El plan que desarrollan los ministerios de Salud y Educación para mantener abiertos los recintos educacionales cuando sus comunas retrocedan a Fase 1 del plan Paso a Paso generó diversas reacciones en los actores del mundo estudiantil. Entre ellos las universidades, donde la medida causó posturas dispares: hay adeptos, pero también contrarios.
“De cumplirse las medidas sanitarias exigidas, las instituciones debieran retomar decididamente sus actividades presenciales. Sumado a esto, el avance de la vacunación -que estas semanas apunta al grupo etario de los estudiantes- permitirá que para el inicio del segundo semestre los alumnos ya se encuentren con su esquema completo, lo que facilitaría volver a esta modalidad”, señala Juan Eduardo Vargas, subsecretario de Educación Superior, quien agrega que esto es importante, debido a la calidad de los aprendizajes, el impacto en la salud mental de los jóvenes y el avance en la titulación que podría darse en el caso de tantos estudiantes que no pudieron culminar sus estudios normalmente el año pasado.
En esa línea, Santiago González, rector de la Universidad Central, detalla que el recinto está preparado para volver a la presencialidad desde la fase que se pueda, “tal como estuvimos parcialmente durante marzo”. Detalla que para eso su institución habilitó salas híbridas y preparó a sus académicos. “Estamos totalmente disponibles para un proceso de apertura parcial”, asegura. Eso, incluso, a pesar de que no han visto que “con mucha insistencia” los alumnos pidan retornar a las aulas.
Otras instituciones coinciden. “Desde el inicio de la pandemia la Universidad de los Andes apostó por la presencialidad de forma programada y consciente, cumpliendo estrictamente con las medidas sanitarias exigidas en el plan Paso a Paso”, expone Pilar Ureta, secretaria general de dicho plantel. Por eso, explica, “si nos autorizan a abrir en Fase 1, lo haremos, cuidando siempre las medidas para resguardar la seguridad de nuestra comunidad universitaria”.
En su vecina Universidad del Desarrollo, el rector Federico Valdés asegura que el retorno a las clases presenciales “debería ser la prioridad número uno de todo el sistema educacional chileno”. Y agrega: “En la UDD hemos comprobado que llevar alumnos a clases y evaluaciones es posible, en la medida en que se respeten los protocolos sanitarios. Apenas salgamos de la cuarentena, o apenas la autoridad sanitaria así lo permita, reiniciaremos las actividades en todos nuestros campus”.
Asimismo, desde la Universidad Mayor explican que durante Fase 1, el funcionamiento de todas sus actividades clínicas en sus sedes Santiago y Temuco se ha mantenido. “En el caso de que las autoridades del Minsal y el Mineduc establezcan la posibilidad de realizar clases presenciales en Fase 1, la U. Mayor pretende aumentar sus actividades curriculares en la medida en que los aforos lo permitan, ya que siempre ha sido nuestra intención dar continuidad al servicio educacional, siguiendo todos los requerimientos para proteger a la comunidad universitaria”, expone Víctor Polanco, vicerrector académico.
En la otra vereda, algunas universidades, especialmente las que tienen un mayor alumnado, ven compleja la administración de los aforos y muestran reticencia ante la idea. Desde la Pontificia Universidad Católica, por ejemplo, aseguran que “todo lo programado con actividades presenciales se contempla reiniciar apenas entremos en Fase 2 en los respectivos campus”, mientras que en la Universidad de Santiago explican que, independiente de la fase en la que ha estado la comuna de sus instalaciones, la información oficial es que las clases online se mantienen y así será hasta nuevo aviso.
En tanto, desde la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, Ximena Acuña, vicerrectora académica, señala que a pesar de los posibles cambios en el Paso a Paso, se mantendrán privilegiando la docencia remota. “Vamos a extenderlo hasta cuando haya condiciones sanitarias necesarias, porque tenemos estudiantes que vienen de muchas comunas y la docencia se mantuvo remota, incluso cuando estábamos en Fase 2”. Dice, además, que de parte del alumnado “no ha habido peticiones de volver a la presencialidad, salvo situaciones puntuales, y otros han decidido ir a algunas de sus prácticas, pero duran mientras las comunas donde son no retrocedan”.
También hay casos como el de la Universidad de O’Higgins, donde no descartan del todo la medida. Por ahora, en la institución rancagüina han decidido que las actividades curriculares se impartirán en modalidad no presencial, con algunas excepciones en fases 2 y 3. “Respecto de cualquier cambio en relación a esta determinación, es algo que debemos analizar con calma y con los antecedentes suficientes que aseguren que nuestros estudiantes, funcionarios, académicos y docentes no estarán en riesgo”, dice Marcello Visconti, vicerrector académico.
A su vez, Juan Oyarzo, rector de la Universidad de Magallanes, dice que su casa de estudios mantendrá las clases teóricas online por este semestre y que, de acuerdo a las condiciones sanitarias, “evaluaremos el momento en que realizaremos un retorno seguro, ya que lo más importante es la salud de los estudiantes y de los funcionarios académicos y no académicos”. En cuanto a las clases prácticas, explicó que estas “se están desarrollando de forma presencial y realizaremos lo mismo el segundo semestre, si las condiciones sanitarias lo permiten”.