Tres propuestas en una. A través de una publicación del Centro de Estudios Público (CEP), la investigadora y doctora en Filosofía Sylvia Eyzaguirre y el ingeniero y académico de la UC de la Santísima Concepción, Rodrigo Rebolledo, presentaron tres fórmulas para poder elegir a representantes en una eventual nueva instancia constituyente.
El mecanismo de elección es precisamente uno de los nudos que ha derivado en un lento avance de las negociaciones de distintas fuerzas políticas que buscan reflotar un nuevo proceso tras el rechazo a la propuesta de la disuelta Convención Constitucional.
Las tres fórmulas que proponen Eyzaguirre y Rebolledo tienen como denominador común que se distancian de las forma de elección de los actuales senadores y diputados y del modelo que se usó para elegir a los exconvencionales. Para ello, proponen la combinación de listas cerradas en distritos de mayor tamaño.
“Para la conformación del nuevo órgano constituyente consideramos que la representación debe ser el criterio central, a saber, la representación ideológica, de manera que las minorías y distintas cosmovisiones puedan estar representadas en la convención, en el entendido que un órgano constituyente tiene una función muy distinta a la de los órganos llamados a gobernar y legislar”, dice la propuesta presentada a título personal por ambos académicos, pero difundida en la plataforma Puntos de Referencia que depende CEP.
La primera alternativa es un “distrito único nacional” (un solo territorio electoral), donde todos los candidatos compitan contra todos y se elijan representantes de todo el país a través de listas cerradas de partidos políticos. Si bien la propuesta no fija un número de escaños en este caso, sería la variable más proporcional y que asegura la mayor igualdad del voto, según lo autores.
Las segunda fórmula es dividir al país en tres o cuatro “macrozonas” (en vez de las actuales 16 circunscripciones senatoriales o 28 distritos de diputados que también se usaron para la elección de la antigua Convención) que resuelvan a 156 representantes también en listas cerradas. En caso de tres macrozonas, el norte (Arica hasta Valparaíso) elegiría 36 constituyentes, el centro (Metropolitana) tendría 60 escaños y el sur (O’Higgins hasta Magallanes) también 60. En caso de cuatro macrozonas, se mantiene el norte y el centro, pero las otras regiones se dividen en sur (O’Higgins al Biobío con 36 escaños) y austral (La Araucanía a Magallanes con 24 cupos).
La tercera variable es un “sistema mixto”, que contemple a 50 constituyentes elegidos como los actuales senadores para la representación territorial (lista abierta) y otros 50 elegidos a través de un distrito único nacional (lista cerrada). En este caso, el votante recibiría dos papeletas, por lo tanto podría contar con dos representantes diferentes a la nueva instancia constituyente, pero elegidos de forma distinta.
El documento señala que “para satisfacer” las exigencias de representatividad y de proporcionalidad, es “fundamental la magnitud del distrito”.
Además, sostiene que se debería “resguardar la igualdad del peso del voto”. “Eso significa que el número de escaños por distrito debe ser proporcional al número de votantes. Este es un criterio democrático fundamental, que se hace especialmente relevante a la hora de decidir sobre la nueva Constitución, que tiene por objeto entregarnos las reglas del juego democrático”, dice el texto.
Sylvia Eyzaguirre explica que las listas cerradas predominan en las tres propuestas (salvo en la alternativa mixta que también conjuga el modelo de elección de senadores), lo que “permite incorporar personas con altas capacidades técnicas, que eventualmente en una lista abierta no sacarían votos”.
“Esto está pensado para una Convención Constituyente cuyo mandato no es gobernar ni legislar, sino elaborar una nueva Constitución. Las tres alternativas favorecen la alta representatividad y, por eso, tienen distritos muy grandes”, comenta la investigadora del CEP.
Rodrigo Rebolledo agrega que “la forma como se eligieron los exconvencionales estaba basada en los 28 distritos de la elección de la Cámara de Diputadas y Diputados, con deficientes indicadores del peso del voto entre distritos. Una forma de mejorar esto es el distrito único, pero sacrificando la representación territorial”.
“El distritaje por macrozonas es una solución intermedia que permite mejorar el peso del voto entre distritos, con representación territorial y de minorías, al tener umbrales bajos de votación para ser electo”, complementa el académico.