“Gracias por todo @rdelvalle14″. El 3 de julio, cuatro días antes de morir, la modelo brasileña Nayara Vit subiría su última publicación a Instagram. Ese sábado estaba festejando -junto a su pareja y su hija- sus 33 años de vida. Al miércoles siguiente su cuerpo yacía sin vida en el piso tras haberse supuestamente lanzado desde el piso 12 del departamento que compartía junto a Rodrigo del Valle en el sector del barrio El Golf, en la comuna de Las Condes. “Suicidio”, así fue caratulado en un inicio su deceso, sin embargo, ciertas circunstancias han hecho que hoy el fiscal de la zona Oriente, Omar Mérida, se encuentre reconstruyendo “segundo a segundo” la muerte de esta joven ante la sospecha de intervención de terceros en su caída al vacío.
Para los investigadores hay varias piezas que faltan en este puzzle, ya que no coincidirían los tiempos de ocurrencia de algunos hechos. El caso está lejos de cerrarse y el Ministerio Público ha ordenado una serie de peritajes para dar explicación a la discordancia que existe entre la hora en que se produce el supuesto salto suicida de Vit y las llamadas que alertan de lo ocurrido. Pero no sólo la fiscalía ha puesto en duda la primera versión de la muerte de la joven. También lo han hecho su familia y amigos. Lejos de la depresión, su entorno asegura que no era una persona que tomaría una decisión de ese tipo y han revelado un audio en el que durante esa jornada la modelo se comprometió, con la directora del jardín de su hija, a ir a dejarla ella misma al día siguiente a clases.
Reconstrucción de escena
Pero eso no es todo. Existen testimonios que apuntan a que previo a su muerte se escucharon gritos, un macetero caer y ahora el abogado que representa la expareja de Vit y padre de su hija, Cristián Cáceres, revela que la joven habría tenido lesiones anteriores a su caída, lo que daría cuenta de episodios de agresión previos. “Actualmente se realizaron nuevos peritajes en el Servicio Médico Legal. A continuación de la primera autopsia, se realizó un segundo peritaje tanatológico tendiente a dilucidar si existen lesiones anteriores a la caída de Nayara. Vale decir, si se puede establecer algún tipo de cronología en las lesiones que fueron encontradas en el cuerpo de la joven brasileña y de esta manera poder determinar si es que ella pudo tener algún tipo de agresión antes de su caída del duodécimo piso”, sostiene el profesional.
Cáceres, quien en el pasado se desempeñó como fiscal del Ministerio Público, alerta además sobre nuevos hallazgos en los pisos posteriores al departamento que podrían dar aún más fuerza a un intento de la joven por evitar su caída. “Asimismo, se ha encontrado algún tipo de evidencia en los pisos inferiores al piso 12, donde ocurrió esto. Vale decir, en el piso décimo y el undécimo, donde anterior a la caída existían mallas de seguridad para niños, las que con posterioridad a la caída de Nayara se encontraban rotas, en ambos pisos. Tanto el piso 10 como el piso 11, circunstancia que está siendo investigada y respecto a ella se pueden plantear un sinnúmero de hipótesis. Entre ellas, que la joven intentó tomar estas mallas a fin de evitar su caída, lo cual es absolutamente incompatible con algún tipo de suicidio. Así las cosas, se están realizando estas pericias, entre otras, como la toma de declaración a testigos aportados por esta parte y otros que están también pendientes del Ministro Público”, concluyó.
Para los próximos días el fiscal Mérida y la PDI tienen en agenda realizar una reconstitución de escena. Vital ahí será el testimonio de una mujer rubia que fue quien recibió a Carabineros ese día y aseguró ser testigo del suicidio de la joven. Algunas alteraciones al sitio del suceso hicieron que el Ministerio Público mantuviera abierta la indagatoria y -hasta ahora- no descarte ninguna hipótesis. En particular las sospechas giran en torno al rol de Rodrigo del Valle, quien hasta ese día era su pareja y con quien seis semanas antes había festejado un nuevo aniversario de pololeo.