Pablo Iglesias y los demás líderes de Podemos -todos profesores de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid- supieron ver en 2014 la oportunidad política que generó la crisis económica y el descontento ciudadano en España.

Así, crearon un partido que generó un terremoto político en el país. Sin embargo, tras conocerse la derrota de la izquierda en las elecciones de la comunidad autónoma de Madrid el martes, Iglesias anunció que abandonaría la política, sembrando incertidumbre sobre el futuro de la colectividad. Ahora Podemos deberá aprender a vivir sin su fundador, único líder y figura fundamental en sus siete años de vida.

Se espera que la actual ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, encabece Podemos tras el retiro del actual líder, y también suena el nombre de la ministra de Igualdad, Irene Montero. La figura de Belarra cumpliría con el objetivo de tener un liderazgo femenino y reforzar el sistema de bicefalia del partido. Además, la principal candidata a encabezar la coalición electoral es la vicepresidenta tercera del gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

En ese caso, Díaz sería la candidata de Unidas Podemos en las próximas elecciones generales y liderará a los morados en el gobierno. Sin embargo, según los estatutos de Podemos, para encabezar la formación es necesario haber militado en el partido al menos seis meses, condición con la que no cumple la ministra de Trabajo, quien está inscrita en el Partido Comunista de España.

Aunque la militancia del partido deberá ratificar a los nuevos liderazgos, Belarra será la encargada de convocar la Asamblea Ciudadana en la que se elegirá a los nuevos dirigentes. Pese a que esta instancia estaba prevista para 2023, la política española deberá acelerar el proceso para tener un nuevo liderazgo cuanto antes.

Según el diario digital El Español, en una reunión del Consejo de Coordinación del partido celebrada el miércoles por la noche en Madrid, toda la dirección de los morados decidió que Belarra sería la candidata oficialista para la sucesión de Iglesias. La única dentro de los líderes que presentará su candidatura y, por tanto, la más que segura ganadora del congreso extraordinario, que se celebrará en semanas, “lo antes que permitan los estatutos”, según explican fuentes internas.

No es la primera vez que Belarra sustituye a Iglesias en el Ejecutivo. Cuando el exvicepresidente del gobierno español anunció que quería competir por la presidencia de Madrid, cedió la vicepresidencia a Yolanda Díaz, y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a Belarra.

En un video dirigido a la militancia de Podemos, Iglesias dijo que llegó el momento de tomar decisiones valientes, y que ante esto, piensa que “la gente de Podemos” y de izquierda quiere que Díaz sea la candidata en las próximas elecciones generales.

Otra gran interrogante es qué papel va a jugar Iglesias en Podemos, después de que aclarara el martes que sólo va a dejar la política “institucional”. Muchos estiman que no tendrá un cargo formal dentro del partido, pero sí influirá en la toma de decisiones y estará muy presente en los medios de comunicación.

Por su parte, Iglesias ha dicho que le gustaría volver a hacer clases en la universidad y encabezar un proyecto de “periodismo crítico”.

“Creo que tenemos un gran equipo en el gobierno liderado por Yolanda Díaz. Creo que puede ser la próxima presidenta del gobierno. Creo que Isa Serra (portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid) se ve acompañada por un equipo enormemente potente para hacer oposición y para aspirar a construir una alternativa a la ultraderecha en las próximas elecciones autonómicas y municipales”, dijo Iglesias el martes. “Van a tener que trabajar en una renovación necesaria”, agregó.