Quiero hacer un llamado a las personas que viven en comunas que tienen menos de un 70% de cobertura con la segunda dosis: Estación Central, Independencia, Santiago, La Pintana, Recoleta y Puente Alto”. Así de directa fue ayer la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, para referirse a quienes aún no se han vacunado o no han completado su esquena de vacunación y que impiden, por el momento, que la Región Metropolitana pueda cambiar el toque de queda a las 00.00 horas, toda vez que la región avanzará el sábado a Fase 4. Los próximos días, por tanto, serán claves.

“Nosotros pensamos que, como hemos venido viendo esta semana, el lunes pasado nos faltaban 55 mil personas y probablemente vamos a poder avanzar entre lunes y martes a las 12 de la noche si alcanzamos ese número de vacunación, que esperamos se logre en estos días”, agregó la autoridad sanitaria.

En efecto, según las cifras más actuales del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, la RM alcanza un 79,60% de cobertura (dos dosis o esquema de monosis) en las 6.430.040 personas que componen su población objetivo. ¿En qué se traduce esto? En que son menos de 20 mil personas las faltantes.

Y ahí hay seis comunas que ni siquiera cruzan la barrera del 70% de cobertura: Estación Central (63,24% de sus 173.949 personas), Independencia (64,12% de sus 120.196), Santiago (65,26% de sus 448.819), La Pintana (65,81% de sus 139.308), Recoleta (67,39% de sus 154.104) y Puente Alto (69,6% de sus 492.682).

Además, hay otras 13 que tampoco han logrado llegar al 80%: Cerro Navia (71,09%), Quilicura (72,64%), San Bernardo (72,91%), Lampa (73,02%), Maipú (74,31%), Macul (76,95%), Renca (77,22%), Quinta Normal (77,57%), Lo Espejo (77,91%), Cerrillos (78,53%), El Bosque (78,7%), Colina (78,87%) y Pudahuel (79,16%).

¿Y qué están haciendo para avanzar hacia el 80%?

Mucho tiene que decir el Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), de quien dependen las comunas de Santiago, Cerrillos, Maipú y Estación Central, de las cuales ninguna ha alcanzado la meta de cobertura.

“Desde julio implementamos la estrategia de Vacunación Barrial”, dice Jorge Wilhelm, director (S) del SSMC, quien detalla que luego de un cruce de datos lograron un mapeo de los barrios donde existía la mayor cantidad de gente no inmunizada. Con esa información organizaron operativos con un vacunatorio móvil que funciona de lunes a domingo hasta las 21 horas.

“Este trabajo sigue en pleno desarrollo y hoy (jueves) tenemos, por ejemplo, un operativo en una toma en Cerrillos, el viernes en el Barrio Ecuador de Estación Central y el fin de semana en ferias libres de esa comuna”, agrega. La estrategia, además, incluye inocular con CanSino, que considera una dosis única, para avanzar en los sectores con más baja cobertura.

Según las cifras que manejan en dicho servicio, en sus comunas deben administrar 19.749 segundas dosis estas semanas, de las cuales, dicen, ya han logrado poner cerca de dos tercios.

En La Pintana, Ariela Espinoza, jefa del Departamento de Salud municipal, expone: “A pesar de las disposiciones ministeriales, La Pintana ha abierto sus vacunatorios los fines de semana completos en media jornada, eso quiere decir sábado y domingo, de 9.00 a 13.00. Para este fin de semana será la misma disposición”.

Agrega que lo que se busca con esta medida “es captar a la población de rezagados jóvenes, personas que no se han vacunado con su primera dosis y vacunarlos con la dosis única de la vacuna CanSino”.

En Independencia advierten que, distinto a otras comunas, los fines de semana no vacunan porque el calendario rige de lunes a viernes y, según entienden, los otros días no puede haber movimiento de vacunas. “Estamos trabajando intensamente para fortalecer la cantidad de personas vacunadas y para ello hemos puesto especial énfasis en dos puntos de vacunación vespertina con el propósito de llegar a aquellos que por razones de trabajo no pueden hacerlo en condiciones normales”, dice el alcalde Gonzalo Durán (ind.).

El edil agrega que durante esta semana, eso sí, han dispuesto más vehículos para aumentar la vacunación domiciliaria a adultos mayores y personas con movilidad reducida, con lo cual esperan alcanzar cerca de mil vacunas diarias entre los distintos grupos. “Con ello creemos que vamos a hacer una contribución importante al esfuerzo metropolitano de alcanzar un 80%”, cuenta.

Por su parte, Lorena Facusse (ind.), alcaldesa de Cerrillos, asegura que en su comuna han avanzado en la vacunación de rezagados durante este último tiempo gracias al vacunatorio móvil del SSMC. “Otra estrategia que ha sido exitosa es que en estos lugares se han utilizado únicas dosis”, añade la edil, quien cree que “al paso que vamos llegaremos en cuestión de días al 80%”.

Mientras, diversas personas consultadas refuerzan lo que ha sido su tónica durante la campaña de vacunación: afirman que reciben menos dosis de las que podrían dar, por lo que, aseguran, por más que hagan esfuerzos no pueden acelerar el proceso.

Los rezagados

Esfuerzos más o menos, lo cierto es que el avance de la vacunación, finalmente, depende de que las personas accedan a inocularse. Y en estos días han llegado a los centros de salud miles de personas que, por uno u otro motivo, no habían recibido su inyección.

Tal es el caso de Luciano Toledo, comerciante de 52 años y quien se puso la primera dosis de Astrazeneca hace pocos días. “La verdad es que no tenía entre mis planes vacunarme, yo no quería hasta ver un resultado que fuese elocuente de lo que estuviese sucediendo”, dice.

¿Qué lo llevó a cambiar? “El hecho de que te están cerrando las puertas para ir a un restorán, hacer deporte… la Liga no me permite jugar sin las dos vacunas”, dice. Y añade con cierto grado de resignación: “Tuve que hacerlo y, si soy franco, me causa duda. Ahora, cómo venga esto, qué más pasará a futuro, no sabemos”.

También en una situación de rezago, aunque por razones de fuerza mayor, estaba Leonardo Ávila, estudiante de 19 años. “Cuando me correspondió tuve Covid bien fuerte, me dio neumonía. Recién me pude poner la primera dosis 15 días después de eso”, dice el joven, que hace pocos días se puso su segunda dosis de Sinovac.

Agrega, además, que ahora cobra mayor relevancia la vacuna por el hecho de que es la puerta de entrada al Pase de Movilidad: “Te lo piden para todo, para comer, para entrar a ciertos lugares, para entrar al cine o para recrearte en general, en mi universidad igual lo piden”, cuenta.

Miguel Faúndez (38), quien esta semana se puso su primera dosis de Sinovac, expone que fue por motivos de trabajo: “Trabajo fuera del continente, entonces ahora me tocó venir a Santiago”. Y agrega que “nunca les he hecho el quite a las vacunas, no tengo problemas con eso. Donde yo trabajo (en el extremo sur del país) no tenemos mucha comunicación, entonces tenía que llegar al continente para vacunarme”, cierra.