Es sabido que la morosidad durante la pandemia estuvo en niveles históricamente bajos, dadas las ayudas económicas que dio el Estado, junto a los retiros del 10% de las AFP. Pero hay un segmento específico de la población en que ocurrió todo lo contrario: los adultos mayores.

Este es el único grupo que, al comparar las cifras al cierre de 2022 versus los niveles prepandemia, registra un incremento en el número de deudores morosos. El resto de los tramos etarios aún se mantiene en niveles menores en comparación al término de 2019.

Así lo revelan las cifras que recopila Equifax. Si antes de la pandemia, a diciembre de 2019, existían 439.133 deudores morosos que tenían entre 60 y 69 años, al final de 2022 esa cifra subió 4,9%, a 460.808 personas. Esto significa que hubo 21.675 deudores morosos adicionales en ese tramo etario.

Pero dentro de él, los que registraron incluso un mayor incremento fueron los que tienen 70 años o más, ya que pasaron de ser 222.491 deudores morosos al término de 2019, a 253.123 en diciembre recién pasado, lo que significa un aumento de 13,8%. Esto se traduce en que, en tres años, hay 30.632 deudores morosos adicionales de ese segmento.

La mora promedio de los adultos mayores también ha venido al alza. Al comparar 2019 versus 2022, la mora promedio en términos reales de las personas que tienen entre 60 y 69 años subió 10%, a $2.201.285. En tanto, para quienes tienen 70 años o más, el alza fue de 13%, a $1.775.715.

El director de Asuntos Corporativos de Equifax, Ignacio Bunster, comenta que, “efectivamente, sobre 60 años y, sobre todo, arriba de 70 años, se concentra la mayor alza de morosos entre los años 2019 y 2022. La mayoría de estas personas viven exclusivamente de sus pensiones, por lo que tienen un ingreso más reducido respecto de lo que acostumbraban durante su vida laboral activa. Además, tienen mayores gastos propios de la vejez, un menor y más gravoso acceso al crédito, y baja inserción laboral”.

Por lo mismo, explica Bunster, “se trata de un período de la vida donde es especialmente sensible tener una buena educación financiera, entendiendo que endeudarse en sí no es malo, en la medida que se tengan las espaldas financieras para responder a los compromisos pactados”.

Los jóvenes muestran el caso inverso: son los que registran las mayores bajas porcentuales en número de morosos. Lo anterior queda reflejado en que el número de morosos del tramo de entre 18 y 24 años retrocedió 37,7% entre 2019 y 2022, hasta los 186.190 deudores morosos.

En paralelo, el número de morosos entre quienes tienen entre 25 y 29 años disminuyó 24% en igual periodo, hasta los 479.816 que se registraron en diciembre pasado.

Bunster señala que en realidad estos segmentos “concentran un menor número de morosos” versus quienes tienen entre 30 y 59 años, “por lo que las disminuciones son solo mayores en términos porcentuales y no absolutos”.

Y dice que la baja que se ve en los jóvenes puede obedecer a varias causas. Primero, indica que “las moras promedio son significativamente menores por lo que, en teoría, sería más fácil cubrirlas”.

Ello, considerando que la mora promedio del tramo de entre 18 y 24 años se situó en $311.368 al cierre de 2022, lo que significó un retroceso de 21,5% versus 2019. En tanto, la mora promedio de quienes tienen entre 25 y 29 años estaba en $873.663 a diciembre pasado, representando una baja de 19% en igual periodo.

Otro argumento que entrega Bunster para ver por qué han disminuido los morosos jóvenes, es que “en 2020 entró en vigencia la ley que prohibió publicar las deudas contraídas para financiar la educación. No sería raro que la principal, sino la única deuda en este segmento fuera la educacional”.

Asimismo, agrega que “durante los años 2020 y 2021 el Estado entregó una serie de ayudas financieras que permitió a las personas sobrellevar el escenario producido por el Covid-19 y, en algunos casos, también regularizar el pago de deudas publicadas”.

En todo caso, el ejecutivo sostiene que “si revisamos la evolución de morosos en números totales, los dos segmentos que más disminuyen son el de 30 a 44 años (201.804 morosos menos, comparando diciembre de 2019 con el mismo mes de 2022), y el segmento de 45 a 59 años, en el que hay 199.928 morosos menos”.

Y dice que “esto se podría explicar en el hecho de que estos tramos etarios concentran la principal fuerza productiva, mientras que bajo 29 años es posible encontrar a un grupo importante que aún no tiene fuentes de ingreso permanentes (personas saliendo de la universidad, por ejemplo), lo mismo sobre 60 años (edad de jubilación de las mujeres, por ejemplo)”.