeos previos no superó el 13% de intención de voto, pero que ahora alcanza un 19,87% de los sufragios, protagonizando así un empate técnico con el exbanquero Guillermo Lasso, que obtenía un 19,59%.
Ante la estrecha diferencia, vocales del CNE advirtieron que la definición de quién acompañará a Arauz en el balotaje programado para el 11 de abril, podría tardar “días”. A esto se suma, que cuando finalice el escrutinio, se abre legalmente un plazo para recibir “recursos, apelaciones e impugnaciones” que son estudiados por el Tribunal Contencioso Electoral, que luego emitirá los “resultados oficiales”.
El tema todavía llevará varios días, dependiendo de los recursos que presenten las organizaciones políticas, las cuales tienen todo el derecho. En esta situación ustedes son testigos de que la diferencia es mínima, de unas décimas, y obviamente puede cambiar la situación.
José Cabrera, vocal del CNE
A pesar de que es la primera vez que Yaku Pérez Guartambel -cuyo nombre indígena es Yaku Sacha, que significa “agua del monte”- se presenta como aspirante al Palacio de Carondelet, consiguió movilizar a una “quinta parte del electorado ecuatoriano”.
El candidato nació en la comunidad de Cachipucara, Cuenca, en la provincia de Azuay, y desde la adolescencia inició labores en la dirigencia indígena de Kichwa-Kañari. El abogado, de 51 años, es graduado de doctor en Jurisprudencia, con especialización en derecho ambiental de la Universidad Católica de Cuenca.
En 1996, Pérez llega a la política nacional tras ser electo concejal de Cuenca por el partido Pachakutik. El movimiento plurinacional de izquierda surge en 1995, como un “brazo político” de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, misma organización que el candidato presidió en 2017. Además, lideró la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (2013-2019) y la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, desde 2017.
A pesar de su participación en diversas manifestaciones por la protección del medio ambiente, en 2016 el abogado perdió en las primarias presidenciales del Pachakutik. Pero tras su liderazgo en las manifestaciones de 2019, en las que fue detenido por la policía, su postulación a la presidencia tomó mayor fuerza.
El político es ateo y vegano, en 2012 quedó viudo y tiene dos hijas, Ñusta Kruskaya y Asiri Verónica. Antes de emitir su voto el domingo, Yaku Pérez fue a buscar a su mamá, Inés Guartambel, para ir en familia al recinto electoral, ubicado a 15 kilómetros de Cuenca.
Según el diario El Español, la comunidad indígena en Ecuador -constituida por 14 nacionalidades y 15 mil pueblos ancestrales- es percibida como un “factor de veto” al mandatario en cargo. De los más de 17 millones de habitantes, un 7,4% de la población se identifica como indígena, pero no existe un voto homogéneo entre ellos, sino más bien su poderío radica en la capacidad de “movilización”.
Justamente, la participación de la CONAIE fue crucial en la destitución de los expresidentes Abdalá Bucaram (1996), Jamil Mahuad (2000) y Lucio Gutiérrez (2005). La relación con el expresidente Rafael Correa tuvo altos y bajos, ya que si bien incluyó en la Constitución de 2008 la declaración del Estado Plurinacional, en su mandato también se registraron cuatro detenciones a Yaku Pérez. La organización indígena tuvo un rol clave en el estallido social de Ecuador en 2019, que llevó al mandatario Lenín Moreno a trasladar temporalmente la sede del Ejecutivo a Guayaquil.
De esta manera, Pérez busca tomar distancia de la política tradicional partidista y mantener el “impulso social”, que recibió hace dos años, especialmente entre los votantes más jóvenes. Durante los actos de campaña, el político llegaba en bicicleta y tocaba el saxofón. En paralelo, ha sido denominado el “candidato verde” debido a que en su agenda presidencial asegura que intentará prohibir el extractivismo y cesar la contaminación a la tierra.
A diferencia de sus contrincantes, Arauz y Lasso, ambos católicos, Pérez se muestra a favor de la legalización del aborto. Asimismo, mantiene un discurso feminista.
Somos de la izquierda ecológica que defiende los derechos de las personas y de la naturaleza y que entiende a las comunidades indígenas.
Yaku Pérez, candidato presidencial
De acuerdo con ABC, la carta presidencial, que utilizó una wiphala (bandera de arcoíris indígena) y videos de TikTok durante la campaña que financió gracias a crowdfunding, impulsará la propuesta de reducir a la mitad el total de asambleístas, que hoy es de 137 curules, al tiempo que está abierto a firmar un acuerdo comercial con Estados Unidos.
En los próximos días, el CNE finalizará el proceso electoral, que se reanudará el 11 de abril para la segunda vuelta. Si Yaku Pérez es confirmado en el segundo puesto, deberá enfrentar al correísmo, impulsado por la victoria inicial. No obstante, el expresidente Rafael Correa “vaticinó” una segunda vuelta entre Arauz y Lasso, y señaló que espera que este resultado “no genere violencia”.
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