Hasta este sábado 28 tienen las comisiones provisorias de la Convención Constitucional para finalizar su trabajo. La instancia que ha tenido mayor carga, como era esperable, es la que tiene como objetivo hacer una propuesta de reglamento que regule el funcionamiento del órgano constituyente y le permita poder entrar a la discusión de fondo. Acá algunas de las claves del debate.

Plebiscitos dirimentes

Fue asumida como una de las principales banderas de sectores como el Partido Comunista, la Lista del Pueblo y Movimientos Sociales en las últimas semanas. Los mismos que han cuestionado el quórum que estableció el acuerdo que habilitó el proceso constituyente -2/3 de los convencionales en ejercicio- promueven el mecanismo de plebiscitos intermedios para que sea la ciudadanía la que dirima alguna norma constitucional que no logre esa mayoría en el pleno.

Como una forma de darle legitimidad al proceso y garantizar la participación directa, esos sectores presentaron una propuesta inicialmente en la subcomisión de Iniciativa y Norma, la que terminó siendo rechazada con votos del Colectivo Socialista, el Frente Amplio y Vamos por Chile. La enmienda proponía que todas las normas que no lograran la mayoría absoluta podían ser sujetas a un plebiscito intermedio.

El asunto abrió una controversia en la izquierda, donde figuras como Fernando Atria (cupo RD) advirtieron que si bien no estaba en contra a priori de ese tipo de consultas, se requería desarrollar un mecanismo que se hiciera cargo de la complejidad del asunto. Asimismo, el constitucionalista advirtió que podía ser mal visto por parte de la ciudadanía comprometer un mecanismo de esa naturaleza y luego no activarlo tras alcanzarse algún tipo de acuerdo.

Y, pese a que el Partido Comunista repuso una indicación en la Comisión de Reglamento, fue la Comisión de Participación la que inició negociaciones transversales para lograr un acuerdo en torno a ese mecanismo, al que se terminó arribando este jueves.

Así, se presentó una indicación que sería votada al final de la jornada y fue firmada por 19 convencionales de los 31 que integran la instancia y cuya afiliación política va de Independientes No Neutrales a la Lista del Pueblo.

“Podrán someterse al mecanismo de plebiscito dirimente las propuestas de normas constitucionales respecto de las cuales no se hubiera obtenido el quórum para su aprobación establecido en el reglamento de votación, pero hayan alcanzado una votación igual o superior a 3/5 de las y los convencionales constituyentes en ejercicio por su aprobación, en segunda votación”, señala la norma.

Dichas consultas podrán ser convocadas en una sola oportunidad y deberá celebrarse en una fecha previa al trigésimo día anterior a que cese el funcionamiento de la Convención Constitucional. Las normas constitucionales plebiscitadas tendrán dos opciones: Apruebo y Rechazo.

La norma establece, además, que “una vez verificado este plebiscito dirimente y concluido su escrutinio, se entenderá que la o las propuestas de norma constitucional que hayan sido aprobadas por la ciudadanía pasarán a integrar la propuesta de nueva Constitución, debiendo ser incorporadas en los capítulos y apartados respectivos según su contenido específico, debiendo ser consideradas por el Comité de Armonización en su propuesta, según lo dispuesto en el reglamento de la Convención”.

El quórum de los 2/3

Cada vez es más claro en la Convención Constitucional que se ha fraguado una mayoría a favor de mantener la regla de los 2/3 para aprobar las normas constitucionales de la nueva Carta Fundamental. Ese quórum quedó establecido en el Acuerdo por la Paz y Nueva Constitución y varios convencionales -PC, Lista del Pueblo y Movimientos Sociales- han bregado por reducirlo al considerarlo una “herencia” de la Constitución de Augusto Pinochet.

Sin embargo, esa posición no ha logrado tener un respaldo mayoritario y así quedó de manifiesto cuando la semana pasada la subcomisión de Iniciativa, Norma y Estructura ratificó la norma por seis votos a cinco. Tanto la derecha como sectores moderados fueron los que permitieron su aprobación y se espera que la Comisión de Reglamento haga lo mismo.

Desde el Frente Amplio y el Colectivo Socialista, quienes podrían haber inclinado la balanza para una modificación, han defendido que esta regla obligará a generar consensos transversales para una Constitución de “todos y no solo de algunos” y que, además, dado que ninguna fuerza logró el tercio en la constituyente no habría poder de veto.

Comisiones permanentes y transversales

Tras un acuerdo, la Comisión de Reglamento aprobó hoy la conformación de siete comisiones permanentes: 1. Comisión sobre Derechos Fundamentales: Derechos Políticos, Civiles, Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y Sobre Derechos Colectivos de los Pueblos Naciones Indígenas Preexistentes al Estado. 2. Comisión sobre Principios Constitucionales, Democracia, Nacionalidad y Ciudadanía. 3. Comisión sobre Forma Jurídica del Estado, Equidad Territorial y Organización Fiscal, Política y Administrativa. 4. Comisión sobre Derechos Fundamentales: Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y sobre Derechos Colectivos de los Pueblos Naciones Indígenas Preexistentes al Estado. 5. Comisión sobre Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Comunes y Modelo Económico. 6. Comisión sobre Sistemas de Justicia, Órganos Autónomos de Control y Reforma Constitucional. 7. Comisión sobre Sistemas de Conocimiento, Ciencia y Tecnología.

Pero el nudo principal de la discusión se concentró en la propuesta impulsada por el Partido Comunista, la Lista del Pueblo, Movimientos Sociales y escaños reservados y que buscaba constituir comisiones transversales que velaran por el cumplimiento de principios establecidos en el reglamento en las comisiones temáticas.

“Son órganos colegiados cuya finalidad es velar por la adecuada valoración, respeto e implementación de los enfoques transversales que se estima que deben cruzar el debate constitucional, sobre la base de los criterios que se ha dado la Convención Constitucional como mínimos democráticos de funcionamiento, los principios rectores definidos por este reglamento y los estándares internacionales de derechos humanos”, se detallaba en la enmienda.

Entre otras, la norma proponía comisiones de transversalización de enfoque de género y perspectiva feminista, de plurinacionalidad y de crisis climática y defensa de la naturaleza.

Pese a que sus impulsoras, entre ellas Bárbara Sepúlveda (PC) y Alondra Carrillo (Movimientos Sociales) defendieron su necesidad y afirmaron que no se trataba de “supracomisiones” como se instaló, el texto terminó siendo rechazado por 13 votos en contra, 12 a favor y 6 abstenciones.

Quienes se abstengan no serán contabilizados como votantes

Una polémica norma fue aprobada el lunes por la Comisión de Reglamento. Se trata de una indicación impulsada por el Partido Comunista, Lista del Pueblo, Movimientos Sociales, escaños reservados e independientes, que buscaba desincentivar la abstención de los convencionales en las votaciones de mayoría simple.

“Salvo que se especifique un universo distinto, la determinación de todos los quórums de votación de la Convención Constitucional deberá efectuarse sobre las y los convencionales constituyentes presentes y votantes (...). Se entenderá que la expresión ‘convencionales presentes y votantes’ se refiere a las y los convencionales con derecho a voto, que se encuentran presentes y que votan a favor o en contra. Quienes se abstengan serán considerados no votantes. No se entenderán votos válidamente emitidos los votos nulos y blancos”, se lee en la enmienda, que fue ratificada con 17 votos a favor y 14 en contra.

En simple, la norma busca que las abstenciones no operen como rechazos cuando se trate de normas que se ratifiquen por mayoría simple. Es decir, cualquier propuesta de norma constitucional que se revise en comisiones. No afectará eso sí las normas constitucionales debatidas en el pleno, aunque las impulsoras del texto aprobado aseguraron que buscarán que el mecanismo se haga extensivo también a esa instancia.

“Se busca evitar una mala práctica (...) que es emplear la abstención como forma de encubrir el rechazo”, afirmó Alondra Carrillo (Movimientos Sociales).

Sin embargo, desde Vamos por Chile y otros sectores, como el Colectivo Socialista y la DC, cuestionaron la propuesta. En la derecha aseguran que se trata de un mecanismo “antidemocrático” al no considerar la abstención dentro de las posibilidades que, en su fuero interno, pueda elegir un convencional al momento de votar.

Mesa rotativa

Pese a que Vamos por Chile presentó una indicación para mantener los cargos de la mesa ampliada liderada por Elisa Loncón y Jaime Bassa hasta que se finalice el proceso constituyente y que sectores de la centroizquierda propusieran reducir su mandato hasta noviembre, la Comisión de Reglamento terminó por ratificar la propuesta que se había aprobado inicialmente: que todos los cargos serán rotativos una vez cumplido el plazo de seis meses desde la instalación del órgano constituyente.

“Estarán inhabilitados para ser parte de la mesa directiva las y los convencionales que hayan sido parte de la misma con anterioridad”, establece, además, la norma ratificada este miércoles.

Respecto de una eventual prórroga en el plazo para emanar el nuevo texto constitucional, además, los convencionales aprobaron que “se deberá ratificar la mesa vigente por el pleno. En caso de rechazarse dicha ratificación, se procederá a elegir todos los cargos de la mesa conforme las reglas generales establecidas al efecto”.

Con lo ratificado, la mesa actual terminaría su mandato en enero del próximo año.