Las cinco razones que hicieron caer al inquilino del 10 de Downing Street

Desde el desacato de las normas de confinamiento por el Covid-19 que su propio gobierno instauró, hasta nombramientos y respaldos políticos cuestionados propiciaron la renuncia de más de 50 funcionarios y una presión desde todos los frentes posibles contra Boris Johnson. La misma que finalmente lo llevó a dimitir.


Lo que alguna vez se consideró como la mayor victoria electoral desde 1987 por parte del Partido Conservador de Reino Unido, este jueves terminó de forma abrupta y en medio de una crisis política con la dimisión de Boris Johnson, el primer ministro que arrasó en los comicios de hace dos años y medio.

Medios y analistas han coincidido en que, básicamente, son cinco las razones que explican la renuncia de Johnson, donde factores internos y externos entraron en juego. En mayor o menor medida, fueron estos los que decantaron en la masiva renuncia de miembros del gobierno, cifra que superó las 50 deserciones y que da cuenta del deterioro de la imagen de quien llegó a ser la máxima figura de la política británica.

Una fiesta con repercusiones políticas

La más reconocida de todas las razones, y uno de los puntos que más afectaron el apoyo ciudadano y político del primer ministro durante este año se dio con las fiestas realizadas en plena pandemia por el Covid-19, catalogadas como el escándalo del Partygate.

El 30 de noviembre de 2021, el tabloide Daily Mirror abrió la caja de Pandora para Johnson, que nunca se llegó a cerrar. Fue entonces cuando se revelaron los primeros detalles acerca de las fiestas que se celebraron en Downing Street, pese a que Londres se encontraba en un estricto confinamiento impuesto por el propio gabinete de Johnson. No más de seis personas podían juntarse en interiores, salvo excepciones para ciertas actividades laborales. La sede de gobierno negó tajantemente la realización de una fiesta.

Participantes borrachos, fiestas de cumpleaños y despedidas de funcionarios fueron algunas de las reuniones sociales realizadas en pleno confinamiento, lo que despertó críticas no solo por la realización de estas, sino que también, dicen los detractores del primer ministro, este habría mentido reiteradamente al Parlamento y a la ciudadanía sobre las reuniones.

Un manifestante protestando contra el Partido Conservador, apelando al escándalo del Partygate. Foto: AP

Solo cuando fotografías lo ubicaron en el lugar, Johnson salió a ofrecer disculpas públicas. La Policía Metropolitana cursó 126 multas a los 83 asistentes por infringir las normas de confinamiento, entre ellos Rishi Sunak, exministro que hoy aparece como uno de los contendientes al puesto de primer ministro. Durante abril de este año, Johnson fue multado tras celebrar su cumpleaños en junio de 2020.

Ocultando las acusaciones de Pincher

Pese a que el Partygate es la razón más conocida, el evento más cercano en tiempo -y uno de los que provocaron la masiva salida de miembros del gabinete- fue el caso de Chris Pincher, jefe adjunto de los conservadores designado por Johnson. El 29 de junio salió a la luz la historia de este miembro de los “tories” que, según afirmaron inicialmente unos pocos aliados del Partido Conservador y que luego se convertiría en más de una decena de denuncias, Pincher habría tocado de forma indebida a dos hombres en un exclusivo club de Londres. Confesión que desencadenó que más de 12 compañeros de filas declararan haber sido abusados por él en el pasado.

Tras afirmar que “bebió demasiado” y que estaba avergonzado, fue suspendido del partido, pero la pregunta sobre si Johnson sabía de estos casos quedó en el aire. Inicialmente, Downing Street aseguró que el primer ministro no estaba al tanto de lo ocurrido en febrero, fecha en que designó a Pincher en el cargo. Afirmación que fue desmentida por BBC el 4 de julio, cuando el medio detalló que el premier fue informado de la denuncia de manera formal. Un día después, Lord McDonald, exfuncionario público, aseguró que Johnson había sido informado de la denuncia en persona. Acto seguido, admitió que tenía conocimiento desde 2019 de las denuncias de acoso y abuso por parte de Pincher, disculpándose por nominarlo en el cargo.

De impuestos y el costo de vida

Si bien el 9,1% de inflación registrado en mayo (el máximo en 40 años) en Reino Unido no se puede atribuir directamente a la gestión de su administración, pues la crisis desatada por el Covid-19 y la guerra entre Ucrania y Rusia no están en manos directas de Johnson, sí lo estuvo la decisión de aumentar los impuestos durante abril de este año.

“En medio de la peor crisis del costo de vida en décadas, el gobierno elige aumentar los impuestos a los trabajadores”, dijo en abril a BBC el líder laborista Keir Starmer. Cualquier persona que gane sobre 34.000 libras esterlinas al año (casi 39 millones de pesos chilenos), deberá pagar más.

La suspensión de Patterson

Cuando un comité de la Cámara de los Comunes recomendó suspender por 30 días al parlamentario Owen Paterson en octubre de 2021, asegurando que rompió las reglas ligadas al lobby cuando intentó beneficiar a compañías que le pagaban, la bancada conservadora -liderada por Johnson- decidió pausar la suspensión.

Tras una votación, se estableció una nueva comisión que, a su vez, investigaría la forma en que el primer comité llevó a cabo las indagaciones.

No pasó mucho tiempo para que Patterson renunciara y el primer ministro afirmara que “chocó el auto” en cuanto al manejo político del caso.

La pérdida de ideas

Si había un concepto que definía la campaña que puso a Boris Johnson al mando de Reino Unido, era el de llevar a puerto y finalizar el proceso del Brexit. Una política simple, clara y fácil, según la BBC.

Sin embargo, el primer ministro no siguió esa ruta, criticaron sus detractores. Dominic Cummings, quien partió como asesor y terminó como principal crítico de la política del inquilino del 10 de Downing Street, lo acusó en repetidas ocasiones de ser un “carrito de compras fuera de control, que se desvía de una posición a otra”, recogió el mismo medio.

Jeremy Hunt, quien fue el candidato perdedor en la elección de 2019, donde Johnson inició su liderazgo, aseguró el miércoles a través de Twitter que “los parlamentarios conservadores, a los que se les ha confiado el poder, sabemos de corazón que no estamos dando al pueblo británico el liderazgo que se merece. No estamos ofreciendo la integridad, la competencia y la visión necesarias para liberar el enorme potencial de nuestro país”, antes de que el premier anunciara su dimisión.

Cinco motivos que, si bien no son los únicos que explican la totalidad de un proceso político, emergen como claves para entender la abrupta salida de un líder que entró y salió con números grandes. Llegó con la mayor victoria en años y se fue con más de 50 renuncias en el escritorio.

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