Más calle, con un despliegue concentrado en la zona poniente, con presencia de los presidenciables de lado y lado y una fuerte tensión verbal. Así terminó hoy la campaña de la segunda vuelta en la Región Metropolitana (RM), que medirá las fuerzas entre Claudio Orrego (DC) y Karina Oliva (Comunes).

En la primera elección del 16 de mayo, de un total de 2.575.204 votos en la RM, el exintendente DC obtuvo un 25,5%, mientras que la candidata de Comunes, un 23,3%, una pequeña diferencia que para algunos hace imprevisible el resultado (y más aún ahora que toda la región estará en cuarentena total a partir del sábado). Ambos dejaron atrás a Nathalie Joignant, del Partido Ecologista (15,2%); a la Evópoli Catalina Parot, quien llegó en cuarto lugar con un 14,9%; al candidato del Partido Humanista Pablo Maltés (10,7%), y al Republicano Rojo Edwards (6,7%).

Con un oficialismo huérfano que definió no apoyar institucionalmente a Orrego -aunque sus presidenciables lo respaldaron- y la candidata ecologista omitiéndose, el último trayecto de la campaña estuvo marcado por un fuerte tono discursivo entre ambos candidatos. Este se fue notando a medida que se fueron encontrando en los siete debates -cinco en medios televisivos y dos vía digital- que realizaron las últimas dos semanas.

Aunque ambos fueron apoyados por los candidatos a La Moneda de su sector, fue Oliva la que más presidencializó esta contienda -incluso, hasta en su cierre de campaña-, mientras Orrego, aunque fue respaldado por la carta PS Paula Narváez y la senadora DC Yasna Provoste, optó por apoyarse en los alcaldes de la Unidad Constituyente.

Oliva con Jadue y Boric

Los esfuerzos finales para esta segunda vuelta, aseguran desde el equipo de la candidata del Frente Amplio (FA), Karina Oliva, se concentraron en el despliegue territorial, acotando incluso de cinco a tres los debates que sostendría con Orrego en los últimos días. Así, buscaron visitar las comunas donde ésta logró imponerse el 15 y 16 de mayo. Pese a que sostienen que intentaron reforzar toda la región, en su equipo destacan que priorizaron tener una mayor presencia de la candidata en Santiago, Puente Alto, La Florida, Quilicura y Maipú, entre otras. Aunque también enfatizaron un trabajo en redes sociales y apoyos territoriales “de base”.

En algunas de esas zonas la abanderada obtuvo altas votaciones. En Santiago, por ejemplo, alcanzó el 31,58% de los votos, mientras que Orrego sumó un 23,41%. En tanto, en Puente Alto obtuvo el 27,59% y en Maipú el 29,11%.

De hecho, el Paseo Ahumada, en la comuna de Santiago, fue el sector que escogieron para realizar el cierre de campaña, en el que Oliva entregó panfletos junto a los candidatos presidenciales de Apruebo Dignidad, Daniel Jadue (PC) y Gabriel Boric (FA).

Oliva también visitó algunas de las comunas del sector oriente de la región, como Providencia, Ñuñoa, La Reina y Lo Barnechea. En ese sentido, sostienen que se intentó reforzar el trabajo en el distrito 11 -el que también incluye Peñalolén- junto al diputado de Acción Humanista Tomás Hirsch. Pese a eso, en el FA están conscientes de que la votación en esa zona podría no ser tan favorable a su sector.

Además, en el círculo de Oliva sostienen que para la segunda vuelta se profundizó el relato de que en esta elección están “en juego dos proyectos de oposición”. De esta manera, la frenteamplista remarcó las diferencias con el democratacristiano y lo tildó, en varias ocasiones, de “representar los 30 años”. “Lo que intentamos hacer fue mostrar que la campaña de Karina representa la voluntad de cambio que viene desde el 18 de octubre”, dicen en su equipo.

Para sumar votos, la candidata apostó a amarrar el apoyo de Maltés y la diputada humanista Pamela Jiles, lo que generó una dura respuesta de Boric (”no lo haría ni por un millón de votos”, dijo), quien mantiene una distancia hace años con la parlamentaria. A pesar de ello, en el entorno de Oliva afirman que no hubo roces más allá con el candidato.

Por ahora, transmiten en Comunes, la idea es que Oliva espere los resultados de este domingo en la sede del partido en barrio Concha y Toro. En el caso de ganar, dicen, se haría una celebración con ambos candidatos presidenciales a las afueras del edificio, al igual como ocurrió para la primera vuelta. En el FA, no obstante, sostienen que por ahora cualquier plan está en evaluación, debido a la cuarentena total de la Región Metropolitana que comenzará a regir este sábado.

Orrego adopta idea ecologista

Ante el escaso tiempo para realizar la campaña con miras a la segunda vuelta, el comando de Orrego optó por vincular las visitas territoriales con temáticas específicas de cada sector. Así, en Santiago se enfocó en el empleo femenino, Maipú en el medioambiente y La Granja en las ollas comunes.

En esa lógica, en estas dos últimas semanas visitó 15 comunas. Reforzó aquellas donde obtuvo un apoyo holgado, como en Peñalolén -donde fue alcalde y obtuvo un 40% de votos en la primera vuelta-, La Granja (30%) y el distrito 14, que comprende comunas rurales como Buin, Calera de Tango y Melipilla, donde logró una amplia ventaja de 28% frente a Oliva, con 19%. También se desplegó en otras donde el FA obtuvo alcaldes en la pasada elección de mayo y cuya votación se inclinó por su contrincante, como Santiago, Maipú (donde obtuvo un 22% frente al 29% de Oliva), Estación Central (25% contra 30%) y Ñuñoa (27% contra 30%).

“La selección de las comunas fue más por las temáticas que se querían destacar. La información electoral fue secundaria, porque en esta campaña Claudio visitó casi tres veces las 52 comunas de la región”, explica uno de los coordinadores de la campaña, Ricardo Batarce.

El día de Orrego partía tipo 5.30 con un poco de deporte, despliegue en paraderos o entradas del Metro, entrevistas con medios y actividades comunales en terreno con dirigentes, donde el candidato prefería realizar largas caminatas para conversar con los vecinos.

Tanto el exintendente como sus cercanos admiten que su diseño original era realizar una campaña con programa en mano, tomando en cuenta que el suyo surgió de 70 cabildos con participación de 10 mil vecinos, sin embargo tuvieron que acometer otro flanco que Oliva expandió con más facilidad, el de las redes sociales. “Nuestra opción digital estaba enfocada en mostrar ideas, mientras que ellos usaron los medios para instalar ciertos temas o eslóganes opuestos a nuestra candidatura”, admite Batarce.

Fue así como amigos y cercanos salieron a contrarrestar las aseveraciones del comando de Oliva, y el mismo Orrego debió endurecer el tono y contraatacó en entrevistas, enfocándose en las múltiples militancias de su contrincante o en su programa que catalogó de “breve, lleno de lugares comunes y de eslóganes”. Si esta estrategia resultará o no, se verá el domingo.

Aunque sí recalcan en su comando que en los últimos días el DC recibió varios apoyos públicos, como el del actor Alejandro Goic, el intelectual Cristián Warnken, el doctor Sebastián Ugarte, Teresa Valdés y los ambientalistas Mary Anne Müller y Mauricio Purto, justamente después de que incluyera en su programa la propuesta de calificar a la RM en emergencia ambiental de la candidata ecologista Nathalie Joignant, que salió tercera con una no despreciable votación de 15%. El exintendente nunca pidió el apoyo del oficialismo, aun cuando su discurso comenzó con un “no vamos a hacer campaña hacia la derecha” y terminó apelando a un “voto transversal”: en los últimos días, recibió el respaldo explícito de los cuatro abanderados de Chile Vamos.

El decé buscó no presidencializar la campaña, aun cuando recibió el apoyo en terreno de la carta PS Paula Narváez y de la senadora Yasna Provoste. En vez, en su último día de campaña, optó por realizar actividades con alcaldes de la RM.