Marcos Barraza (PC) y declaración de 34 convencionales: “Supeditar la discusión constituyente a una norma ilegítima no es bueno”

Marcos Barraza
Marcos Barraza, psicólogo, exministro y candidato constituyente por el distrito 13.

El exministro cree que el quórum de 2/3 es una norma "ilegítima" y agrega que está por una Convención "soberana", pero que eso no significa que pueda "desamantelar" otras instituciones como, por ejemplo, el Congreso. Aquí, su reflexión a propósito de la declaración de 34 constituyentes agrupados en la llamada "Vocería de los Pueblos" con la que tiene algunas coincidencias y diferencias.


El constituyente electo por el distrito 13, Marcos Barraza (PC), aborda la declaración que 34 constituyentes realizaron el miércoles, agrupados en la llamada “Vocería de los Pueblos”. En ésta, junto con establecer seis “garantías democráticas” para la convención, la calificaron como soberana y autónoma, y llamaron a que ésta no se “subordine” a lo normado según el acuerdo del 15 de noviembre.

El exministro de Desarrollo Social afirma que no fue invitado a ser parte de la declaración, con la cual tiene matices. Eso sí, comparte la distancia con las normas que emanaron del Acuerdo. Es el caso del quórum de 2/3, el que tilda como una norma “ilegítima”; espera que el próximo Congreso la pueda modificar.

Los 34 constituyentes plantean que no se pueden someter a lo pactado en el acuerdo del 15 de noviembre y que la Convención es soberana, aludiendo a que la Convención tiene un poder constituyente originario. ¿Usted comparte eso?

La Convención tiene que tener un poder constituyente originario. Hay que esforzarse por generar las articulaciones y correlaciones de fuerza al interior de la Convención, de manera tal que se exprese de manera plena una visión del pueblo, que es el mandante de este proceso. En lo sustantivo, además, el acuerdo del 15 de noviembre partió con hartas carencias y se fue modificando en el tiempo. No contemplaba la paridad de género, los escaños reservados ni la participación de independientes. Fue la exigencia popular la que logró incorporar esas medidas. Pues bien, pensar y esforzarse por una profundización del carácter democrático es perfectamente viable y necesario.

Hay ejemplos internacionales de asambleas o convenciones que se han definido como soberanas. Es el caso de Venezuela que se hizo durante esa dictadura y que terminó cerrando el Congreso. ¿Usted está de acuerdo con eso?

No voy a traspasar la realidad de Venezuela a la realidad de Chile. Aquí hay una discusión que es propia y criolla. Vamos a discutir los contenidos sin estereotipos. Es una afirmación temeraria de que el poder constituyente es propio de las dictaduras. Al contrario, es del pueblo.

Sólo hago ver el caso de la asamblea constituyente de Venezuela, que terminó cerrando el Congreso...

¿Usted ha escuchado de mis palabras que nosotros queramos cerrar el Congreso?

No, por eso le pregunto.

De ninguna manera. Usted no puede atribuirle al pueblo de Chile que quiere tener soberanía respecto a la discusión constituyente que, para eso, tenga que desmantelar instituciones. Creo yo que en la próxima Constitución debe existir un parlamento unicameral, pero eso es parte de la discusión.

Entonces, por ejemplo, para el quórum de 2/3. ¿La Convención no necesita que el Congreso haga esto a través de una modificación de la actual Constitución sino que lo puede hacer por su cuenta?

Hay que iniciar un proceso y un camino que permita modificar el quórum de 2/3. Descarto esta retórica que la gente votó apoyándose en las reglas del juego. La gente votó por la alternativa más democrática, sin embargo, no me cabe duda de que la mayoría del pueblo en el plebiscito del 25 de octubre habría votado por una asamblea constituyente si hubiese existido esa alternativa. Quienes sostienen que las reglas de la Convención son inamovibles son quienes han sostenido la legitimidad de una Constitución que a nuestro parecer es ilegítima por ser heredada de una dictadura.

¿Cómo espera cambiar el quórum entonces?

Es clave iniciar un proceso que no se agota al inicio de la Convención. Recién parte. El país está cambiando profundamente en términos de identificación y representación política, y es altamente probable que el próximo sea un Congreso más democrático desde el punto de vista de su composición. No descarto que ese Congreso también impulse una nueva modificación que ponga fin a esta norma ilegítima de los 2/3.

Lo que está diciendo entonces es que el PC va a apostar a que el próximo Congreso cambie el quórum...

Es un camino plausible. Estoy explorando caminos. Si no, puede ser vía la existencia de plebiscitos intermedios. El punto está que supeditar la discusión constituyente a una norma ilegítima no es bueno.

Hasta que eso no pase, ¿los constituyentes del PC van a seguir las reglas que están establecidas actualmente?

Tenemos que explorar al máximo que el proceso constituyente sea la máxima expresión democrática desde el reglamento. Entonces no es un tema que esté zanjado, es un tema que, para nosotros, se está abriendo.

Esas normas que usted señala como ilegítimas le permitieron a usted y a otros 154 constituyentes ser electos. ¿Cómo se condice esa demanda que usted plantea con el escenario actual?

Nosotros estamos recién discutiendo contenidos del reglamento. Entonces hay que caracterizarlos en términos de una máxima expresión democrática. Entendemos que aquellas normas limitan o obstruyen la soberanía, hay que esforzarnos por modificarlas.

¿Cómo ha sido la discusión al interior de Apruebo Dignidad? Los candidatos presidenciales de ese pacto tuvieron opiniones contrarias: Daniel Jadue señaló que la Convención es soberana y Gabriel Boric dijo que cuestionar el acuerdo del 15 de noviembre es un poco bizantino...

No he percibido tensión ni cuestionamientos al interior del pacto. Creo que es una discusión libre de prejuicios y es un debate que aún no se inicia en el pacto Apruebo Dignidad.

Al igual que la declaración de los 34 constituyentes, ¿se debe condicionar la discusión de la Convención a una serie de peticiones como liberar a presos del estallido y romper pactos de silencio?

No, creo que la Convención debe iniciarse. Las y los constituyentes que tenemos vocación genuinamente democrática debemos esforzarnos por la liberación de los presos políticos, tenemos que trabajar para que efectivamente en Chile exista pleno respeto y haya sanciones a los violadores a los DD.HH, y eso es un ejercicio en simultáneo al inicio del trabajo.

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