La decisión ya estaba tomada el martes en la mañana. Ese día, un molesto Presidente Sebastián Piñera determinó que Francisco Encina no podía continuar en el cargo de secretario ejecutivo de la Convención Constitucional. Esto, luego del fracaso de la primera sesión de la instancia que elaborará la nueva Constitución por problemas técnicos y de incumplimiento del protocolo sanitario.

Una serie de errores que La Moneda reconoció y los cuales lamentaron ayer en un punto de prensa los ministros Juan José Ossa (Segpres) y Jaime Bellolio (Segegob).

En la antesala de esas excusas, el Mandatario había pedido resolver cuanto antes los problemas, mientras que el ministro de Ossa, quien también ha sido duramente criticado por su rol y también se ha pedido su renuncia por parte de constituyentes, comenzó con la búsqueda del reemplazo de Encina, quien es militante de Evópoli y alcanzó a estar solo cuatro meses en el cargo y dos días desde que se instaló la convención.

Así, ayer en la tarde, Ossa y Bellolio anunciaron que en lugar de Encina asumió la exministra de Bienes Nacionales Catalina Parot, quien perdió en las elecciones del pasado 15 y 16 de mayo no alcanzando a pasar a la segunda vuelta en la gobernación de la Región Metropolitana.

En La Moneda dicen que el nombre de Parot fue una idea conjunta de Ossa y Piñera, y que fue éste último quien la llamó ayer por teléfono directamente.

En Evópoli, en todo caso, transmiten que ellos no fueron informados de la nominación de Parot y que no lo pidieron e, incluso, que si les hubiesen consultado hubiesen recomendando no hacerlo.

“El Presidente de la República ha designado a Catalina Parot -quien también es militante de Evópoli- para que continúe en este trabajo y asuma la jefatura de esta secretaría técnica, que todos ustedes saben, debe prestar el apoyo técnico, administrativo y financiero para la instalación y funcionamiento de la Convención”, dijo Ossa sobre la nominación de Parot.

La nominación de Parot en el cargo generó de inmediato críticas en la oposición y también en algunos parlamentarios del oficialismo quienes apuntaron a dos factores. Primero, a que se le designó en el puesto como una especie de “premio de consuelo” y, en segundo lugar, a que tiene un perfil más político y no técnico.

“Otro descriterio más. Premio de consuelo inaceptable. Piñera sigue instalando personajes que no dan garantías en cargos claves para el funcionamiento de la convención”, manifestó ayer el diputado PC Daniel Núñez en su cuenta de Twitter.

“Yo creo que Catalina Parot no debiese ser la jefa de la unidad administrativa. Porque se le está dando un poder indebido al gobierno que quiere obstruir este proceso constituyente. En consecuencia mañana haré el punto de tabla al inicio de la convención, y entiendo que igual lo harán otras personas solicitando que la convención ratifique o no ratifique el nombre de la señora Catalina Parot”, añadió Marco Barraza (PC)

En tanto, el diputado RN Tomás Fuentes sostuvo que “es un error nombrar a personas militantes de partidos… se debió escoger un perfil técnico que diera garantías a todo el mundo”, mientras que su par Jorge Durán agregó que “sabemos que ella no fue elegida como gobernadora de Santiago, y por eso, creo que el gobierno debería haber nombrado a alguien que no levantara suspicacias”.

En los constituyentes también hubo malestar por la decisión. “No puede ser que la Convención Constituyente funcione como moneda de cambio para quien perdió una elección y que debe pagar un crédito de campaña (…). Fue nombrada sin consultar a la mesa directiva de la convención, es otra pésima señal del gobierno”, dijo Daniel Stingo, en alusión a una entrevista que Parot dio a La Tercera en mayo.

También hubo algunos constituyentes como Pollyana Rivera (Chile Vamos) que respaldaron la nominación. “Me parece una buena designación”, dijo.

Hasta el cierre de esta edición, aún no se pronunciaba la mesa de la Convención Constituyente sobre el nombramiento de Parot.

Parot fue consultada ayer ante posibles cuestionamientos, durante el punto de prensa en que se informó su nominación, y aseguró: “No sé si esto es un premio de consuelo o no. Yo lo tomo simplemente como un tremendo desafío y como un trabajo para mi país. No es un premio de consuelo porque un premio de consuelo sería algo más fácil”.

En Palacio, en todo caso, defienden su nombramiento y descartan que tenga que ver con que tenga que pagar su campaña o algún premio de consuelo. En esa línea, manifiestan que las razones para ser nominada en el cargo pasan porque tiene capacidad en gestión y diálogo.

En esa línea, agregan que la exministra “entrega todas las garantías de pluralismo, de capacidad, de experiencia y de manejo” y recalcan que otras ofertas de trabajo no le faltaban.

De todas formas, en privado algunos sectores del gobierno reconocen que la decisión de Piñera es un “disparo en los pies innecesario y otro paso en falso” el cual se podría haber evitado. Eso sí, sobre si alguien le advirtió o no a Piñera que el nombramiento de Parot podría ser una mala idea, en Palacio guardan silencio.