Este lunes los partidos de gobierno tendrán su reencuentro en el comité político ampliado citado -hasta el cierre de esta edición- para las 11.30 horas. Tras la inscripción de listas al Consejo Constitucional que terminó con el “quiebre” electoral del Socialismo Democrático -con el PS y el PL optando por plegarse a competir junto con Apruebo Dignidad-, el timonel del Partido Radical (PR), Leonardo Cubillos, afirma que se cometería un error si las circunstancias electorales impactan en la consolidación de la alianza de gobierno comprometida en el último cónclave oficialista de noviembre.

¿Cómo se recompone la relación entre ambas coaliciones tras las “esquirlas” que dejó el proceso de inscripción de pactos?

Hay un proceso de construcción de confianzas que tiene que seguir cualquiera sea la configuración de pactos electorales, porque son solamente eso: pactos electorales que determinan una realidad en un momento determinado. Respecto de la ‘reconfiguración’ de las coaliciones, hay que partir de la franqueza: yo recuerdo que el diputado Diego Ibáñez (CS) planteó una estrategia de crear una coalición nueva con el PS. Perdón, pero esos temas se conversan en una mesa política, con franqueza, con respeto. Cuando (Ibáñez) trata al sector político al cual uno quiere apuntar como “centro espurio” es entrar a hacer diferenciaciones odiosas, justamente desde quienes llaman a la unidad.

Está difícil entonces afianzar las confianzas luego de “separar aguas” electorales.

No hay receta para recomponer las confianzas entre las coaliciones, pero lo electoral no debiese poner un paréntesis a ese proceso. Insisto en que debemos tener un diálogo franco. Cuando se habla francamente y se dejan de lado las superioridades morales (la teoría de) ‘los anillos’, se logra avanzar. Por lo menos hasta antes de las inscripciones de pacto y posterior al cónclave oficialista de noviembre, se había logrado avanzar en un diseño de gobierno y de coordinación mucho más profunda de lo que existía antes. Al final, apuntamos -junto con el PPD- al mismo objetivo, pero con públicos distintos: generar mayor cohesión social y una plataforma más amplia que respalde al Presidente Boric, pero si hay partidos que tienen desconfianza de otras colectividades que forman parte de la alianza de gobierno, lo más sensato es decirlo y no tener invitados a la fuerza, porque eso hace sentir mal tanto al huésped como al dueño de casa.

A casi un año de instalado el gobierno, ¿qué falta para que haya mayor fiato entre Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático?

En la historia de Chile nunca han gobernado dos coaliciones. En este caso, una fue la base matriz del programa (Apruebo Dignidad) y otra que se suma (Socialismo Democrático) con adecuaciones o matices al programa inicial. Es un hecho inédito. Yo creo que se está avanzando en un fiato. En un inicio había muchas más diferencias, pero esa confianza que se ha logrado avanzar tiene que bajar a la militancia y tiene que bajar al electorado, donde se nos vea como una gran alianza.

¿Hay condiciones “materiales” que deben cambiar desde el gobierno para afianzar la alianza? Se habla de una nueva irrupción del Socialismo Democrático en el próximo ajuste ministerial, particularmente en la segunda línea (subsecretarías).

El gobierno es el primer llamado a cultivar la confianza entre coaliciones y, por supuesto, los partidos tenemos que colocar de nuestra parte. Sobre la proporción de cargos, siempre se lo hemos pedido al Presidente y no es un secreto que el Socialismo Democrático para tener pertenencia debe tener mayor incidencia. Estamos esperanzados de tenerla. Nosotros (como Partido Radical) tenemos bajísima participación y se nos exige igual que otros partidos. Sin embargo, uno tiene el compromiso, porque hay que distinguir el compromiso de los cargos que tenemos. Sin embargo, ojalá el partido y el Socialismo Democrático puedan tener mayor incidencia.