Presencia china en infraestructuras peruanas inquieta a Estados Unidos
El Financial Times informó de la preocupación que está mostrando Washington frente los avances de China en el país sudamericano: ahora, toda la electricidad limeña depende de empresas del gigante asiático.
Estados Unidos hizo ver su preocupación a Perú respecto al modo en que China estaría ganando control sobre partes críticas de la infraestructura, y, sobre todo, la electricidad de Lima. Bajo anonimato, un funcionario norteamericano aseguró a Financial Times: “En los grandes temas geoestratégicos, el gobierno peruano no está suficientemente concentrado en analizar los beneficios y amenazas para el país”.
Una fuerte cercana al gobierno peruano reconoció estas preocupaciones: “El problema principal es ese... El capital chino ha adquirido empresas eléctricas, mineras y otras. Geopolíticamente hablando, sus preocupaciones estarían justificadas”.
Uno de los aspectos más delicados de esta preocupación es el suministro de electricidad en Lima. En abril, la empresa energética italiana Enel anunció la venta de su negocio eléctrico peruano, que abastece de energía eléctrica al norte de Lima, a China Southern Power Grid International por la considerable cifra de 2.900 millones de dólares. Además, en 2020, Three Gorges Corporation, otra empresa china, adquirió el suministro eléctrico restante de Lima. Esta adquisición incluye Chaglla, una de las represas hidroeléctricas más grandes de Perú.
La Sociedad Nacional de Industrias de Perú ha expresado su preocupación de que, si se concreta la venta de Enel, esto llevaría a una concentración del 100 por ciento del mercado de distribución de electricidad de Lima en manos de China. Las autoridades de competencia de Perú están actualmente revisando esta transacción, pero la situación plantea la posibilidad de que Lima quede a merced de decisiones extranjeras en cuanto al suministro de electricidad.
Según Infobae, “la capital del país queda ahora a merced de la voluntad del régimen chino, quien podría dejar sin luz a gran parte de la población peruana si alguna negociación no sale como espera el gigante asiático”.
La influencia china no se limita a la electricidad, ya que la empresa estatal de transporte y logística Cosco está construyendo uno de los puertos más ambiciosos de la región, el de Chancay, a 70 kilómetros del norte de Lima. Con este puerto, los buques de carga más grandes del mundo podrían llegar a Perú, dejando pequeños los tráficos marinos de otros puertos en Chile, Ecuador y Colombia.
Desde el Financial Times recordaron que Cosco tiene el 60% de la participación en la construcción del megapuerto. “Debería ser de gran preocupación para el gobierno peruano que toda la infraestructura de back-end del puerto de Chancay esté bajo el control de una nación extranjera”, indicó una fuente anónima del gobierno norteamericano.
Habiendo costado 3.600 millones de dólares, la fase inicial del proyecto se inaugurará para noviembre de 2024, cuando ocurra la APEC en Perú. En esa ocasión, se espera que el líder chino Xi Jinping visite Lima.
En medio de esta mayor importancia del Pacífico en los intercambios de Perú, se anunció que por tercera vez el país sudamericano será sede del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, conocido como APEC. En la ocasión, Lima aprovechará de mostrar sus avances en sus esfuerzos para posicionarse en la región. China, además, tiene inversiones en los 24 departamentos que componen Perú.
En entrevista con La Tercera, Cynthia Sanborn, investigadora del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico (Cechap) y de la Universidad del Pacífico de Lima, comentó los lazos que unen a Perú con Asia: “Abrirnos al Asia-Pacífico sigue siendo una política de consenso entre casi todas las tendencias políticas, y especialmente, entre líderes económicos y sociales, y en la opinión publica. No existe un alto nivel de prejuicio o xenofobia contra Asia aquí, como puede haber en algunos otros países”, señaló.
En ese sentido, la realización de la cumbre del APEC en Perú el próximo año -solo EE.UU. ha sido sede en tres ocasiones- es el reflejo de la estrategia peruana para consolidarse como una plataforma de Asia-Pacífico en la región.
En respuesta a los cuestionamientos que surgen respecto a la creciente cercanía entre Lima y Pekín, el ministro de Transporte de Perú, Raúl Pérez-Reyes, dijo que su nación “es un país soberano y establece sus relaciones internacionales sobre esa base”. “Son bienvenidas las inversiones que respeten nuestra soberanía y estén acorde con los cambios que necesitamos para minimizar los cambios climáticos, acelerar el proceso de transformación digital y reducir la desigualdad”, agregó el funcionario.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.