La Empresa de Transporte de Pasajeros Metro S.A. presentó una consulta al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) para activar su ingreso al mercado de medios de pago en Chile.
La compañía estatal reveló, en una extensa presentación suscrita por su filial Metro Emisora de Medios de Pago (MetroPago), sus planes de negocio, a través del lanzamiento de una tarjeta de prepago propia, bajo la figura de los Medios de Pago con Provisión de Fondos (MPPF).
“MetroPago planea ingresar al mercado de los medios de pago con provisión de fondos, ofreciendo a los consumidores la emisión de un MPPF (la “Tarjeta MetroPago”) y el servicio de apertura de una cuenta con provisión de fondos (la “Cuenta MetroPago”). De esta forma, los clientes de MetroPago podrían utilizar su Tarjeta MetroPago como medio de pago en la adquisición de bienes y pago de servicios nacionales, así como para la extinción de otras obligaciones de pago. Por su parte, la Cuenta MetroPago tendría por objeto la recepción de los fondos destinados a provisionar la Tarjeta MetroPago”, resumió en parte de su exposición.
La compañía agregó que, una vez que sea aprobada la propuesta general de contratación por parte del tribunal, podría, en caso de resultar posible y conveniente desde una perspectiva técnica y económica, decidir celebrar convenios de recaudación y carga de fondos con otros emisores no bancarios. “En caso de adoptar esa decisión, la misma permitiría que tanto MetroPago como los demás Emisores de MPPF puedan utilizar la infraestructura de carga subterránea y de superficie desplegada por Metro S.A. en su calidad de proveedor del servicio de transporte público subterráneo de pasajeros”, añadió en su presentación de 75 páginas, suscrita por el abogado Álvaro Ortúzar, especialista en temas de libre competencia.
La compañía sostuvo que si bien la forma y mecanismos precisos en que se podrán utilizar la Tarjeta MetroPago y la Cuenta MetroPago no están completamente definidos, ya que eso solo podrá definirse en el momento que MetroPago ingrese efectivamente al mercado de la emisión de medios de pago con provisión de fondos, especifica que las tarjetas MetroPago podrían ser eventualmente cargadas tanto a través de aplicaciones digitales como en los puntos de recarga bip! ubicadas en las distintas estaciones subterráneas de la red de transporte de pasajeros de Metro S.A., y en los puntos de carga de superficie de tarjetas bip! (Centros bip! y Puntos bip!).
La propuesta, al mismo tiempo establece condiciones. Ejemplo de ello es que “en caso de que los demás emisores no bancarios de MetroPago utilicen la infraestructura de carga subterránea de Metro, las condiciones de los servicios que utilicen serán aquellas contenidas en la Propuesta General de Contratación que se somete a la aprobación del Tribunal”. Por otro lado, “en caso que los demás emisores –bancarios y no bancarios– utilicen la infraestructura de carga en superficie desplegada en base a contratos celebrados con terceros, las condiciones de los servicios que utilicen serán negociadas libremente con cada uno de esos emisores”.
Proyecto e historia
Metro fundamentó su decisión de ingresar al mercado de medios de pago en la Ley N° 20.950, cuya intención fue, desde sus inicios, promover la inclusión financiera de los sectores más vulnerables del país.
De hecho, recordó que “durante la tramitación del proyecto de ley, se presentara como una muy buena alternativa que Metro, que no había sido incluida en el proyecto original, pudiera ingresar como actor al referido mercado”.
“Esta idea fue planteada en la discusión legislativa por quien, a la época, era el encargado del área de Competencia, Productividad y Crecimiento del Centro de Estudios Públicos, ex Presidente de Metro y exsuperintendente de Bancos e Instituciones Financieras, Raphael Bergoeing. En su exposición, el señor Bergoeing señaló que el impacto del proyecto de ley sería mayor si se incluía como operador a Metro S.A., utilizando como ejemplo a la tarjeta Bip!, debido a su alto volumen de emisión y que casi el 65% de los tarjetahabientes de la misma pertenecen a los grupos económicos C3 y D, agregando que así se podría masificar este producto financiero con rapidez y a un bajo costo, sin interferir con el derecho del sector privado a participar en este mercado”, acotó.
Sin embargo, en aquella discusión, Metro también recordó las dudas de los parlamentarios. El senador José García Ruminot sostuvo que Metro como emisor “tendría una posición tan dominante –actualmente tiene 5.000.000 de tarjetas-, que dificultaría la entrada de nuevos actores, especialmente considerando que las posibles ganancias se encuentran sólo con grandes volúmenes de clientes”.
La legislación estableció una condición para su ingreso a ese mercado y para la prestación de servicios de recaudación y carga de fondos a otros emisores no bancarios. Dice Metro en su presentación al TDLC. “Para efectos de que la o las sociedades constituidas por Metro S.A. pudieran prestar estos servicios recíprocos de recaudación y carga utilizando la infraestructura de la red de estaciones subterráneas de Metro S.A., el legislador estableció un requisito, consistente en que dichos servicios debían prestarse bajo condiciones de contratación objetivas, competitivas y transparentes, y requisitos técnicos y económicos no discriminatorios”.
Esas condiciones y requisitos debían ser plasmados en una propuesta general de contratación que fue sometida esta semana al TDLC.