Naufragio en Calabria pone de manifiesto la “ruta turca”, usada por contrabandistas
Más de 60 personas murieron cuando una barcaza que pretendía llegar a Italia se partió por la mitad en el mar Jónico. Según las ONG, más de 28 mil personas han llegado al país a través de esa ruta.
Este fin de semana, en la noche entre el sábado y el domingo, se produjo el naufragio de una barcaza con 63 migrantes en las costas de Calabria, al sureste de Italia. Las imágenes son elocuentes: a medida que el tiempo avanzaba, la marea trajo a la playa mochilas, biberones y juguetes. Entre los fallecidos que se han encontrado hay 14 niños, entre ellos, los cuerpos de un recién nacido y mellizos.
La cifra, sin embargo, podría aumentar e incluso llegar a 100, mientras que se cuentan 82 sobrevivientes: entre ellos, los cuatro presuntos contrabandistas, que alcanzaron a salvarse usando chalecos salvavidas con los que no contaban los pasajeros del viaje. La Fiscalía local ya abrió una investigación, culpando a los sospechosos por homicidio culposo, desastre, ayuda e instigación a la inmigración ilegal.
Mientras que normalmente siempre se tienen en cuenta los barcos procedentes del norte de África, que llegan con migrantes a Italia, la tragedia de este fin de semana recordó una “ruta olvidada”: aquella que cruza el mar Egeo y el Jónico, o sea, los que unen Turquía con Grecia y Grecia con Italia. Esta “ruta turca” estaría aumentando su flujo de migrantes ilegales, en comparación con la del Mediterráneo Central.
La barcaza pesquera que naufragó este fin de semana había partido hace cuatro días desde Izmir, en Turquía. Los inmigrantes que viajaban en ella venían en su mayoría de Irán, Siria y Afganistán.
En total, el barco transportaba cerca de 180 personas, y no pudo resistir la fuerza del mar embravecido, partiéndose en dos. Un avión del servicio fronterizo italiano pudo identificar el barco en la noche del sábado, pero la fuerza del mar no permitió hacer un rescate pronto.
Ahora mismo, la playa de Steccato di Cutro se encuentra cubierta por los restos del naufragio. Sembrados por la arena se han hallado biberones, mochilas, neceseres con medicinas, juguetes y zapatillas. Según indica el diario El País, las víctimas se encuentran en el Palacio de Deportes de Cotrone, donde se preparan para acoger hasta 75 ataúdes.
Este trágico naufragio ocurrió en el mar Jónico, aquel que separa a Italia de los Balcanes, Albania y Grecia, y correspondió a uno de los miles de viajes ilegales que se hacen cada año por la “ruta turca”: aquella que parte en Turquía, pasa por Grecia y termina en Italia. Según el Corriere de la Sera, la mayoría de los contrabandistas que han sido arrestados en los últimos años son de origen ucraniano o ruso, y sus barcos provienen del mar Negro.
El último informe de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, señaló que en 2022 hubo casi 30 mil desembarcos entre Calabria y Salento, los puntos entre los cuales suelen entrar los barcos que vienen desde Turquía. Y mientras la gran atención de las ONG y los rescatistas suele estar en Lampedusa, una isla “punto caliente” entre Túnez, Malta y Sicilia, las estadísticas muestran que es la “ruta turca” la que ha crecido más en flujo de migrantes estos años: un crecimiento de un 118%.
Es verdad, sin embargo, que la ruta de Sicilia es más transitada por los contrabandistas que internan ilegalmente a los migrantes: 60 mil personas entraron por esa ruta en 2022. Sin embargo, en ese lugar al aumento de tráfico interanual solo alcanzó el 42%.
El incremento de la migración a través del Mediterráneo tuvo un alza particularmente fuerte: un tablero estadístico actualizado el 24 de febrero por el Ministerio de Interior indicó que los migrantes desembarcados en Italia, en lo que va del año, son ya 14.104, contra los 5.354 que hubo, para la misma fecha, en 2022.
Así mismo, señala este estudio, las personas rescatadas por barcos de ONG en 2022 fueron 855, y la mayoría de los migrantes que pasan por la ruta del Mediterráneo Central viene, o de Guinea o de Costa de Marfil.
Según indica el Corriere de la Sera, los migrantes que entran por la “ruta turca” vienen especialmente de países de Medio Oriente, como Afganistán, Siria e Irak, además de países más alejados como Irán y Pakistán. Además, investigaciones de varios fiscales italianos encontraron que la mayoría de las salidas de estos barcos se hacen en Bodrum, un puerto en la costa del sur de Turquía.
Mayoritariamente estos viajes no solo se hacen en barcazas, sino también en veleros, que se consideran “más seguros” y mucho menos visibles desde lejos, cosa útil para los contrabandistas de personas. Además, hasta el momento ninguna ONG opera en el mar Jónico, por lo que a los contrabandistas les resulta más fácil realizar sus desembarcos en secreto.
Los medios italianos también comentaron que la mayoría de este tráfico de migrantes estaría manejado por bandas turcas, pero que, sin embargo, sus capitanes y tripulantes casi siempre provienen de Rusia y Ucrania. De hecho, un velero el año pasado, que llevaba 99 afganos y paquistaníes a bordo, tenía capitanes rusos, pero el buque tenía un pabellón ucraniano.
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