Las lecciones que los presidenciables de Chile Vamos sacaron de su primer debate
En los cuatro comandos sacan cuentas alegres respecto del desempeño de sus abanderados, pero reconocen -en privado- que deben mejorar ciertos aspectos para poder dar a conocer con mayor fuerza sus planteamientos. En La Moneda, en tanto, hubo molestia por el "desmarque" de los candidatos respecto del gobierno.
Cada presidenciable y sus acompañantes habían sido ubicados en un lugar separado de sus contendores. Una suerte de corral que, junto con cumplir con las medidas necesarias para evitar los contagios de Covid-19, les permitía esperar el momento en que saldrían en pantalla. Pero Joaquín Lavín (UDI) salió de ese espacio para dirigirse al sector asignado al abanderado de RN y el PRI, Mario Desbordes, a quien saludó afectuosamente.
La lectura de algunos integrantes de los demás comandos fue que a través de ese gesto el candidato gremialista selló un pacto de apoyo mutuo con el abanderado de RN, que se pudo apreciar en distintos momentos del primer debate televisivo que la noche del lunes enfrentó a los cuatro aspirantes de Chile Vamos a La Moneda.
Así, por ejemplo, lo comentaron en el equipo del independiente Sebastián Sichel, quien también tuvo algunas declaraciones cruzadas con el abanderado de Evópoli, Ignacio Briones.
Al respecto, el jefe de campaña de Sichel, el exdiputado Pedro Browne, dice que “pareciera que a los partidos políticos les incomoda que alguien que no pertenece a su club esté compitiendo. Al final, parecía tres contra uno, y no tiene ningún sentido. Aquí la gracia era poder debatir ideas y proyectos, y no tratar de enlodar a un candidato en particular”.
En cambio, en el análisis que hacen en los otros equipos aseguran que Sichel tuvo una actitud agresiva hacia sus contendores, con un tono irónico y molesto que incomodó a ratos en la puesta en escena.
En palabras del coordinador general de la campaña de Briones, el senador Felipe Kast, “desgraciadamente, vi más agresivo a Sichel, creo que se equivocó en su nivel de respuestas y en cierto grado de ironía o un tono que no lo ayudó. Estuvo débil en esa capacidad de empatía”.
Más allá de esos enfrentamientos, en todos los comandos sacan cuentas alegres respecto del desempeño de sus propios abanderados y creen que el debate les sirvió para mostrar algunas de sus propuestas. Incluso, en el comando de Briones dicen que su atuendo también le favoreció, pues al ser el único que usó corbata, le dio una mayor prestancia a su imagen.
Pero, en privado, distintas fuentes consultadas ven que hay elementos que los candidatos deben mejorar. En particular, consideran que faltó mayor capacidad para instalar sus propios temas, sobre todo debido a que los entrevistadores los llevaron a materias que, en opinión de las mismas fuentes, no son de interés del electorado de derecha y, además, hacían muchas interrupciones a los candidatos, restándoles tiempo valioso para expresarse.
Desde el comando de Sichel, Browne precisa que “lo más importante para los próximos debates es siempre tratar de sacar adelante las fortalezas, un programa de gobierno sólido, con una mirada de futuro para la centroderecha. Y llegó el momento de ignorar absolutamente a quienes quieren atacar, no considerar las críticas que no tienen ningún fundamento ni ningún sentido”.
Además, en el equipo del expresidente de BancoEstado estiman que una buena opción para el futuro es concentrarse en Lavín y “bajarle el perfil” a Briones y Desbordes. Por lo mismo, adherentes a Sichel reconocen que se pudo haber equivocado en contestarle al abanderado RN-PRI, y que podría haber dicho mejor algunas de sus frases, como “no soy un hombre de derecha, soy de centro”, en circunstancias que está postulando en las primarias de ese sector.
Y aunque aseguran que todavía no hay un cambio de estrategia formal -ya que estaban concentrados en el despliegue territorial, que ayer tuvo al candidato en Rancagua-, de cara a los próximos debates se encuentran estudiando los temas que no fueron consultados en esta ocasión para poder instalarlos en las próximas oportunidades.
A juicio del coordinador político del comando de Sichel, Juan José Santa Cruz, en los próximos debates “vamos a acentuar el liderazgo del futuro que representa Sichel y concentrarnos más en la propuesta de reformas y de plan social”.
Un análisis similar plantean tanto en el entorno de Desbordes como en el de Briones, donde concuerdan en que los candidatos deberán enfatizar de mejor manera sus propuestas, tratando de sortear un formato que, en esta oportunidad, les impidió desplegar con mayor soltura sus planteamientos.
Sobre el punto, la jefa de campaña del extitular de Hacienda, Javiera Parada, dice esperar que “los próximos debates permitan a los candidatos mostrar más sus propuestas”, pues el lunes “hubo muchas preguntas sobre lo que hicieron en el pasado más que mirada de futuro”.
Además de Briones, en ese equipo creen que otro de los “ganadores” del duelo televisivo fue Desbordes. ¿La razón? Ambos son las figuras que corren con menor ventaja en las encuestas y el debate del lunes les permitió ubicarse en el mismo escenario de Lavín y Sichel, mientras ninguno de estos logró “sobresalir” respecto de sus competidores. “El debate equiparó la cancha”, explican.
Es más, fuentes oficialistas plantean que, tras la derrota que el fin de semana sufrió Desbordes al perder la elección interna de RN contra el senador Francisco Chahuán, se pensó que el exdiputado no llegaría al debate. Incluso, en varios grupos de WhatsApp de RN hubo comentarios positivos en torno a su “valentía” por acudir al programa. Por ello, tanto su asistencia como su desempeño, plantean, ayudaron a Desbordes a fortalecer una alicaída imagen.
De hecho, en el equipo del extimonel RN reconocen que, previo al debate, había preocupación, lo que se fue disipando luego de que respondiera respecto de su continuidad en la carrera presidencial, y lo hiciera -dicen- con convicción.
Claro que el equipo de Desbordes considera que su candidato debe trabajar más en el énfasis y entonación de ciertos mensajes para que lleguen con más fuerza y no sean “tan planos”, al tiempo que deberá seguir instalando su propuesta de “derecha social”, junto con reforzar el trabajo del contenido programático para no tener ningún tipo de titubeo. Por ejemplo, en el entorno del exministro sostienen que cuando Sichel le preguntó por el costo total de su programa de gobierno no respondió a la pregunta de manera concreta, pero sí pudo “salir jugando”, algo que “no se debe volver a repetir”.
En el equipo de Lavín, en tanto, reconocen que quieren instalar con más fuerza ciertos mensajes, por ejemplo, ser más repetitivo en ideas sobre su proyecto político y la unidad, entre otros conceptos. Asimismo, quieren intentar que durante los debates Lavín logre, más allá de las preguntas de los periodistas, instalar sus temas programáticos, como la agenda mujer, salud y otros.
Respecto del “estilo Lavín”, que evidenció al hablar en mapudungún durante el debate o al mostrar un pendrive para hablar sobre seguridad, en su comando transmiten -en privado- opiniones divididas. Si bien todos coinciden en que es parte de “su sello”, otros advierten que quizás debe “dosificar” ese tipo de intervenciones para que “no le resten seriedad”.
Molestia en La Moneda
El debate no pasó desapercibido en Palacio. De acuerdo a fuentes de gobierno, el Presidente Sebastián Piñera y los ministros del comité político siguieron la transmisión en vivo, cada uno desde su domicilio.
Y las conclusiones fueron más bien negativas, pues -de acuerdo a las mismas fuentes- en Palacio hubo molestia por el tono que usaron algunos de los abanderados del sector, sobre todo Lavín, quien repitió que el gobierno había llegado tarde con las ayudas en la pandemia, en lo que también coincidieron las otras cartas presidenciales del sector.
Así, en distintos momentos, los presidenciables oficialistas se desmarcaron del gobierno.
Este martes, el ministro de la Segpres, Juan José Ossa, se refirió al debate diciendo que “los candidatos son candidatos y uno entiende que cuando un gobierno puede requerir más apoyo en las encuestas -que lo tendremos, pero no es nuestra guía-, está bien que se desmarquen, es razonable, es esperable. Lo importante es que sea dentro de ciertos márgenes de lealtad y la lealtad se expresa a través de las formas en cómo uno se expresa respecto del resto de las personas, especialmente con quienes uno ha trabajado (...)”.
“No he dicho que los candidatos hayan sido desleales, todo lo contrario. Sí les recuerdo que, en buena medida, estuvieron ahí por sus méritos, su trabajo, su liderazgo y también a que todos fueron ministros del Presidente Sebastián Piñera. Ningún candidato de CHV estaría ahí si no fuera por el Presidente Sebastián Piñera; todos han sido ministros de él o exministros de este gobierno”, recalcó.
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